Durante este 2023, el sol peruano ha sufrido algunos cambios. Con el dólar al alza y otras veces a la baja, se ha visto un movimiento importante de la moneda latinoamericana. Sin embargo, se ha mantenido tan establece como para referido a inicios del año como el dólar latinoamericano.
Melvin Escudero, economista de la Escuela de Posgrado de la Universidad del Pacífico (UP), indicó a este medio en mayo de este año que, si bien consideraba algo exagerado llamarlo así, sí reconocía que “el sol es considerado así (...) porque es la moneda más estable y con menor volatilidad de la región. En los últimos tres años hubo muchos problemas desde el punto de vista estabilidad; especialmente con el tema de la pandemia y el resurgimiento de la inflación”. Por su lado, el economista y catedrático de ESAN, Jorge Guillén consideraba que el sol “puede ser una opción de inversión, porque como la tasa del en soles está alta, es una buena opción”.
Dado que hubo más volatilidad en temas de inflación y tasa interés en otros países de la región —como Chile, Colombia, México y Brasil—, eso implicó que hubo una mayor devaluación de las monedas de esas naciones. “Esto permite para muchos economistas decir que el sol es la moneda más sólida de la región”, decía Escudero a este medio.
¿Qué ha sucedido este año con el sol? Infobae Perú habló con Ana Lucía Rondón, asociada de Inversiones de Prima AFP, y Jorge Luis Ojeda, profesor de Finanzas de la Universidad Peruana de Ciencia Aplicadas (UPC), para poder hacer un diagnóstico del la moneda peruana este año y lo que le espera para el 2024.
¿Por qué el sol era considerado una moneda tan estable como para llamarla el dólar latinoamericano? Para entenderlo, primero, hay que entender cómo se dan las variables que forman el valor de la moneda peruana. Jorge Luis Ojeda, profesor de Finanzas de la UPC, señala que la primera variable tiene que ver con las cuestiones estructurales o fundamentales económicas, y la segunda es la cuestión de expectativas: la especulación.
“(Con respecto a la cuestiones fundamentales económicas) tenemos resultados macroeconómicos muy estables. Tenemos unas reservas internacionales respecto a nuestro PBI muy favorables, tenemos un endeudamiento muy bajo, pese a que terminamos con una deuda relativamente alta por el tema de la pandemia. Pero, frente a esto, nuestras cifras macroeconómicas son sanas, son muy sólidas. Es por ello que el tipo de cambio también refleja esto, una solidez”, resalta Ojeda la solidez del sol.
La otra variable, la especulativa tiene que ver con las expectativas de la moneda. “A raíz de las protestas, de todo lo que vimos en el año anterior, se generó mucha inestabilidad política y esa siempre se traslada a la economía. Es por ello que luego de pasado esta etapa, las personas toman una actitud más de resguardo, comienzan a ahorrar en dólares y no en solo en soles”, explica el profesor en Finanzas.
En contraposición, Ana Lucía Rondón, asociada de Inversiones de Prima AFP, divide el año en dos partes. Es en la primera mitad en que el sol se ha fortalecido y donde ha ganado su fama de “dólar latinoamericano”.
“En la primera mitad del año el sol y el resto de monedas de la región tuvieron un desempeño muy bueno, con un entorno más favorable para los activos de riesgo a nivel global, sobre todo por un crecimiento económico a nivel general o global, poco mas resiliente que se estaba esperando a inicio de año, sobre todo por la parte de Estados Unidos, que se compensó un poco la parte de China y Europa que vinieron mas débiles”, expone Rondón.
Este entorno más favorable ayudo no solo al sol, sino a las monedas latinoamericanas de los países vecinos. Y estas lo supieron aprovechar, con los banco centrales, que fueron más proactivos subiendo las tasas de interés.
“Dado que estaban bastante altas te dejaban un diferencial importante versus las tasas de Estados Unidos que recién estaban empezando a subir en ese momento”, agrega la experta.
Agregado a esto, las monedas latinoamericanas, señala Rondón, venían de niveles depreciados en los años anteriores, donde el dólar se había fortalecido muchísimo, por la pandemia, así como por temas políticos a nivel regional.
En el caso peruano, “todo el tema de después de las elecciones del 2021, el tema político que vivimos, y posteriormente la entrada de Dina Boluarte y la incertidumbre que hubo acerca del nuevo gobierno, y también el malestar social que vivimos también casi hacia fin del año pasado”. Y si bien eso fue lo que hizo al sol tan fuerte en la primera parte del año, esto cambio en en el segundo semestre.
