La toma de rehenes en la residencia del embajador de Japón en Perú por el MRTA y la exitosa Operación Chavín de Huántar

Cada 17 de noviembre se recuerda un suceso trágico que dejó al país paralizado, cuando la celebración del cumpleaños del Emperador Akihito en la residencia del embajador japonés en Lima se convirtió en una crisis de rehenes a manos de los terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.

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El incidente socavó la imagen de Perú como un país seguro, contradiciendo la narrativa de estabilidad y control sobre el terrorismo promovida por el presidente Alberto Fujimori. (Andina)

Hace 27 años, un día como hoy, 17 de noviembre, pero en 1996, se realizó una velada conmemorativa del natalicio del emperador Akihito de Japón en la residencia del embajador japonés en Perú, Morihisa Aoki. Dicho evento se transformó en una pesadilla para las más de 800 personas presentes, cuando miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) irrumpieron en el lugar, generando terror e incertidumbre.

En este lugar se encontraban políticos, diplomáticos, militares y empresarios, quienes fueron sorprendidos por este ataque inesperado. Una celebración se volvió en el escenario de un dramático secuestro que conmocionó no solo a los asistentes, sino también a toda la nación peruana.

Según el análisis de Paz Verónica Milet, titulado ‘Perú: una crisis con amplias repercusiones’, se destaca el impacto de este acto terrorista: “El incidente representó un golpe directo a la imagen de Perú como un país seguro para inversores y líderes extranjeros, imagen que el presidente de la época, Alberto Fujimori, había promovido activamente. La acción del MRTA desmintió la noción de que el terrorismo estaba completamente erradicado en la región”.

1996 fue un año complicado en el contexto político, aún más por las acusaciones del narcotráfico que apuntaban a posibles vínculos financieros entre Vladimiro Montesinos, asesor principal de Fujimori, y figuras del crimen organizado. Esta situación se agravó debido a una crisis económica caracterizada por una significativa disminución del Producto Interno Bruto (PIB).

Así inicio el MRTA

El secuestro coincidió con un
El secuestro coincidió con un período complicado en Perú, marcado por acusaciones de narcotráfico y una crisis económica significativa. (Infobae)

El antropólogo, Carlos Iván Degregori detalló en su investigación, titulada “Perú. Más allá de la toma de rehenes”, el surgimiento y la evolución del MRTA: “Este grupo, cuyos orígenes se remontan a las guerrillas del MIR con inspiración procubana en 1965, tomó forma en 1983 al fusionarse con un pequeño grupo superviviente del gobierno del general Velasco”.

El MRTA, influenciado por eventos como el triunfo del Frente Sandinista en Nicaragua y el ascenso de Sendero Luminoso en Perú, emergió tratando de diferenciarse de otras facciones, presentándose como una “guerrilla buena”. Sin embargo, con el paso del tiempo, la lógica de la guerra se impuso y su imagen inicial se desdibujó. A pesar de acciones notorias como breves tomas de capitales provinciales y fugas espectaculares de miembros de prisión, su impacto se vio limitado.

La captura de líderes importantes y la decisión de otros movimientos armados centroamericanos de buscar acuerdos de paz sellaron el destino del grupo guerrillero. A pesar de intentos posteriores, como la toma frustrada del Congreso en 1995, su presencia se redujo. La toma de la residencia del embajador japonés marcó un intento desesperado por mantener relevancia, este evento fue financiado con dinero proveniente del secuestro del empresario boliviano Samuel Doria.

¿Quién lideró la toma de la embajada de Japón?

Luis Néstor Cerpa Cartolini, conocido
Luis Néstor Cerpa Cartolini, conocido como Camarada Evaristo, fue el líder destacado del MRTA. (Renzo Guevara)

Luis Néstor Fortunato Cerpa Cartolini, conocido como Camarada Evaristo, marcó su presencia en la historia de Perú como líder del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Se involucró con este movimiento en su etapa inicial en la década de 1980, ascendiendo rápidamente desde el Comité de la Zona San Martín hasta alcanzar la dirección nacional del MRTA. Con el encarcelamiento de Víctor Polay Campos, Cerpa emergió como uno de los líderes más importantes y reconocibles públicamente dentro de este grupo subversivo.

