El exasesor Jaime Villanueva, considerado mano derecha de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, desistió este martes de apelar la detención preliminar que pesa en su contra, al admitir la autoría de unos chats que lo implican en una presunta red criminal liderada por la titular del Ministerio Público.
En una audiencia presidida por la Quinta Sala Penal de Apelaciones Nacional, el abogado Luis Javier Capuñay confirmó que su cliente coordinó con congresistas, vía WhatsApp, la inhabilitación de la ex fiscal general Zoraida Ávalos, la elección de Josué Gutiérrez como defensor del pueblo y la remoción de los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), una información previamente expuesta por El Comercio.
Las conversaciones, según esta confesión, fueron realizadas por orden expresa de Benavides, quien compareció por la mañana ante la Comisión de Fiscalización del Parlamento sin responder a la mayoría de preguntas realizadas por los legisladores en torno al caso. El letrado ratificó, de igual modo, que Villanueva se ha acogido a la colaboración eficaz.
“Él ha reconocido los chats en los cuales se sustenta la decisión de detención preliminar. En tal sentido, ya no subsisten los fundamentos del recurso impugnatorio [...] Él ya ha emitido un pronunciamiento aceptando la autoría de estas comunicaciones electrónicas en declaración al Ministerio Público del día de ayer, por tanto, esa es la razón por la que ya no insistimos”, dijo la defensa durante la cita judicial.
Ante el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder (Eficcop), Villanueva declaró primero como investigado el fin de semana —cuando fue detenido— y, al convertirse en colaborador, contó más detalles que hunden a Benavides. “Es correcto [esta razón del desistimiento y la veracidad de los chats], señora magistrada”, replicó después de la intervención de su defensa.
Al presentarse en esta jornada ante el grupo parlamentario, Benavides negó su implicancia en esta presunta red de tráfico de influencias, por la cual se ejecutó la operación ‘Valkiria V’, en la que fueron detenidos tres de sus hombres de confianza, incluido Villanueva. Según la tesis fiscal, este exasesor negociaba votos con legisladores a cambio de archivar procesos penales, entre ellos los investigados como ‘Niños’.
La jefa del Ministerio Público ha cuestionado que los medios tengan esa declaración si “la investigación es reservada”, señaló que la afirmación “es totalmente falsa” y señaló que “una persona detenida de su libertad puede decir falacias para obtener ella”.
“Se viene a manchar la imagen mía, a decir [que soy] líder de una organización criminal, cuando lo que uno hace es trabajar día y noche”, se quejó antes de terminar su participación, mientras los diputados le exigían que responda a las preguntas pendientes.
Acogido a la colaboración eficaz, Villanueva saldría libre este miércoles, de acuerdo con Perú 21, mientras que Benavides se aferra al cargo. Apenas conocida la investigación, la titular del Ministerio Público cesó a Marita Barreto, coordinadora del equipo que investiga este caso, y aseguró que se trataba de “un acto torpe” para intentar bloquear las pesquisas contra los máximos representantes del Gobierno.
En ese mismo mensaje, además, presentó una denuncia constitucional en el Congreso por el delito de homicidio calificado contra la presidenta Dina Boluarte; el primer ministro, Alberto Otárola, y otras altas autoridades, un anuncio que la mandataria tildó de “deleznable maniobra política”.
“La fiscal de la Nación debe responder a esta investigación que nos ha sorprendido hace unos días. Creo que ha perdido objetividad para que pueda continuar en el cargo”, dijo Boluarte días después, en una atípica comparecencia a la prensa.
Con este escándalo, las mujeres más poderosas del país se han enfrascado en un choque inédito que la legisladora Susel Paredes (Cambio Democrático – Juntos por el Perú) ha comparado con una novela mexicana.