De laico a líder eclesiástico: la trayectoria de Santo Toribio de Mogrovejo y su conexión con Santa Rosa de Lima

En la historia eclesiástica de América Latina, el laico se destaca por su singular ascenso a líder eclesiástico en el Nuevo Mundo. Su relación con la primera santa del continente, ofrece una perspectiva única sobre la espiritualidad y el contexto social de la época en Lima.

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Santo Toribio de Mogrovejo representa
Santo Toribio de Mogrovejo representa una figura extraordinaria en la historia de la Iglesia en América Latina, al ser un laico que fue designado Arzobispo de Lima en una época donde el ascenso eclesiástico estaba normalmente reservado para miembros del clero. (Composición Infobae Perú)

Cada16 de noviembre se conmemora el nacimiento de Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, una figura trascendental en la historia eclesiástica de Lima y de América Latina. Originario de España, Santo Toribio emprendió un viaje excepcional desde sus inicios como laico hasta alcanzar una de las posiciones más elevadas en la Iglesia Católica del Nuevo Mundo. Antes de su nombramiento en el arzobispado de Lima, se destacó como profesor y como juez en el Tribunal de la Inquisición de Granada. Su competencia y ética captaron la atención del rey Felipe II, quien en 1579 lo escogió para liderar la arquidiócesis de Lima, una decisión que rompía con las convenciones de la época y resaltaba la confianza en sus habilidades para implementar reformas importantes en las Américas.

Santo Toribio es especialmente recordado por su intensa labor pastoral y su impacto en la evangelización del Perú. No solo se le reconoce por su ascenso al episcopado, sino también por su ferviente compromiso con los derechos y el bienestar de las comunidades indígenas. Entre sus logros más notables está la fundación del primer seminario en América, una iniciativa que refleja su dedicación a la educación y su visión progresista. Hoy en día, su legado revive en la conciencia colectiva, consolidándose como un pilar en la identidad religiosa y cultural del país.

De profesor y juez a Arzobispo de Lima: Toribio de Mogrovejo y su inusual historia eclesiástica

El hecho de que Toribio de Mogrovejo no fuera sacerdote en el momento de su nombramiento como Arzobispo de Lima es uno de los datos más llamativos de su biografía.

En esa época, su nombramiento fue inusual porque la mayoría de los obispos católicos comenzaban su carrera dentro del clero y poco a poco iban ascendiendo a través de los distintos rangos eclesiásticos. Sin embargo, Toribio contaba con una formación en Derecho y era un laico destacado quien servía como profesor en la Universidad de Salamanca y como juez en el Tribunal de la Inquisición en Granada.

Su designación, autorizada por el rey Felipe II de España, estaba en parte impulsada por su reconocida virtud y sus habilidades legales y administrativas, que fueron vistas como necesarias para reformar y administrar la diócesis de Lima que, en ese momento, era la más grande y compleja del Nuevo Mundo debido a su rápido crecimiento y a los problemas sociales que enfrentaba debido a las injusticias contra la población indígena.

Santo Toribio de Mogrovejo fue
Santo Toribio de Mogrovejo fue el segundo arzobispo de Lima durante el Virreinato del Perú. (Colección del Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina)

¿Cómo fueron los inicios de Santo Toribio en el Perú?

Santo Toribio de Mogrovejo, al asumir el arzobispado de Lima en 1581, se encontró con una diócesis necesitada de atención en infraestructura y organización. Con decisión, se embarcó en una profunda labor de evangelización y reforma eclesiástica, impulsando una transformación que comenzó con la reorganización parroquial y la creación de nuevas sedes para una gestión efectiva y cercana a la comunidad.

Entendiendo las diferencias culturales y la diversidad lingüística del virreinato, el arzobispo abogó por una Iglesia inclusiva, promoviendo espacios de culto acogedores tanto para indígenas como para españoles. Fue pionero en fomentar la liturgia y realizar ceremonias en lenguas autóctonas, para una mejor comprensión y vivencia de la fe católica por parte de la población nativa.

En el campo eclesiástico, convocó y presidió el Tercer Concilio de Lima, que jugó un papel crucial en la estandarización de la doctrina mediante la elaboración de catecismos trilingües y una legislación eclesiástica coherente con las realidades del Nuevo Mundo. La gestión de Santo Toribio se caracterizó por una integración del evangelio con el respeto a la identidad cultural de los pueblos a los que sirvió.

¿Qué medidas tomó Santo Toribio para proteger los derechos de las comunidades indígenas?