Nació en el barrio del distrito de La Victoria, Camarada Evaristo tuvo una trayectoria como líder sindical. En los años 70, estuvo vinculado a la toma de la fábrica textil Cromotex, un episodio que terminó violentamente bajo el gobierno militar, resultando en la lamentable pérdida de vidas trabajadoras. Tras la liberación de los sobrevivientes, Cerpa lideró una protesta en la oficina de comunicaciones de las Naciones Unidas en Lima.

El desenlace de su vida llegó el 22 de abril de 1997. Dos días después, el 24 de abril de 1997, su cuerpo fue sepultado sin identificación ni honores en una fosa común en el Cementerio Nueva Esperanza de Villa María del Triunfo. Años más tarde, sus restos fueron exhumados y trasladados a otro cementerio.

¿Qué pasó en la toma de la embajada de Japón?

El 17 de noviembre de
El 17 de noviembre de 1996, miembros del MRTA irrumpieron en la residencia del embajador japonés, tomando como rehenes a más de 800 personas. (LUM)

El 17 de diciembre de 1996, 14 miembros del MRTA irrumpieron en la residencia del embajador de Japón en el distrito de San Isidro, Lima. Este incidente coincidió con la celebración del 63 aniversario del Emperador de Japón, Akihito, reuniendo alrededor de 800 personas que fueron tomadas como rehenes.

El grupo guerrillero emitió un comunicado justificando su acción como una protesta contra la intervención del gobierno japonés en la política peruana y criticando las prácticas violatorias de los derechos humanos y la política económica del presidente Fujimori.

“Esta ocupación militar la hemos realizado en protesta por la injerencia del Gobierno Japonés en la vida política de nuestra patria avalando en todo momento los métodos de violación a los DD.HH. que aplica el gobierno del Sr. Fujimori, así como su política económica que solo ha traído consigo mayor miseria y hambre a la mayoría del pueblo peruano”, se lee en el comunicado

En su primer comunicado, el MRTA presentó sus demandas al gobierno, incluyendo cambios en la política económica, la liberación de presos del MRTA, el traslado de reclusos a la selva y el pago de un impuesto de guerra.

“El MRTA siempre fue una organización dispuesta a propuestas de diálogo, pero solo encontró el rechazo y la burla del gobierno. Hoy estamos confrontados y debe quedar claro que cualquier salida militar que ponga en riesgo la vida de las personalidades capturadas será de absoluta responsabilidad del gobierno, así como de cualquier otra actitud que tengamos que tomar si el gobierno no accede a nuestras peticiones”, fianlizó el mensaje del MRTA.

El secuestro se caracterizó por liberaciones selectivas; la primera noche se puso en libertad a todas las mujeres, incluida la madre del presidente Fujimori, pasaron desapercibidas para los secuestradores. Posteriormente, se soltaron a diplomáticos europeos para entablar contacto con el gobierno.

El mandatario, días después, solicitó a los captores deponer las armas y permitir la evacuación de todos los rehenes, rechazando las demandas del MRTA. A medida que avanzaban las conversaciones y liberaciones parciales, se produjeron intercambios de comunicados y propuestas entre ambas partes.

La toma de la embajada
La toma de la embajada incluyó comunicados del MRTA exigiendo cambios en la política económica y la liberación de prisioneros.

El 25 de diciembre, día de navidad, el Monseñor Cipriani, obispo de Ayacucho, ingresa a la residencia para dialogar con los emerretistas. Una semana después, Un grupo de periodistas ingresa a la residencia y Néstor Cerpa insiste en que libere a los emerretistas presos y asegura que las negociaciones están estancadas. Son liberados otros dos rehenes.

