El mundo que nos rodea está compuesto por un universo en miniatura que no podemos percibir a simple vista, pero tiene un gran impacto en nuestras vidas. Bacterias, virus, y otros microorganismos hacen parte de nuestro día a día y pueden desencadenar una verdadera catástrofe pese a sus minúsculas dimensiones.
Debido a su importancia, son miles las personas en el mundo que optan por dedicarse a estudiarlos, entenderlos y con ello, disminuir el impacto negativo que estos pueden tener en los seres humanos.
Tal es el caso de la doctora Catia Cilloniz Campos, profesora Asociada de la Universidad de Barcelona e Investigadora en Neumonía del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias, quien llevando el nombre del Perú en alto, ha dedicado gran parte de su vida al estudio de la neumonía, infección que afecta a los pulmones y hoy en día sigue causando estragos, especialmente en niños y personas vulnerables.
Para Infobae Perú, Catia narró parte de su historia y cómo es dedicarse a la ciencia.
A Catia le regalaron su primer microscopio cuando era solo una niña, y desde entonces, quedó fascinada por la vastedad del pequeño, pero impactante mundo que se esconde detrás de la simple observación. Nació en Huancayo, creció en una familia de cuatro hermanos y fue desde muy joven alentada por sus padres, lo que despertó en ella una curiosidad natural que la llevó a apasionarse rápidamente con la ciencia.
“Mi papá y mi mamá siempre estaban detrás de nosotros, enseñándonos y animándonos a leer, entonces siempre estuvimos interesados en todo tipo de cosas, historia, ciencias; y pues a mí me me llamó mucho más la ciencia [...] en el colegio es algo que me gustaba y lo recuerdo mucho, allí decidí estudiar biología. No fue mi primera opción, la primera fue medicina, pero ya sabemos lo duro que es postular a la carrera de medicina, entonces me decidí al final por biología”, precisa la investigadora, quien dio sus primeros pasos a nivel profesional en Perú, con la plena conciencia de que en algún momento sería necesario partir para seguir creciendo y potenciando sus conocimientos.
“Estuve trabajando en Neoplásicas, en el laboratorio de biología molecular, en virus que causan cáncer, después en un laboratorio de investigación de la Marina Estados Unidos en Perú en el que trabajan con virus como el dengue, la fiebre amarilla o el hantavirus, y decidí que quería hacer un doctorado y la única manera era irse fuera porque en mi época no había doctorados en Perú”, asegura.
Las oportunidades que tuvo la científica peruana en el país fueron labrando su camino hacia tierras extranjeras. Así, en búsqueda de su desarrollo profesional, partió rumbo a España, tomando en cuenta todos los desafíos que suelen presentarse para las personas que salen de su país. Precisó que al inicio no fue nada fácil, sin embargo, eventualmente se adaptó al cambio y logró culminar su doctorado en la Universidad de Valencia y realizar una tesis en la Universidad de Barcelona.
“Al final tú te dedicas a hacer lo tuyo, tú vienes a estudiar, vienes a investigar y estás prácticamente todo el día en eso. El cambio es fuerte, pero tampoco es algo que asusta”, señaló. No obstante, sí ha enfrentado algunos retos por el hecho de ser una mujer de ciencias.
“Es difícil siempre para la mujer, porque por algún motivo nos infravaloran, pero yo lo he tomado como como un arma secreta, ahí en silencio poco a poco avanzando y cuando menos se han dado cuenta pues he logrado sobresalir. Cuesta mucho porque te das cuenta que por ser mujer algunas veces te ponen de lado, realmente la ciencia está dominada por hombres, la mayoría de los grandes científicos son varones ya lo vemos en los premios Nobel, son pocas mujeres y muchos varones, pero eso está cambiando. Europa es abierta, acoge a la gente, eso cambia y yo lo dejo solo como una experiencia, tanto lo bueno y lo malo que me ha pasado”, aseguró.
Por otro lado, explicó que ella se cataloga como una persona ‘24/7′, haciendo referencia al arduo trabajo que representa vivir de la ciencia.
“Yo nunca paro, porque cuando tú escribes un artículo de investigación o estás haciendo algún trabajo, no te dedicas solo las ocho horas, sino que estás en casa y dices: ‘ah, mira, ahora he leído y tengo que ponerme a escribir’. Entonces no tienes un horario fijo, eres un científico, tu cabeza siempre está pensando”, enfatizó.
La investigadora peruana no solo tiene una gran pasión por el mundo de la ciencia, sino que también destaca por el lado humano que ha equilibrado su vida y su dedicado trabajo.
Elegir la neumonía como su principal punto de investigación no fue algo casual, sino que responde al deseo de Catia de aportar un ‘granito de arena’ para mejorar las condiciones de miles de personas alrededor del mundo que padecen esta enfermedad potencialmente mortal, especialmente en países poco desarrollados como el nuestro.
