El círculo más cercano de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, habría llegado a sus puestos de manera irregular. Nos referimos a sus detenidos asesores Jaime Villanueva, Miguel Girao y Abel Hurtado, quienes cumplen una detención preliminar de 10 días desde el lunes pasado por estar implicados en el caso ‘La fiscal y su cúpula de poder’.
Según la resolución del Séptimo Juzgado de Investigación Preparatoria, que le permitió al Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder y a la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional a poner en marcha el operativo ‘Valkiria V’, la titular del Ministerio Público designó a sus colaboradores en áreas que no existen al interior de su institución.
Jaime Villanueva fue nombrado como asesor de Benavides el 1 de julio del 2022 tras su paso por el gobierno del encarcelado expresidente Pedro Castillo. Recién en marzo de este año es que lo ascendieron a gerente central de la Fiscalía de la Nación. Sin embargo, este cargo no aparece en el Reglamento de Organización y Funciones de la institución.
La tesis que se maneja es que Villanueva terminó colocado en dicha gerencia para, más allá de las labores administrativas y de gestión institucional interna que se le encargó, ser un operador político en las sombras que evitará “cualquier amenaza que ponga en riesgo el poder y control que tendría Liz Patricia Benavides Vargas como titular del Ministerio Público”.
Al respecto, se recalca que Villanueva era “la voz autorizada” por Patricia Benavides para desplegar todas las acciones delictivas en coordinación con los congresistas de la República para inhabilitar a la exfiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, elegir a Josué Gutiérrez como nuevo defensor del Pueblo, y remover a los siete miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
Similar panorama también se describe con Miguel Girao que, de acuerdo a la resolución del Poder Judicial, también llegó al igual que Jaime Villanueva al despacho de la fiscal de la Nación en julio del año pasado para brindar sus servicios de asesoría y después ser gerente central. Antes de tener este trabajo estuvo laborando con la congresista Ruth Luque (Cambio Democrático-Juntos por el Perú).
Girao habría sido el “coordinador” dentro del pequeño grupo de operadores políticos que tenía Benavides en el Ministerio Público.
Finalmente, Abel Hurtado comenzó como asesor de Benavides en setiembre del 2022. La fiscalía sostiene que cumplió esta función hasta setiembre pasado cuando lo trasladaron a la inexistente subgerencia de Bibliotecnología.
Vínculos de poder
Jaime Villanueva, Miguel Girao y Abel Hurtado aparecen en pruebas recopiladas por el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción del Poder y la Diviac de la Policía Nacional.
En el caso de Villanueva es que se han difundido una serie de chats y audios de WhatsApp que habría mantenido con un congresista no identificado que trabajó como “agente especial” para dar a conocer la red de corrupción que estaría encabezada por Patricia Benavides. Allí se dan los nombres de varios ‘padres de la patria’ como Gladys Echaiz (Renovación Popular), Waldemar Cerrón (Perú Libre), Lady Camones (Alianza para el Progreso), Luis Aragón (Acción Popular), José Luna (Podemos), Ilich López (independiente), Edwin Martínez (independiente), José Balcazar (Perú Bicentenario), César Revilla (Fuerza Popular) y María Cordero (Unidad y Diálogo).
En tanto, Hurtado registra visitas a los despachos de parlamentarios de las bancadas de Cambio Democrático, Alianza para el Progreso, Avanza País, Unidad y Diálogo. Estos son Isabel Cortez, Eduardo Salhuana, María Acuña, Diana Gonzáles y Katy Ugarte.
Por todo ello es que a los exasesores de Benavides se les imputa los presuntos delitos de organización criminal y tráfico de influencias en el marco del caso ‘La fiscal y su cúpula de poder’.