Las semanas pasaban y el terror no terminaba, cuando en el punto más álgido se vivió el 06 de marzo de 1997 cuando las negociaciones se vieron interrumpidas cuando el MRTA denunció la excavación de túneles por parte de la policía debajo de la residencia. Tras la reanudación y posteriores avances, las fuerzas armadas peruanas finalmente tomaron la residencia el 22 de abril de 1997, liberando a 71 rehenes y poniendo fin a la toma. Sin embargo, en el enfrentamiento murieron un rehén, dos militares y los 14 miembros del MRTA.

Demandas de la MRTA y las negociaciones

El MRTA se formó en
El MRTA se formó en 1983, con raíces en movimientos guerrilleros anteriores. (Perú21)

El Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) planteaba una serie de exigencias al gobierno peruano, desencadenando un enfrentamiento político de gran magnitud. Los terroristas, liderados por una lista prominente de figuras encarceladas, incluyendo a Peter Cárdenas Schulte y Lori Berenson, exigían la liberación de 465 miembros encarcelados en todo el país.

Estas demandas, que van más allá de las peticiones de liberación, abarcan una revisión de las políticas neoliberales adoptadas por el gobierno, criticando el programa de asistencia extranjera de Japón, al considerar que este beneficia solo a una élite selecta en la sociedad. Además, denuncian las condiciones inhumanas en las cárceles peruanas.

“1. Compromiso de cambiar de rumbo la política económica por un modelo que busque el bienestar de las grandes mayorías. 2. La liberación de todos los presos pertenecientes al MRTA y acusados de pertenecer a nuestra organización. 3. Traslado del comando que incursionó en la residencia del embajador Japonés junto con todos los presos del MRTA hacia la selva central. Como garantes, también irían parte de las personalidades capturadas, debidamente seleccionadas y estando en nuestra zona guerrillera cumpliremos con liberarlos. 4. Pago de un impuesto de guerra”.

El presidente Fujimori, en busca de una resolución pacíficah, designó un equipo de negociación encabezado por el Ministro de Educación, Domingo Palermo Cabrejos. Este equipo, que incluye al embajador canadiense Anthony Vincent, el arzobispo Juan Luis Cipriani Thorne y un representante del CICR, intentó mediar con los rebeldes del grupo guerrillero.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos diplomáticos, las negociaciones se estancaron, generando tensiones aún mayores. En un intento por mantener el control de la situación, una nueva brigada militar peruana tomó el mando de la embajada, desatando un intercambio de disparos con los rebeldes. Este hecho de violencia provocó la intervención pública del Primer Ministro de Japón, Ryūtarō Hashimoto, instando a evitar riesgos innecesarios que pongan en peligro la vida de los rehenes.

¿Quiénes estuvieron entre los rehenes?

El cumpleaños del Emperador Akihito
El cumpleaños del Emperador Akihito en la residencia del embajador japonés en Lima se convirtió en una crisis de rehenes. (Infoabe: marthameier / LP)

La toma de la residencia del embajador japonés en Lima no solo representó un acto de violencia sin precedentes, sino que también llevó consigo una serie de rehenes improtantes. Entre ellos figuraban futuros presidentes del país como Alejandro Toledo y Francisco Sagasti, así como el político Javier Diez Canseco.

El sacerdote jesuita Juan Julio Wicht sorprendió a muchos al optar por permanecer en cautiverio, a pesar de la consideración de su liberación por parte de los terroristas. Por su parte, Diez Canseco, al ser liberado entre los primeros rehenes, expresó su solidaridad con el MRTA, llamando al gobierno a buscar una solución negociada, describiendo a los secuestradores como jóvenes que anhelaban la vida y no la muerte.

“Los secuestradores tenían entre 18 y 20 años de edad, quizás 21... Son un grupo de fuerzas especiales, comandos. Creo que son jóvenes que quieren vivir. No quieren morir”, dijo el político.

