En el marco de la Batalla de Ayacucho y el Día del Ejército del Perú, la presidenta de la República, Dina Boluarte, brindó algunas palabras en conmemoración de estas fechas. Sin embargo, su discurso no ha pasado desapercibido tras reafirmar el “compromiso” de la institución dejando de lado la represión que se reportó por las fuerzas del orden.
“Podemos decir que nuestro glorioso Ejército del Perú a lo largo de este tiempo se ha hecho presente en diferentes escenarios en defensa de nuestra soberanía. También, ha hecho frente a grandes amenazas externas e internas, pero al mismo tiempo ha contribuido activamente en el proceso de desarrollo nacional en beneficio de la población más vulnerable”, manifestó en la mañana.
La jefa suprema de las Fuerzas Armadas destacó la labor de los que se encuentran al servicio de la institución e indicó que siempre “están a la altura para proteger los intereses sagrados de la patria”. “Son garantes de la paz y de la seguridad nacional”, agregó.
En otro momento, hizo referencia a los héroes de la Batalla de Ayacucho y destacó que el éxito es alcanzable cuando se dejan de lado los “intereses personales” en aras de luchar por un propósito. “Nos demostraron que cuando se actúa con desprendimiento, deponiendo intereses particulares para luchar por una causa superior, la victoria está garantizada”, continuó.
Batalla de Ayacucho
Como se recuerda, la Batalla de Ayacucho sucedió el 9 de diciembre de 1824 en la Pampa de la Quinua, donde hubo un enfrentamiento militar entre las fuerzas revolucionarias y el Ejército peruano. Esto determinó y confirmó la liberación del Perú y también de América Latina.
Es así como es vista como un momento crucial en la historia latinoamericana, mostrando la determinación de los pueblos de la región para lograr su autonomía y autodeterminación.
La acción militar de Guillermo Miller y sus jinetes logró superar a los efectivos realistas, obligándolos a replegarse. Esto permitió que, junto con el avance terrestre liderado por José de la Mar, el quiebre en la moral de las tropas realistas, por lo que produjo la captura del virrey La Serna.
Una año sin justicia
Dina Boluarte ha cumplido un año desde que llegó a Palacio de Gobierno luego de que Pedro Castillo anunciara un golpe de Estado, el cual no se llegó a concluir y terminó con su vacancia. Una situación que también lo llevó a contar con prisión preventiva.
Desde esa fecha comenzaron las manifestaciones en contra de la ahora presidenta de la República y el Congreso, con la finalidad que se desarrollen nuevas elecciones. No obstante, a pesar de varios proyectos que se han presentado, ninguno llegaba a concretarse. Entonces, existió una dilatación en el tema.
Las movilizaciones continuaban no solo en Lima, sino también en el sur del país. Desde la gestión de Dina Boluarte se dispuso la salida de militares y la Policía Nacional del Perú (PNP) para “controlar” el orden, pero en medio de los enfrentamiento se reportó más de 50 fallecidos entre diciembre a febrero; algunos de ellos habría muerto por un impacto de proyectil.
Ante ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó al territorio peruano para recoger los testimonios de las familias de las víctimas, instituciones y autoridades. Ante ello, en un informe concluyeron que se puede calificar como una “masacre” que habría realizado el régimen de Boluarte.
Además, enfatizó que “las muertes podrían constituir ejecuciones extrajudiciales”, como también hubo el “uso excesivo de la fuerza” por parte de las fuerzas del orden. Este informe fue rechazado por el Ejecutivo. Hasta la fecha, las familias no encuentran justicia por sus seres queridos.