En Pataz, provincia de la región La Libertad, recientes hechos delictivos han demostrado que reina la impunidad y desidia de las autoridades si de minería ilegal se trata. Pese a que esta zona se encuentra en estado de emergencia, a través del Decreto Supremo Nº 125-2023-PCM, varias son las denuncias que caen en saco roto sobre los atentados, extorsiones y homicidios que envuelven la tan ansiada búsqueda por el oro.
Pataz se encuentra ubicada a casi 800 kilómetros al norte de Lima, lo que implica un recorrido de 17 horas por vía terrestre para llegar desde la capital del Perú. Pese a que recibe casi 50 millones de soles anuales por alojar a las tres mineras más importantes del país, como lo son Poderosa, Aurífera Retamas y Consorcio Horizonte, sus pobladores no cuentan con carreteras, comisarías o centros de salud en buen estado.
El reciente atentado que sufrieron trabajadores de una de estas minas ha vuelto a poner sobre la palestra los graves crímenes que han cometido las organizaciones criminales ligadas a la minería ilegal. Según datos de la Policía Nacional del Perú (PNP), en lo que va del 2023, Pataz registra casi 30 crímenes relacionados.
Solo en los últimos 15 días, desde el 22 de noviembre, se han denunciado 13 muertes y decenas de heridos, entre ellos, miembros de la PNP, miembros de una familia y varios mineros. Todos estos ataques fueron perpetrados con armamento de guerra o explosivos, como la dinamita.
Policías heridos por explosión de dinamita
Cuatro agentes de la Policía Nacional quedaron gravemente heridos el pasado miércoles 22. Ellos se enfrentaron a delincuentes que intentaron robar minerales de un socavón de la mina Mangalpa.
Con el apoyo de los ronderos del distrito de Parcoy, intentaron interceptar a los malhechores, quienes respondieron lanzando explosivos. Según reportaron los lugareños, la criminalidad ha aumentado en la zona en los últimos meses debido a la explotación de minerales.
Padre e hijos asesinados a balazos
El 29 de noviembre, en plena vía pública, el rondero Fidel Cuevas Varas y sus hijos Richard y Loyer Cueva Hernández, fueron asesinados a balazos. Las primeras pesquisas policiales indican que el triple homicidio estaría relacionado a la minería ilegal.
Loyer Cueva había sido presidente de las rondas campesinas de Vijus, en la provincia de Pataz, y recientemente había encabezado un operativo en contra de estas bandas delictivas que atemorizan a sus vecinos y que quieren apoderarse del comercio y extracción del oro en la zona.
“Lamento mucho el asesinato del presidente de la ronda campesina de Vijus, él era un hombre honesto, correcto, se enfrentó sin miedo a los delincuentes que llegaron a la zona a cuidar a mineros artesanales y que luego con amenazas les quitaron sus labores (socavones), esto no se va a quedar así “, declaró a Exitosa el presidente de las rondas campesinas de Parcoy, provincia de Pataz, Walter Trujillo.
Masacre en Poderosa
El último crimen registrado fue este 2 de diciembre, cuando delincuentes peruanos y venezolanos, que trabajarían en conjunto con mineros ilegales, secuestraron a más de 20 trabajadores de la minera Poderosa en un socavón, al que arrojaron dinamita.
La explosión provocó, hasta el momento, la muerte de 10 trabajadores, mientras que otros 13 se encuentran gravemente heridos con quemaduras de tercer y segundo grado. Ya en julio del presente año, la minera en cuestión detalló que los atentados en contra de sus instalaciones eran constantes por parte de estas organizaciones delictivas. “En los últimos años, siete de nuestros colaboradores fueron asesinados, delitos que están siendo investigados para encontrar a los culpables”, sostienen en su portal web.
“Las acciones delictivas van más allá del robo y la extorsión, procesamiento ilícito y tráfico de oro; también perpetran actos terroristas como la voladura de torres de alta tensión y llegan al homicidio”, continúa el texto.