El arzobispo de Lima fue un firme defensor de la mejora de las condiciones de vida y trabajo de los pueblos indígenas. Se erigió como un decidido opositor al sistema de la encomienda, un régimen que imponía a los pueblos indígenas una labor forzada y en condiciones frecuentemente inhumanas en beneficio de los colonizadores españoles. También, enfrentó con determinación otros sistemas de explotación laboral como la “mita” y el “yanaconazgo”, buscando reformas que aliviaran el arduo yugo impuesto a los nativos por estas prácticas.

Durante el Tercer Concilio de Lima, Santo Toribio impulsó la implementación de normativas para la protección de los derechos de los indígenas, por lo que instó a los miembros del clero a reconocer y responder a las necesidades de esta población.

Con una visión integral de la educación, Santo Toribio alentó el aprendizaje de lectura y escritura, así como la capacitación en variados oficios entre los indígenas, especialmente la juventud, con el propósito de su desarrollo moral y cognitivo. Esta visión educativa se materializó en la fundación de colegios y seminarios, legado de su compromiso con la educación y formación sacerdotal.

Santo Toribio realizó una extensa
Santo Toribio realizó una extensa misión pastoral de alrededor de 40,000 kilómetros alcanzando a comunidades y tribus aisladas. En el transcurso de su recorrido, el santo atravesó territorios anteriormente inexplorados y estableció contacto con pueblos indígenas que nunca antes habían tenido interacción con personas de origen europeo. (InfoCatolica)

Además, aprendió con gran esfuerzo los idiomas nativos de la región que estaba evangelizando, como el quechua y el aymara, algo inusual para un alto dignatario eclesiástico de la época, revelando un singular compromiso con el proceso de evangelización y comunicación respetuosa con las culturas locales.

¿Cómo afectaron los viajes a pie de Santo Toribio a la difusión del cristianismo?

Era común en esa época que las figuras eclesiásticas de rango se desplazaran en carruaje o a caballo. Sin embargo, la decisión de Santo Toribio de viajar a pie fue intencionada, buscando un mayor contacto con el pueblo y mostrando un ejemplo de humildad y sencillez. A lo largo de su servicio como Arzobispo de Lima, realizó no menos de tres visitas pastorales, en las cuales recorrió más de 40,000 kilómetros por el virreinato, una distancia equivalente a la circunferencia del planeta.

Estas travesías a pie por el Virreinato del Perú, que duraban meses e incluso años, lo llevaban a través de los Andes, selvas y desiertos. Toribio enfrentó adversidades como enfermedades, el clima extremo y la hostilidad de algunos grupos, además de la incomodidad de viajar por caminos poco desarrollados y peligrosos.

Durante estos viajes, Santo Toribio visitaba comunidades aisladas, donde administraba los sacramentos, organizaba la construcción de iglesias, promovía la creación de infraestructura eclesiástica y se encontraba con los fieles, muchas veces olvidados o marginados por la sociedad colonial predominante. Sus extenuantes jornadas se convirtieron en una parte integral de su legado y son testimonio de su incansable labor evangelizadora y su cercanía con los habitantes del Perú colonial.

La obra de Santo Toribio,
La obra de Santo Toribio, que tuvo lugar en una época donde los medios de transporte y comunicación eran limitados, destaca por el esfuerzo físico y espiritual que implicó desplazarse a través de un vasto territorio con el objetivo de cumplir su misión evangelizadora. (Arzobispado de Piura)

¿Qué rol jugó Santo Toribio en la formación de Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres?

Santo Toribio de Mogrovejo tuvo una influencia decisiva en la administración de sacramentos como el bautismo y la confirmación en su diócesis, la cual se extendía más allá del actual territorio peruano hasta partes de otros países de Sudamérica.

A través del artículo “Santo Toribio de Mogrovejo en Quives” de José Antonio Benito se relata sus extensas visitas pastorales. Fue él quien administró el sacramento del bautismo a Isabel Flores de Oliva, quien sería después conocida como Santa Rosa de Lima, logrando así consagrar a Rosa en la fe católica, preparándola para una vida dedicada a la religión. Asimismo, se sabe que en 1591 confirmó a San Martín de Porres en la fe, dados los deberes inherentes a su cargo arzobispal y los usos litúrgicos de la época.

Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres vivieron en la misma época y en el mismo entorno geográfico que Santo Toribio, lo que facilitó su interacción directa con el arzobispo. Por ende, la responsabilidad de Santo Toribio en el bautismo y confirmación de quienes se convertirían en santos es reflejo de su misión episcopal en el Virreinato del Perú.

La historia de un hombre
La historia de un hombre que pasó de la vida laica a ejercer uno de los cargos más destacados en la Iglesia Católica del Nuevo Mundo está íntimamente vinculada a Santa Rosa de Lima, considerada la primera santa canonizada del continente americano. (Apostolado del Rosario)
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