La Navidad es sin duda una de las tradiciones más importantes a nivel mundial. Aunque nació de la tradición religiosa, se ha instaurado en muchos lugares y con ella suele llegar una temporada de compras, algarabía y mucha nostalgia, donde predomina la unión familiar y el tiempo de calidad con personas cercanas.
Sin embargo, es imposible no mencionar un elemento sumamente importante dentro de esta tradición: la cena navideña, uno de los instantes más esperados ya que generalmente se suelen compartir platillos deliciosos y diferentes de los que se consumen en un día común.
Lo cierto es que el pavo suele ser el protagonista de este momento en diferentes partes del mundo, incluyendo al Perú. Pero, ¿alguna vez te has preguntado en qué momento su consumo se volvió una costumbre que se mantiene vigente?
¿Por qué comemos pavo en Navidad?
Una primera versión que podría responder a este misterio está ligada a la llegada de los Europeos al Nuevo Mundo, ya que muchas de sus tradiciones se instauraron como parte de la cultura de los pobladores de América, dando origen a un fuerte sincretismo que se plasmó en la forma en que cada lugar celebra la Navidad.
En el caso del pavo, es importante mencionar que ave ya era consumida durante casi todo el año por indígenas de la parte norte de América. En tal sentido, cabe mencionar el ejemplo de los Aztecas, quienes comían el ave en épocas de celebración. Ellos, por supuesto, no conocían la Navidad, pero sí festejaban el solsticio de invierno, ligado a su rica cosmovisión.
Este acontecimiento se daba justamente en diciembre y la fiesta se llamaba Panquetzaliztli, donde también se realizaban otro tipo de actividades como el juego de la pelota, y demás. Esa zona del continente donde habitaban los Aztecas no estuvo exenta de la conquista y las duras políticas que se aplicaban para extirpar las fiestas paganas e ideologías alejadas del cristianismo y, aunque eventualmente los europeos lograron su cometido, la Navidad que trajeron al continente empezó a incluir el pavo como parte de la tradicional cena.
Tal fue la fascinación de los extranjeros por esta ave de corral que se dice llevaron en sus barcos algunos ejemplares que continuaron consumiendo en fiestas. Su tamaño la hacía perfecta para alimentar a toda una familia y su rápido crecimiento promovía su crianza meses antes de la llegada de diciembre. Un verdadero éxito.
Por otro lado, también existe la teoría que asegura que la tradición vino directamente desde los Estados Unidos. Narran algunos historiadores que en 1621 los colonos ingleses celebraron con los indígenas de Massachusetts para agradecer la cosecha de la temporada de otoño, fecha conocida como el Día de Acción de Gracias. Aquí se consumió el pavo como plato principal, lo que llevó a aumentar su popularidad y traspasar fronteras, convirtiéndose en el máximo exponente de la cena navideña.
Opciones para acompañar el pavo navideño
El pavo, al ser el rey de las mesas durante las fiestas navideñas, necesita sus infaltables guarniciones para potenciar su sabor y brindar un festín culinario con toda la familia. En tal sentido, algunos de los acompañamientos más populares son el puré de papa o de manzana, las ensaladas como la rusa, waldorf, navideña, entre otras; pero también algunas bebidas, como las gaseosas o incluso el chocolate caliente que se disfruta en casi todos los hogares.
Tampoco se puede dejar de lado la variedad de arroces que se pueden incluir, como es el caso del arroz árabe, arroz oriental, blanco, y demás. Sin duda, se trata de un platillo muy versátil que se adapta a todo tipo de acompañamientos y hoy en día también se puede encontrar acompañado de papas fritas, ensaladas tropicales, tamalitos, entre otros. La creatividad es el único límite.
La mejor receta de pavo al horno tradicional
Ingredientes:
- Sal
- Ajo
- Romero
- Pavo entero
Para el aderezo
- 5 a 6 cucharadas de ají panca
- 4 cucharas de ají mirasol
- ½ taza de salsa de soya clara
- ½ cucharadita de mostaza
- 1 cucharada de ajo rallado o molido
- Orégano seco
- Comino y canela china al gusto
- ½ taza de chicha de jora
- 1 pizca de sal
Para el relleno
- Cuadril en cubos
- Pimienta negra
- Cebolla en cubos
- Ajo picado
- 5 a 6 cucharadas de ají panca y mirasol
- Cabanossi
- Manzana en cubos
- Pasas
- Pecanas picadas
- Perejil
Preparación:
- Descongelamos el pavo, lo lavamos cuidadosamente y reservamos. En un recipiente con agua, añadimos una cantidad moderada de sal, tres dientes de ajo y dos ramas de romero, removiendo la mezcla.
- Vertemos esta mezcla dentro del recipiente del pavo, cubrimos el pavo y lo refrigeramos durante 4 horas.
- Para la preparación del aderezo, tomamos un recipiente y lo llenamos con pasta de ají panca, ají mirasol, salsa de soya clara, mostaza, ajo rallado, comino, orégano seco, canela china, pimienta, chicha de jora y una pizca de sal. Removemos todos los ingredientes hasta que se integren y reservamos a un lado.
- Después de las 4 horas de refrigeración, retiramos el pavo del recipiente y lo secamos. Luego, aplicamos el aderezo preparado, asegurándonos de cubrir completamente el pavo. Es importante untar la mezcla debajo de la piel del pavo para una maceración completa. Refrigeramos el pavo durante toda la noche.
- Al día siguiente, continuamos con el relleno. Sofreímos el cuadril, añadimos una pizca de sal y pimienta negra, luego incorporamos cebolla en cuadritos, ajo picado, ají panca y ají mirasol. Dejamos que dore un poco. Agregamos el cabanossi cortado, la manzana cortada, pasas, pecanas y perejil. Mezclamos y dejamos reposar unos minutos antes de apagar el fuego. Permitimos que la mezcla se enfríe.
- El pavo debe estar descongelado a temperatura ambiente. Rellenamos el pavo y luego unimos los muslos con una pita. Cubrimos todo el pavo con papel aluminio y lo introducimos al horno a 180 grados durante 2 horas. Después, añadimos mantequilla y volvemos a bañar la piel del pavo con la salsa caliente, y horneamos nuevamente a 200 grados durante una hora.
- Finalmente, solo queda servir y deleitarse con este exquisito plato.