La época de Navidad es una en la que la alegría se instala en cada lugar del mundo en donde se celebra esta fiesta de origen católico. Y en una ciudad donde la algarabía ya es cosa de todos los días, como lo es Iquitos, pues esta fecha cobran un significado especial.
Ocurre que en la parte más caliente del Perú la magia de la Navidad suele inundar los hogares que se adornan con colores vivos y armando los tradicionales nacimientos que iluminan toda la ciudad.
Un ejemplo de esto es ver como la emblemática Plaza de Armas se transforma en un lienzo multicolor en el que se revela un gigantesco nacimiento impregnado de toda cultura amazónica. Este escenario se vuelve una atracción tanto para locales como para visitantes, quienes acuden al bulevar de Iquitos en busca de más de un recuerdo que reflejen la esencia de la selva.
Mezcla de culturas
Precisamente, esta forma de celebrar las fiestas de Navidad es una muestra de la fusión que se ha dado a lo largo del tiempo entre las costumbres traídas por los conquistadores españoles y las tradiciones locales que se han mantenido por muchos siglos.
Este proceso de sincretización se manifiesta en rituales y festividades, donde la rica tradición católica se entrelaza armoniosamente con elementos autóctonos.
Uno de los rasgos que todavía mantiene gran parte de la población de la Amazonía, y que parece ser una tradición inquebrantable, es cuando llega el momento de la cena. Mientras en el resto del Perú esta comida navideña se compone de pavo y champaña, en Iquitos las familias optan por sabores locales. Las delicias culinarias incluyen animales como gallinas y cerdos, mientras que la refrescante chicha de jora reemplaza al convencional vino.
La alegría de los niños se manifiesta en la expectativa de estrenar nuevas prendas y recibir juguetes, mientras que los fuegos de artificio añaden diversión a la celebración.
Pastoreadas Navideñas
Otra de las grandes costumbres que podemos hallar en la selva peruana se encuentra en Ucayali y son las famosas Pastoreadas Navideñas.
Para esta tradición, nacida a mediados del siglo XIX, cientos de jóvenes y niños, disfrazados como personajes bíblicos y místicos de la selva, recorren las calles en busca de los nacimientos.
Emulando la travesía tras la estrella de Belén, las comparsas entregan bocaditos elaborados con productos autóctonos a los curiosos que se cruzan en su camino. El sonido de tambores, redoblantes, silbatos y panderetas acompaña las danzas y villancicos amazónicos, culminando en la Plaza de Armas.
Melodías que resuenan en la selva
Los clásicos villancicos navideños también se dejan escuchar en esta parte del año en regiones como San Martín, Loreto, Ucayali, Madre de Dios y parte de Amazonas. Pero claro, estos llevan el sabor y las melodías típicas de la selva.
Un ejemplo es el popular tema “Suena el manguaré” que es uno de los villancicos más conocidos y que suele ser interpretado con instrumentos propios de las comunidades selváticas, como el manguaré. Estas melodías enriquecen la atmósfera festiva, incorporando elementos auténticos de la cultura amazónica a la celebración navideña.
Un banquete regional
Las tradiciones culinarias navideñas varían en las diferentes regiones de la Amazonía. En Ucayali, el juane ocupa un lugar destacado en la mesa de Nochebuena. Este manjar, preparado con ingredientes como gallina, aceitunas, huevo y arroz, se disfruta con ají charapita y aguajina.
En Madre de Dios, el picadillo de paiche es el plato estrella, acompañado de masato, una bebida fermentada de yuca. San Martín celebra con el tacacho con cecina, mientras que Amazonas opta por el picante de cuy y rosquitas de ñuto y yuca. Loreto, por su parte, elige la patarashca, envolviendo el bagre en hojas de plátano y asándolo a fuego lento.
La singularidad de Iquitos se refleja en la espera de la medianoche con un vaso de ponche de plátano o uvachado, alegando que así se potencia la alegría navideña. Estas elecciones culinarias revelan la diversidad y riqueza de sabores que caracterizan la Navidad en la Amazonía peruana.
Otras tradiciones arraigadas
La tradicional misa de gallo, celebrada a las 10 de la noche del 24 de diciembre, es un evento destacado en varias regiones del país. Esta ceremonia bendice al niño que será colocado en el nacimiento, marcando un momento espiritual en la festividad navideña.
Como se puede ver, la Navidad en la Amazonía peruana es una celebración rica en tradiciones arraigadas y fusiones culturales. Desde las coloridas festividades en Iquitos hasta las Pastoreadas Navideñas en Ucayali, cada región aporta su toque único a la temporada festiva.
Navidad en la selva: ¿qué comen los peruanos en la Nochebuena?
En la Amazonía peruana, el pavo no es la estrella de la cena navideña. Los lugareños reemplazan esta carne por la gallina. También es sabido que nuestros compatriotas no suelen tomar chocolate caliente. Esta bebida es sustituida por el ponche de plátano (chapo) con leche.
En cuanto a la preparación del plato principal, es crucial mencionar que los ciudadanos sazonan la gallina con un ají especial, pimienta, sal y sillao. Después de marinarla, se procede a hornear. Es importante mencionar que el tacacho y el juane son infaltables en los hogares de la selva.