El Perú se mantiene en estado de emergencia frente a la gripe aviar, con un panorama complejo entre octubre de 2023 y marzo de 2024, al ser sitio de tránsito de aves migratorias procedentes de Norteamérica. Estas aves pueden ser portadoras del virus de la influenza aviar, altamente contagioso para diversas especies. Tanto como para mamíferos acuáticos como hasta contagiar a humanos se contagien. A esto se suma la incidencia del Fenómeno del Niño, que podría incrementar la difusión de la enfermedad por el desplazamiento y mortalidad de especies acuáticas.
Hasta noviembre, ningún caso de gripe aviar humana se ha registrado. Sin embargo, más de 500 mil aves y 9 mil lobos marinos han muerto por la gripe H5N1, o influenza aviar. El director del Centro de Control de Enfermedades (CDC) del Ministerio de Salud, César Munayco, ha confirmado que luego de este brote, que tuvo alto impacto en los primeros meses del año, se ha tenido que trabajar de forma multisectorial para detectar y vigilar los casos.
Se ha establecido un protocolo de vigilancia integrada junto con el Ministerio del Ambiente (Minam) y el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), centrado en la sanidad de animales acuáticos y silvestres, así como las aves de traspatio. La información sobre brotes se renueva semanalmente, con un enfoque preventivo que incluye inspecciones locales y precauciones para evitar contagios a humanos: “Cada vez que hay un caso, se comunica a nivel local para que se vaya a hacer la inspección, y el área de salud para que no haya ningún caso humano”, enfatizó Munayco.
En lo que va del año, en playas y puntas de la costa peruana, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) ha reportado 61 mil aves y 1 mil mamíferos muertos. En islas y puntas, se encontró 225 mil aves y 2 mil mamíferos. Por último, en áreas protegidas, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernarp) encontró 277 mil aves y 7 mil mamíferos muertos.
El recojo de restos de aves muertas también es una prioridad para mitigar el riesgo de contagio a la población, una tarea que involucra a organizaciones como el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), el Serfor y el Sernarp, además de los municipios. Todos cuentan con protocolos para recoger apropiadamente las aves fallecidas y reducir el riesgo de contacto e infección. “El recojo de las carcasas (o esqueletos de fauna muerta) es esencial debido a que pueden convertirse en un foco infeccioso para la población”, declara Munayco sobre la fundamental colaboración entre instituciones y municipalidades.
Sobre la vigilancia de casos humanos por gripe aviar, el protocolo indica que ante cualquier caso de personas que presenten problemas respiratorios y tenga antecedentes de contacto con animales, específicamente aves, debe ser investigado y monitoreado para saber si se desarrollan síntomas o empeora su situación de salud, detalla el director del CDC Minsa.
Sin embargo, existe un problema de coordinación a nivel local, revela Munayco. Pues aún existe desconocimiento de los protocolos a seguir. Para ello, se han realizado diversos simulacros y simulaciones de casos de gripe aviar.
Uno de estos se hizo en Ventanilla, zona altamente afectada con cientos de casos de aves muertas. En el distrito, se identificó que el personal de seguridad de la Municipalidad que resguarda el litoral de la costa no sabía cómo actuar.
Ante ello, se les ha compartido a los municipios un listado de las autoridades de Serfor, Sernarp y Senasa para que las contacten inmediatamente. Ahora, existe un protocolo para brotes de influenza aviar en las zonas como playas, centros de salud y granjas para identificar cómo actúan las personas. Las regiones más afectadas son las de la Costa peruana. Así como también en Cajamarca y Junín, departamentos donde se realiza comercio abierto de aves vivas.
Fenómeno del Niño e impacto en gripe aviar
Las autoridades sanitarias tienen que intensificar preparativos frente a posibles brotes de influenza, desencadenados por el fenómeno de El Niño. Este evento climático podría causar inundaciones severas, incrementando el riesgo de propagación del virus. Actualmente, se están desarrollando rápidas investigaciones para monitorear la situación y anticiparse a posibles emergencias sanitarias.
La incidencia de El Niño en el medio ambiente es motivo de preocupación, ya que además de las inundaciones, el fenómeno está asociado con la mortalidad de diversas especies acuáticas. Los cambios ambientales podrían propiciar el movimiento de especies marinas hacia nuevos hábitats, aumentando el riesgo de diseminación de enfermedades como la gripe aviar. }
Científicos alertan sobre la posibilidad de proliferación de floraciones algales tóxicas, exacerbadas por el incremento de la temperatura y los cambios oceánicos, lo que acarrea una cadena de mortalidad que afecta peces, invertebrados, aves y mamíferos.
Se prevé que estos cambios ambientales acarreen consecuencias negativas tanto para la biodiversidad marina como para la salud pública. Las floraciones algales, en particular, son causa de alarma, ya que las microalgas involucradas generan toxinas que provocan un efecto letal en la fauna. Este fenómeno, unido a posibles brotes de influenza, pone de manifiesto la importancia de la preparación y la respuesta rápida de las autoridades ante eventos climáticos extremos.
¿Cómo llegó la gripe aviar al Perú?
El 22 de noviembre del 2022 se detectaron aves marinas, específicamente pelícanos, en la playa Los Cangrejos en Piura, Perú, con síntomas de infección por el virus de influenza aviar H5N1. Tras la confirmación de estos casos, el 29 de noviembre se declaró emergencia sanitaria por la presencia de este virus de alta patogenicidad en aves domésticas, lo que llevó a intensificar las acciones de vigilancia y control de la influenza aviar.
Para prevenir la expansión del virus, se ha prohibido la movilización de aves domésticas vivas y productos de riesgo desde áreas identificadas como foco del brote.
Se insta a la población a no interactuar con aves muertas o enfermas, y en caso de hallarlas, reportar de inmediato al SENASA, quienes aplicarán las medidas necesarias para contener la enfermedad.
El éxito de las estrategias preventivas es notable, habiendo controlado 199 casos positivos y administrando más de 123 millones de dosis de vacuna contra la influenza aviar.
En el marco de estas acciones, varias empresas avícolas peruanas han obtenido permiso para vacunar a sus aves y así protegerlas contra el virus. Esta iniciativa ha contribuido a que no se registren casos positivos en granjas comerciales durante los últimos siete meses, salvaguardando la seguridad alimentaria en el país.
Las hipótesis sobre la introducción del virus en Perú sugieren que aves migratorias provenientes de Estados Unidos y Canadá, que llegan a las costas peruanas entre octubre y noviembre, podrían ser los vectores. Estas aves, al compartir hábitat con especies residentes, podrían haber facilitado la transferencia del virus, el cual se disemina por las secreciones nasales y heces de los animales infectados.