Es 7 de diciembre de 2022. La prensa peruana actualiza cada minuto la situación del presidente Pedro Castillo, quien alrededor del mediodía anunció la disolución del Congreso de la República, perpetrando así un golpe de Estado. Minutos después de salir del Palacio de Gobierno, es detenido en la avenida Inca Garcilaso de la Vega, antes de llegar a la Embajada de México; donde tenía planeado refugiarse. Mientras todo esto ocurría en Lima, la primera vicepresidenta de la República, Dina Boluarte, se preparaba para asumir el mando del país.
Así lo logró con el apoyo del Parlamento que, con 101 votos a favor, destituyó al encarcelado ex mandatario y citó a la actual presidenta a asumir el cargo que deberá cumplir hasta el 2026. En sus primeras palabras como jefa de la nación peruana, Boluarte juró “por Dios, la Patria y la Constitución”.
Asimismo, para lograr una estabilidad en Perú, la primera mujer presidenta en la historia nacional pidió que haya una unidad entre los diferentes actores políticos y llamó a que se abran todos los canales de diálogo; sin embargo, pareciera que este esperanzador discurso que no incluyó a la prensa.
El 8 de mayo de 2023 fue la última vez que la presidenta Boluarte ofreció una entrevista a un medio de comunicación peruano. Entrevistada por El Comercio, en aquella ocasión respondió a un cuestionario de preguntas que, entre otras cosas, la consultaban por las muertes de los ciudadanos durante las protestas en las regiones del país, así como violaciones de derechos humanos y los atentados contra los hombres de prensa, quienes en el marco de sus funciones, revelaban la crueldad del accionar policial.
Si bien desde esa oportunidad la mandataria no volvió a brindar declaraciones a los medios de comunicación, este fue, tal vez, su accionar menos accidentado es esta esfera; ya que, en lo que va del 2023, algunos sectores de la prensa han denunciado tratos hostiles por parte del gobierno de turno durante las protestas, sin dejar de lado por supuesto, los masivos despidos perpetrados en el canal de Estado (TV Perú y Radio Nacional) y los más de 230 ataques a periodistas desde el 7 de diciembre del año pasado.
Y esto lo conoce muy bien la Asociación Nacional de Periodistas (ANP), que calificó el accionar de la presidenta peruana como una situación de alerta permanente y calificó la situación actual que vive la prensa como un “asedio bastante preocupante”.
“Nada ha cambiado, tenemos un año en el que no hay ningún responsable por las agresiones a nuestros colegas, y son doce meses donde se ha hecho un poco el paripé de la investigación. De hecho, algunos colegas, la Fiscalía de Derechos Humanos, por lo menos en Lima, los llamó a declarar, pero han pasado doce meses y no hay nada. No hay ningún responsable”, lamentó la presidenta de la ANP, Zuliana Lainez, en una entrevista con Infobae Perú.
Situaciones como estas resultarían preocupantes, ya que, recurriendo al archivo se han denunciado casos de colegas que han perdido la visión por ataques con perdigones por parte de la PNP.
Los datos que son excesivamente preocupantes es que uno de los actores que acumula gran parte de las agresiones hacia periodistas son las fuerzas del orden.
“Aquellos que tendrían que garantizar la actividad periodística, se han convertido en el último año en responsables de más del 50% de las agresiones que tenemos registradas”, denunció la representante del gremio de periodistas.
La salida de los periodistas Carlos Cornejo, Ximena Carrasco, Enrique Chávez y muchos otros del canal del Estado elevó las especulaciones de una mala relación de Dina Boluarte con un sector de la prensa que no es afín a sus intereses. A pesar de que no se tienen pruebas concretas de un posible despido, el director ejecutivo del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), Rodrigo Salazar, aseguró que “no es coincidencia que varios periodistas del canal incómodos, también en el pasado, salgan porque no se les renovó el contrato”.
“Creo que hay mucho terreno para la especulación, me suena rarísimo. Sí me quedan todas las dudas, preocupaciones [...] Acá hay un manejo criollo del canal. El problema es que Canal 7 se convierta en la chacra de la presidenta de la República y preocupa que ese sea el camino que se quiera seguir”, señaló en julio durante una entrevista con El Comercio.
La preocupación también se siente en los pasillos de la ANP. Su presidenta aseguró para nuestro medio que históricamente quienes han gobernado siempre han asumido que el canal del Estado es el canal del gobierno, “casi la máquina propagandística del gobierno de turno y eso es terrible”.
“Se tiene que entender que el canal del Estado no es el canal del gobierno y mucho menos una máquina propagandística, sino que tiene que guiarse por respetar los principios básicos del periodismo y se debe a la ciudadanía al final”, señaló Lainez.
En palabras de la presidenta de la ANP, el canal del Estado está en una situación crítica. La mala fama que se ha ganado la presidenta con la prensa la habría acorralado a refugiarse en TV Perú y Radio Nacional, luego de designar a su jefa de Comunicación e Imagen, Ninoska Chandia, como la nueva presidenta del Instituto de Radio y Televisión del Perú (IRTP).
“No podemos hablar de que tenga independencia editorial. En Radio Nacional también se han producido cambios, de hecho, nosotros pudimos notificar en su momento de la salida de varios periodistas, y esas salidas de lo que hablan es de decisiones para callar a voces que han sido críticas”, remarcó.
Así como Boluarte pareciera repeler todo vínculo con un sector de la prensa independiente, también mantendría buena relación con medios de comunicación que juega con sus intereses comerciales.
“Eso es absolutamente condenable. Pero también creo que no debemos quedarnos instalados en el discurso de toda la prensa se vende porque en medio de las crisis como las que estamos viviendo, también es el papel de la prensa el que es absolutamente relevante para poner el foco en situaciones de corrupción generalizada”, aclaró Lainez
Sin embargo, la titular de la ANP agregó que existe un ecosistema de medios en el país que da muchas más opciones para que no se instale el silencio respecto a algunas cosas.
“Ahora hay un buen bloque de prensa de soporte digital, de fotoperiodistas independientes, los medios locales están trabajando, están también bastante más activos en cobertura; el ecosistema de hecho se ha ampliado bastante más y eso hace que ya no sólo la única fuente de acceso a información sea la gran prensa en el país”, complementó.