La informalidad es el problema más sostenido en Perú. Actualmente, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) calcula que más del 70% de peruanos trabajan en la informalidad y precariedad. De las 17 millones 319.900 peruanos que laboran en el país, solo el 26,5% lo hace para una empresa formal y reciben sus beneficios por ley.
Esta problemática ha recrudecido por la pandemia, sobre todo en jóvenes, según un informe de Latina Noticias, —la población de 14 a 24 años aún no recupera sus niveles de empleo formal antes del COVID-19, pasando de 800 mil ocupados en Mypes en el segundo trimestre del 2022 a 710 mil en el mismo periodo del este año—. Y parte de su complejidad es que tiene diversas aristas: por ejemplo, la informalidad laboral también afecta a 4 millones de personas que trabajan en empresas formales, pero sin beneficio —un fenómeno referido como “la informalidad dentro de la formalidad” y que afecta al 67% de la población económicamente activa—.
Uno de los grandes retos del Perú recae en esta dificultad, una que atraviesa la estabilidad laboral, la recaudación tributaria, entre otros diversos factores más. Por eso, la informalidad suele ser ese gran campo donde las propuestas que se formulen no pueden ser suficientes. Así, durante el último seminario anual del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), Norman Loayza, el director del Grupo de indicadores mundiales del Banco Mundial dio alcances sobre esta problemática en Perú. ¿Cuáles fueron sus aportes para este país?
Informalidad en Perú puede reducirse, pero el crecimiento debe ir de la mano
Según el director del Banco Mundial, Norman Loayza, la informalidad, un problema global, llega a ser de, en promedio, 60% en Latinoamérica. El experto anotó, además, cómo se encuentra Perú en torno a este: en un país promedio este fenómeno contribuye 30% al Producto Bruto Interno (PBI), así como da trabajo al 70% de la mano de obra de la nación. Pero Perú supera este caso, ya que esta genera entre el 40% o 50% del PBI nacional, y emplea al 70% de la población trabajadora.
En este contexto, el experto del Banco Mundial otorgó una visión positiva, señalando que el Perú podría reducir la informalidad a la mitad en los siguientes diez años. Asimismo, menciono un plan de acción que concentra tres directrices. Estas son las siguientes:
- No castigar la informalidad
- Mejorar el entorno empresarial
- Confiar en el crecimiento económico
Este último punto, sin embargo, es el controversial, porque para lograr reducir la informalidad a la mitad en diez años, Norman Loayza señala que el Perú debe tener un crecimiento económico sostenido de 3%, y como se sabe, el país enfrente una de sus peores crisis económicas de las últimas décadas, con una contracción de 0,4%, según el último informe de BBVA Research. En base a este entidad, recién en el 2025 la economía peruana rebotaría a 3,5% (siendo de 2% en 2024).
Niveles de informalidad en regiones
Un informe del INEI este año resaltó que seis ciudades del país tienen más de un 70% de tasa de informalidad. Esta es la lista de ciudades capital del país y sus niveles de informalidad, lo que supone una población trabajadora que no recibe beneficios como el cobro de CTS, seguro de salud, gratificaciones, entre otros.
- Pucallpa, 76,1%
- Ayacucho, 74,8%
- Iquitos, 73,5%
- Tacna, 72,2%
- Puerto Maldonado, 71,4%,
- Moyobamba, 70,1%.
- Chiclayo, 69,2%
- Tumbes, 68,6%
- Abancay, 68,2%
- Chimbote, 68,2%
- Huancayo, 68,2%
- Huánuco, 66,7%
- Huaraz, 66,3%
- Puno, 65,5%
- Tarapoto, 65,4%
- Piura, 64,9%
- Cajamarca, 64,7%
- Huancavelica, 64,5%
- Trujillo, 63,9%
- Cerro de Pasco, 63,6%
- Cusco, 63,2%
- Chachapoyas, 59,9%
- Lima Metropolitana y Callao, 59,3%.
- Arequipa, 59%
- Moquegua, 58,5%
- Ica, 58,3%