Otro que habló sobre su experiencia dentro del lugar fue, Alejandro Toledo señaló que el objetivo final del grupo era obtener una amnistía que les permitiera reintegrarse a la vida pública. Además, advirtió sobre la peligrosidad de una acción de rescate, ya que la residencia estaba armada con explosivos y los secuestradores poseían armamento sofisticado.

El gobierno, dirigido por Fujimori,
El gobierno, dirigido por Fujimori, se negó a ceder ante las demandas, conduciendo a un prolongado enfrentamiento. (franciscotudela.com)

La lista de rehenes era diversa, incluyendo figuras académicas, políticos, diplomáticos y empresarios prominentes, como:

  • Gustavo Saberbein, exministro de Economía.
  • Luis Giampietri Rojas, almirante de la Marina de Guerra del Perú.
  • Alexander Kouri Bumachar, Alcalde del Callao.
  • Fernando Andrade, alcalde del distrito de Miraflores.
  • Francisco Sagasti, académico, ingeniero, expresidente actualmente.
  • Javier Sota Nadal, entonces Rector de la Universidad Nacional de Ingeniería.
  • Rómulo Muñoz Arce, miembro del Jurado de Elecciones.
  • Alfredo Torres Guzmán, director de la encuestadora Apoyo.
  • Manuel Torrado, presidente de la encuestadora Datum.
  • Juan Assereto Duharte, entonces director de COPRI.
  • Estanislao de Grandes, Encargado de Negocios a.i, Embajada de España en Perú.
  • Heribert Woeckell, Embajador de Alemania en Perú.
  • Artur Schuschnigg, Embajador de Austria en Perú, entre muchos más.

¿Cuánto tiempo duró la Operación Chavín de Huántar?

Esta operación militar, ejecutada el
Esta operación militar, ejecutada el 22 de abril de 1997, puso fin a la crisis de rehenes.

El 22 de abril de 1997, la Operación Chavín de Huántar se convirtió en un hecho histórico al liberar con éxito a más de 70 rehenes que habían estado cautivos durante 126 días en la residencia del embajador japonés en Perú. Este golpe militar, ejecutado por las Fuerzas Armadas peruanas y llevado a cabo por el Comando Chavín de Huántar, puso fin a un prolongado episodio de tensión y preocupación nacional e internacional.

El almirante Luis Giampietri, uno de los rehenes, recibió instrucciones secretas y una radio para alertar a los demás minutos antes de la incursión militar. Además, se planificó que los rehenes vistieran colores claros para ser identificados fácilmente entre los insurgentes.

Dispositivos de alta tecnología, camuflados en objetos cotidianos, fueron introducidos en la residencia para espiar a los secuestradores. La inteligencia reveló las rutinas y vulnerabilidades del MRTA, incluyendo la práctica de fútbol que los terroristas llevaban a cabo todas las tardes.

Liberaron a más de 70
Liberaron a más de 70 personas después de 126 días de cautiverio.

El día del rescate, un equipo de 140 comandos peruanos conformaron la operación, que inició con explosiones estratégicas que sorprendieron a los insurgentes. Las explosiones facilitaron el ingreso de los comandos al edificio, asegurando el primer piso y neutralizando a los miembros del MRTA.

De manera coordinada, múltiples grupos de comandos asaltaron desde distintos puntos, incluyendo la puerta principal y túneles excavados estratégicamente. La rápida y eficiente acción de los comandos resultó en la liberación de los rehenes, pero también en la muerte de 14 terroristas del MRTA, un rehén (Dr. Carlos Giusti Acuña, vocal de la Corte Suprema) y dos oficiales (teniente coronel Juan Valer Sandoval y teniente Raúl Jiménez Chávez) murieron en el asalto.

A pesar de su éxito, la operación no estuvo exenta de controversia. Informes posteriores mencionaron ejecuciones adicionales después del asalto. Se relató que un comando detuvo y mató a un miembro del MRTA que intentaba escapar mezclado entre los rehenes.

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