Perú se encuentra por cerrar el último trimestre del año, uno en que la economía se ha contraído considerablemente. La otrora imagen del país que celebró las últimas cinco navidades con un presidente distinto debido a crisis política, pero que se mantenía a flote económicamente se ha esfumado.
El Ministerio de Economía y Finanzas, que tiene como titular a Alex Contreras —quien ya casi cumple un año en el cargo y es el que más tiempo se ha mantenido en cargo desde la labor de Carlos Oliva en el gobierno de Martín Vizcarra—, ha señalado que todavía hacia finales del primer semestre del 2024, se podría ver si se da un rebote sustancioso de la economía del país, y este logra salir de la recesión.
Sin embargo, los recientes desarrollos políticos, los destapes de corrupción que involucran al Ministerio Público con el Congreso de la República, ven enfrentadas a la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides y a la presidenta Dina Boluarte. Como se sabe, diferentes expertos han señalado que la crisis económica del Perú tiene a la política como factor principal.
“El Perú de hace 10 años, que era una estrella del crecimiento, ya no lo es tanto, y eso es por la crisis política”, señaló Elmer Cuba, exdirector del Banco Central de Reserva y socio de Macroconsult a este medio anteriormente. ¿Podría esta nueva etapa en la crisis peruana afectar la economía? Infobae Perú consultó con el economista Armando Mendoza a luces de este reciente informe del BCR
Recesión en Perú seguiría hasta finales de 2024 si se cumple esto
El Banco Central de Reserva en su último reporte de estabilidad financiera presenta algunos escenarios para la economía en 2024. Entre estos, está uno de estrés, donde “se evalúan las fortalezas de las entidades del sistema financiero ante condiciones macroeconómicas severamente adversas”.
“Bajo este escenario, el PBI continuaría desacelerándose hacia finales de 2024, mientras que la inflación no volvería al rango meta y el sol mostraría una sostenida y persistente depreciación”, sostiene el informe.
Sin embargo, este escenario se daría principalmente a raíz de dos factores: la probabilidad de un fenómeno El Niño fuerte en el verano de 2024 y la ocurrencia de nuevos episodios de inestabilidad política y conflictividad social. Internacionalmente, en este contexto, el crecimiento mundial se desaceleraría y las tasas de interés se mantendrían altas por una inflación persistente. En total, esto serían los factores que podrían hacer que la recesión dure más de lo que espera el gobierno.
“Todo ello generaría una baja actividad económica, así como un incremento en el riesgo país y una salida de capitales. La depreciación del sol afectaría la capacidad de pago de los hogares y las empresas con deudas denominadas en moneda extranjera. (...) Se observaría un descenso sostenido en la rentabilidad de la banca, hasta el punto de tornarse cercano a cero. Ello se sustenta en los menores ingresos por crédito, especialmente de la banca mayorista, en línea con una caída de la inversión privada. A lo anterior, se le sumaría el mayor gasto en provisiones por el deterioro de las colocaciones, en particular de la cartera de consumo y MYPE como consecuencia de un FEN de intensidad fuerte”, se puede leer en el informe.
A pesar de esto, el BCR señala que este escenario es poco probable que ocurra, dado también que la probabilidad de un El Niño fuerte es de 42%. No obstante, el reciente nuevo episodio en la crisis política del Perú, podría acercarnos a esta situación.
¿Cómo afectaría la crisis política a la economía peruana?
Infobae Perú consultó al economista Armando Mendoza sobre la situación de la crisis política peruana, con un nuevo desarrollo estas semanas. “La inestabilidad politica va a inevitablemente afectar a las politicas publicas y las expectativas de la economía. El primer trimestre 2024 será muy complicado por múltiples razones (crisis politica, El Niño, etc.). No espero una evolución muy positiva respecto al 2023″, opina el experto.
El último plan del Ministerio de Economía, el que el titular Alex Contreras llamó la “bala de plata”, plantea una serie de shocks, sobre todo para reactivar la inversión privada en el Perú. Y si bien Mendoza considera que “se ven bien en el papel”, ve estas con mucho escepticisimo.
“Se necesita mucho más. También hay que considerar la pobre capacidad de implementación. Recuerda que ya antes hubo los planes Impulso Peru, Con Punche Peru 1, Con Punche Peru 2, etc. y pasaron sin pena ni gloria. ¿Qué garantiza que ahora el Plan Unidos sí funcione?
De igual manera, el especialista considera que este plan carece de la dedicación necesaria a uno de los sectores más importantes en Perú. “El agro es el gran olvidado. Necesita mucho mas recursos y atención”.