El acoso sexual laboral también es un tipo de violencia que se da en el centro de trabajo, donde se puede evidenciar de diversas maneras como el hostigamiento, intimidaciones o condiciones ofensivas contra la otra persona. Esta semana, Infobae Perú tuvo acceso a un video donde un legislador dejó su micrófono abierto en plena sesión de una de las comisiones del Congreso, pero esta escena es un episodio más de los muchos que atraviesa una colaboradora o colaborador en el sector público o privado.
El estudio realizado por Espacios Laborales Sin Acoso (ELSA) revela que una de cada cinco personas sufre acoso sexual en su trabajo, de acuerdo con la investigación realizada en 40 organizaciones de América Latina, incluida el Perú. De este dato proporcionado, se conoce que este tipo de violencia proviene desde los propios colegas en un 49%, y jefes en un 31%.
Frente a ello, Marlene Molero Suárez, CEO de ELSA, habló de la importancia de prevenir desde las organizaciones estos actos y los protocolos que deben seguir cada una para proteger a las víctimas. De esta manera, evidencia que la situación en trabajos informales es distinta, debido a que no es posible medirla.
“Es un número que preocupa bastante y más aún cuando se da en una realidad nacional de empresas formales o de estándares de trabajos decentes. Esto quiere decir que, en empresas que no tienen necesariamente un cumplimiento de la normativa o que más bien tienen estándares de trabajo, la realidad es aún más dura. Ahí es donde están las personas que trabajan en el Perú”, explica.
Sin cifras
En tanto, precisó que las entidades del Estado peruano no cuentan con cifras actualizadas para visualizar estos casos, debido a que su medición está direccionada por otros tipos de violencia, que también son resaltantes y preocupantes.
“Cuando se trata de acoso sexual en el trabajo no tenemos datos, los únicos que hay es con los servicios de atención del Ministerio de Trabajo, pero son esos que llegan entre 300 a 400 casos, que son cifras muy reducidas”, sostiene.
Precisamente, en febrero de este año, la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) reveló que atendió en los primeros meses 230 denuncias de hostigamiento sexual laboral. Es decir, casi cuatro casos por día. Sin embargo, al cierre del 2023 aún no se tiene una cifra publicada.
A su vez, la especialista precisó que se debe tener una agenda de políticas públicas para proteger a las víctimas, quienes en muchos casos guardan silencio con el temor de perder su trabajo o por el que dirán.
“Falta campañas mucho más fuertes al respecto por parte de la Sunafil; hay aspectos de inspección, pero todavía son esfuerzos menores”, agregó Molero Suárez.
¿Cómo identificar el acoso sexual laboral?
La especialista menciona que en un primer momento la persona tendrá temor de colocarle “el nombre” como tal, porque evita reconocer lo que le está sucediendo. “El acoso sexual son conductas no deseadas por las que lo reciben”, añadió.
Aclaró que esto no necesariamente se presenta de manera explícita, ya que también se le identifica cuando se invita a salir a la víctima, a pesar de haber tenido una negativa. Además, comentarios con doble sentido u homofóbicos.
“Tenemos que corregir en cómo las personas entendemos qué es el acoso sexual, tanto quienes pasamos por eso, los que lo hacen y los que evalúan”, detalla.
Por ello, precisó que todas las empresas deben contar con una política interna, tener un canal de denuncias y capacitar al personal de manera frecuente. “Si lo hago solo por informar, entonces mi impacto será muy limitado. Las personas no van a enterarse que la política [para las denuncias en estos casos] no existe”, continuó.
Afectación
De las personas que identificaron haber pasado por una situación de acoso manifestaron una afectación psicológica. En este sentido, el 71% sintió estrés, el 58% ansiedad, 52% dificultad para concentrarse, 39% disminuyó su productividad y el 18% empezó a ausentarse en su centro de labores.
“Por más razonable que nos parezca que mi empleador debería tener [la información], no la tenemos, porque vivimos en entornos muy violentos hacia las mujeres, donde hay mucha normalización y tolerancia. Entonces, eso obliga a que debamos ser muy vocales al respecto”, explica.
Además, se conoció que del 18% de las personas que pasó por acoso sexual en su trabajo, solo el 4% lo reconoció como tal. Mientras tanto, también muestra preocupación a los casos relacionados a las personas de la comunidad LGBTIQ+, debido a que el 33% de pasó por esta situación y el 44% recibió un comentario sobre su identidad de género.
Sin embargo, muchas personas optan por no denunciar estos actos por temor o incluso por intervención de terceros. En las cifras de ELSA, se conoció que los y las que reconocieron haber pasado por estos actos no denunciaron por estos motivos: no quería ser vista como persona problemática (44%), tenía vergüenza (26%),no quería ocasionar problemas a la persona (21%) y no fue de mala intención (16%).
DATO: Esta encuesta fue realizada a 30 mil 652 personas de 40 organizaciones de Nicaragua, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia y Chile.