Un nuevo escándalo de abuso sexual a menores de edad sacude a la Iglesia Católica en el Perú. Dos sacerdotes fueron acusados por tres jovenes de haberles propinado tocamientos indebidos, cuando fueron niñas y acudían a los recintos de la llamada ‘casa del Señor’, en la localidad de Chiclayo, región Lambayeque.
La denuncia comenzó a hacerse pública, a través de la cuenta de TikTok de la usuaria Ana María Quispe Díaz, quien brindó su desgarrador relato. Posteriomente, trascendió que los responsables del presunto abuso sexual habrían sido los sacerdotes Eleuterio Vásquez Gonzáles y Ricardo Yesquén.
“Primero quiero decir que esto no ha pasado recién. Esto pasó hace muchos años, cuando tenía nueve años, más o menos. El hecho es que yo empecé a asistir a un grupo, Infancia Misionera, en La Victoria, donde habían animadoras y sacerdotes a cargo. Uno de estos párrocos, que siempre estaba allí, pedía que los niños hicieran una cola para saludarlo y despedirnos. Y cada vez que me tocaba a mí, me besaba acá (en la boca). Sentía su saliba y me daba asco, y no sabía qué hacer”, contó Quispe Díaz.
Agregó: “Pero pensaba en: ‘te estás equivocando o, tal vez, no lo quiere hacer, sino que no se da cuenta’... Su saludo siempre era un abrazo y tapaba toda la cara, pero no lo hacía solo conmigo”.
En su relato, la presunta víctima detalló que asistió por un año seguido al grupo Infancia Misionera, pese a que le ‘molestaba’ el actuar de uno de los sacerdotes mencionados.
“Pero sí, siempre me sentía incómoda con eso, pero también era de decirme todas las veces: ‘es tu cabeza, tú estás pensando mal’. Pasó mucho tiempo así'”, acotó.
Recordó, además, un hecho puntual en el que llevó un queque preparado por su madre a un sacerdote de esa misma comunidad católica. Dijo que al querer entregar el postre no encontró al párroco que estaba de cumpleaños, pero se topó con el que se sentía incómoda cada vez que la despedía.
“Me acuerdo que dejé el queque en la esquina de la mesa. Di la vuelta y el me cogió de los hombros, me cargó, me puso en sus piernas y empezó a besarme en la boca. Yo estaba congelada, muy asqueada y lo miraba, mientras besaba, y me daba muchísimo asco. Mientras él me besaba y me metía la lengua en la boca”, relató.
A la grave denuncia de la joven se sumaron otras dos mujeres que habrían tenido experiencias de abuso bastante similares a Quispe Díaz.
Tras el revuelo de la acusación contra los párrocos, Guillermo Cornejo Monsón, obispo de la Diócesis de Chiclayo, declaró públicamente que ambos integrantes de la Iglesia vienen siendo investigados.
Las declaraciones las hizo monseñor Cornejo, al ser abordado por los periodistas, luego que concluyó una conferencia de prensa en un hotel de esa ciudad, para anunciar una actividad benéfica de apoyo a personas de bajos recursos.
“No es el tema, estamos en otra cosa”, respondió el obispo. Pero, ante la insistencia de los reporteros, expresó: “Ya le hemos dicho al padre que no celebre misas, estamos haciendo las investigaciones y no está ejerciendo el ministerio, justamente por respeto a las agraviadas”.
El sacerdote en mención es Eleuterio Vásquez, mejor conocido como padre Lute, quien hasta hace poco ejercía como párroco de la Iglesia del distrito de Ciudad Eten, de la provincia de Chiclayo.
“Justo se les ha citado a las jovencitas, pero quiero que sepan que la Iglesia está actuando de una manera muy calmada. El padre no está celebrando la Eucaristía, y nos preocupa las víctimas, pero también acompañamos a los sacerdotes, porque somos pastores de todos”, dijo.
Respecto al padre Ricardo Yesquén, el monseño solo se limitó a remarcar que se encuentra con salud ‘muy resquebrajada’ y que tampoco da misas actualmente.