El 17 de julio de 2023, el tipo de cambio tuvo su valor más bajo luego de un cicló en que el sol estuvo apreciándose, así el dólar llegó inclusive a S/3,5590. Es a finales de ese mes que empieza una tendencia depreciatoria de la moneda peruana, que llevo a que el precio del dólar fuera de S/3,8810 el 20 de octubre. ¿Qué sucedió?
“A partir de la segunda mitad, las tasas del tesoro americano empezaron a subir de manera relevante y pasaron a tener incrementos importantes. Solamente desde agosto hasta octubre la tasa subió con mucha fuerza, con un trasfondo detrás, que era mayores temores de de riesgo fiscal en Estados Unidos”, explica Ana Lucía Rondón.
La postura restrictiva de la Sistema de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, llamada Hawkish, suponía subir las tasas de interés “dado que la economía venía bastante fuerte”, acota Rondón. “Entonces todo eso generó el movimiento de las tasas de interés en Estados Unidos al alza, y eso le dio muchas fortaleza al dólar en la segunda mitad del año”, cuenta la experta.
¿Se puede decir, sin embargo, que el sol se ha depreciado este año? En diciembre del año pasado, el dólar se encontraba encima de S/3,82. A estos primeros días del último mes del 2023, se encuentra bajo S/3,77. “No se podría hablar de una depreciación, sino de una apreciación del sol”, aclara Jorge Luis Ojeda.
Esto es, si se ve en los extremos del año. Sin embargo, durante el año, como también señalaba la especialista Rondón sí ha habido una depreciación acelerada del sol. Así, se formo una especie de valle. “El tipo de cambio cayó y luego ha vuelto a subir”, explica Ojeda.
Así, si bien el sol ha sufrido la influencia del dólar en Estados Unidos —lo que lo hizo apreciarse, debido al debilitamiento del dólar a nivel mundial. “Porque se ha ido enfriando la economía americana, a causa del incremento de las tasas de interés de la Fed. Y, por otro lado, también por un debilitamiento del empleo en Estados Unidos”, según resalta el profesor en Finanzas—, esta influencia también lo hizo depreciarse hacia la segunda parte del año.
El sol se sigue manteniendo como una de las monedas más estables de la región. “Se le da el nombre de dólar latinoamericano porque está avalado por el buen manejo del Banco Central de Reserva, que es un manejo súper técnico y profesional. Eso le da bastante credibilidad a la moneda, y a parte tienes fundamentales macroeconómicos, que siguen muy sólidos, pese a que tenemos un año con crecimiento menor. Tienes indicadores como reservas, deudas bastante baja. Todo eso le da un soporte adicional al sol frente a sus pares de la región. Y esta estabilidad se da pese a la crisis política que hemos tenido. Creo que eso sigue”, señala Ana Lucía.
Sin embargo, qué le depara a este moneda en el 2024. ¿Seguirá brillando el sol?: “La tendencia es que suba, pero que suba lentamente”, acota Jorge Luis. “Es importante entender que eso es lo que se puede entender con las variables que conocemos en este momento”, agrega. Algún cambio en el contexto mundial, como que se encienda un nuevo foco bélico o haya un problema financiero mayor, como alguna institución o economía grande caiga, puede hacer que el dólar comience a subir.
“En general, esperamos que el próximo año el próximo mantenga relativamente estable. Más o menos, el sol lo vemos en un rango de S/3,75 y S/3,85, Lo diferente al año pasado es que este 2024 ya tienes un escenario base como una Fed que no se espera que siga subiendo mucho más la tasa de interés. Por el contrario, se espera que vaya a recortar las tasas, como lo están haciendo los bancos en Latinoamérica. Y también se espera una economía americana con una recesión, una economía menos fuerte. Ambos factores le quitarían fortaleza al dólar”, explica la especialista de Prima AFP.
Si bien esto es lo que se esperaría para el 2024, un reciente informe de BBVA Research también da otra aproximación a las expectativas del dólar. Este resalta la volatibilidad del mercado cambiaria de estos últimos dos meses en Perú. La entidad estima que “la moneda peruana mostrará cierta debilidad en adelante debido a que la flexibilización monetaria en Perú avanzará más rápido que en EE.UU.”
Esto hará que disminuya “el atractivo para mantener activos en moneda local, lo que será acotado por el bajo déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos”. Aun cuando este estudio concuerda con el escenario del rango del dólar que planteaba la experta Rondón, lo resaltante es que para finales el 2024, se podría esperar una mayor depreciación del sol, con el tipo de cambio moviéndose hacia S/3,85 y S/3,95, lo que acabaría un apagaría un poco la brillante reputación de la moneda peruana.