La muerte de los 10 trabajadores de la minera Poderosa, a manos de una organización criminal ligada a la minería ilegal, sigue dando de qué hablar entre los pobladores de Pataz, provincia de la región La Libertad.
A dos días de la masacre que ha demandado la intervención del gobierno central, se han conocido escabrosos detalles sobre la forma en que los delincuentes accionaron los explosivos para acabar con la vida de los mineros que tenían secuestrados.
Todo habría empezado a la 1 de la mañana del 2 de diciembre, cuando un gran número de hombres armados con fusiles irrumpieron en el nivel 2995 de la mina Poderosa y tomaron de rehenes a varios trabajadores.
Según indican los sobrevivientes, el objetivo de los malhechores era apoderarse de los minerales, presumiblemente oro, que se habían extraído en los últimos días. Sin embargo, esto fue impedido por el equipo de Seguridad Patrimonial de la mina.
Ellos, al conocer sobre la presencia de estos individuos dentro de sus instalaciones, rápidamente organizaron una brigada de agentes de la empresa contratista Huayna y avanzaron hacia el interior del socavón para expulsar a los intrusos.
Testimonios del personal de seguridad
Precisamente, un trabajador de seguridad de Huayna, quien optó por mantener su identidad en el anonimato, narró lo que vivieron sus compañeros desde las 11 de la mañana, hora en que empezaron los enfrentamientos entre los pistoleros y personal relacionado a la mina Poderosa, junto al apoyo de efectivos de la Dirección de Operativos Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú y de la Comisaría de Chagual, que se aproximaron hasta la zona.
“El enfrentamiento empezó a las 11 de la mañana del sábado, previamente en la madrugada tomaron de rehenes a trabajadores. Fue en la bocamina, interior mina. Los delincuentes (parqueros) estaban pidiendo negociar por los rehenes, por lo cual la empresa Poderosa se negó a arreglar y por eso han ingresado y ha habido una balacera. Supuestamente nosotros estábamos ganando, luego ha habido una explosión, y ahí hubo 9 muertos (horas después se confirmó el deceso de uno de los heridos)”, comentó al medio local N60.
De acuerdo al trabajador de seguridad, esta no es la primera vez que son atacados por parqueros (delincuentes del sector minero), sin embargo, los reportes que realizan para prevenir situaciones de este calibre no son atendidos por las autoridades de la minera. Inclusive, los obligan a realizar funciones para las cuales no están preparados.
“Hubo demasiados casos, pero no suelen informarse adecuadamente y se lavan las manos los altos rangos. Nosotros trabajamos en interior de la mina, en nuestros contratos dice brindar servicios de superficie, cuando la empresa nos necesite, pero eso es mentira, trabajamos adentro en donde sacan el mineral. Cuidamos el mineral a que no se lo lleven los parqueros. Ellos tienen sus propios socavones, también hacen su hueco y conectan con los socavones de nosotros”, manifestó.
“Estamos exigiendo a la empresa Huayna, por los hermanos caídos, que se haga cargo de los familiares directos, remuneración sin ningún tipo de descuentos. Queremos que nos aumenten el sueldo, porque es un trabajo demasiado riesgoso. Nosotros firmamos un contrato y ahí nos dicen que vamos a manipular armamento de largo alcance. Hay compañeros que tienen un año, año y medio y aún no tenemos el L4, una licencia para manipular armamento”, aseveró.
La Gota del Norte
Un pelotón del Grupo Especial Contra el Crimen Organizado (Grecco) de la Policía Nacional llegó a la ciudad de Trujillo como fuerzas de apoyo para investigar el ataque en la minera Poderosa. El general PNP Fernando Reategui, jefe del comando de operaciones, indicó que el contingente se desplazará en helicópteros hacia Pataz, en donde ya se encuentran 50 efectivos realizando las primeras diligencias.
Precisó que los detenidos serían integrantes de la banda criminal “La Gota Norteña”, que se dedicaría al sicariato y extorsión en la zona. Precisó que se vienen cruzando las informaciones para determinar si este grupo está ligado con la mafia del ‘Tren de Aragua’.