“Mi tesis doctoral se centró en toda la etiología microbiana de la neumonía y fue a partir de ese momento que me centré 100 % a dedicarme a esa enfermedad, porque cuando tú haces una tesis doctoral, para defenderla tienes que saber bien de lo que estás hablando [...] ahí me di cuenta de la importancia de esta enfermedad, que tiene una vacuna y se puede prevenir; sin embargo, hasta ahora vemos que tiene una gran mortalidad a nivel mundial [...] Lo que veo es la desigualdad, aquí en los países ricos la neumonía mata, pero a gente que tiene muchas enfermedades, es mayor o tiene problemas en el sistema inmune, es difícil tratarlos; pero en países pobres mueren niños pequeños, o sea es algo que no se debería ver. En nuestro país, Perú, vemos cada año en las noticias que mueren niños, sobre todo en las zonas altoandinas y eso yo no lo veo como algo justo sabiendo que existe una vacuna y muchas formas de prevenir”, lamentó.
En tal sentido, uno de sus aportes está relacionado al desarrollo de un método de diagnóstico que permite una detección más rápida del patógeno que causa la neumonía, disminuyendo el tiempo de casi 24 horas a tan solo dos. Gracias a esto, se podría lograr un mejor pronóstico, no obstante, señaló que hay todavía algunas limitaciones relacionadas, por ejemplo, a temas de estandarización del procedimiento.
Cabe mencionar que la doctora Cilloniz también es fundadora de la Asociación de Apoyo e Información a Familiares y Pacientes con Neumonía, que tiene como objetivo brindar información a las personas que han padecido la enfermedad para prevenir que tengan complicaciones de salud en el futuro. Esta a su vez forma parte de la Asociación de Apoyo e Información a Familiares y Pacientes con Neumonía, y para Catia representa la oportunidad perfecta para sensibilizar sobre la peligrosa enfermedad.
“Cuando tú publicas tus artículos, tú los entiendes y todos los investigadores y los médicos los entienden, pero el público en general no entiende lo que dices [...] de nada sirve tener un artículo publicado si tú no ayudas a nadie; porque a mí publicar tantos artículos lo único que me da es que mi currículum sea bueno, pero es algo que a mí no me interesa, a mí me interesa ayudar a los demás y lo hago a través de esta asociación. Allí yo puedo traducir todos estos artículos a un idioma más sencillo para que las personas los puedan entender y eso es, creo yo, un punto muy importante”, destaca.
El tiempo que nuestra compatriota ha pasado dedicada a las investigaciones no ha sido en vano y le ha traído grandes satisfacciones. Hoy en día, es madre de mellizos a quienes asegura le encantaría heredarles la pasión y curiosidad que ella tiene.
Establecida en Barcelona, y viviendo el sueño que tanto le costó alcanzar, también se dedica a la docencia y apoya a los jóvenes universitarios con sus trabajos de fin de ciclo y estudios de investigación.
Por otro lado, se ha hecho acreedora de múltiples reconocimientos, como el Premio Extraordinario del doctorado a la mejor tesis de Medicina en la Universidad de Barcelona y fue reconocida como Fellow de la European Respiratory Society (ERS). También es creadora de la Campaña Mundial de Concienciación de la Neumonía, experiencia que contó con mucho orgullo a Infobae Perú.
“Yo lidero esta campaña que intenta dar visibilidad a la neumonía a nivel mundial. Hemos tenido muchísima suerte que nos ha apoyado una coalición mundial que tiene las organizaciones más grandes que luchan contra la neumonía, tenemos Unicef, Save the Children, Bill & Melinda Gates Foundation, y entonces esta campaña es miembro de esta coalición y gracias a eso nosotros logramos cada año a hacer una conferencia mundial. Este año tocó hacerla en Perú porque vimos el impacto del COVID en el país y la mortalidad en neumonía que es muy alta. El próximo año lo que pensamos hacer, y que hacemos cada dos años, es iluminar monumentos de color azul por el Día Mundial de la Neumonía [...] hace dos años logramos iluminar 350 monumentos en 52 países a nivel mundial, en 2024 esperamos superar la cifra”, sostuvo.
La científica peruana también se refirió a la influencia que sus logros pueden representar para jóvenes que, como ella, buscan desempeñarse en las áreas de ciencias.
“Me alegra mucho saber que puedo ayudar en eso a otras personas, que puedo influenciar a otras personas a que sigan este camino. Yo creo que todas las carreras tienen su parte empática, todos tenemos la oportunidad de hacer algo por los demás, es algo que hemos dejado de lado pero creo que es importante que lo recordemos y darnos aunque sea cinco minutos para ello”, expresó.
También compartió un potente mensaje que describe el largo y complicado camino que ha recorrido para llegar a ser reconocida. “Hay que sacar adelante esta espinita que uno tiene, la curiosidad, y no tener miedo a lo que va a pasar, si uno fracasa, fracasa y es una experiencia; si a uno le va bien, le va bien y es una buena experiencia [...] Los sueños se cumplen siempre y cuando tú estés detrás y no te canses a la primera caída. Uno cae y muy profundo, pero ya no puede caer más al fondo, así es que lo que toca es ir hacia adelante, es de verdad, es mi experiencia”, finalizó.