En los últimos días, se generó una polémica en torno al tema musical ‘Peruanos de verdad’, lanzado por el Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP). Con las interpretaciones de Deyvis Orosco, Marco Romero, Mimy Succar, Ruby Palomino, Natalia Salas, entre otros, la canción fue tomada como un himno digitado desde el mismo gobierno. Recordemos que Ninoska Chandia, presidenta del directorio de IRTP, es una persona muy cercana a la presidenta Dina Boluarte.
El Perú ya no da más / no dejemos de mirar / que hay dolor por todos lados / y nadie quiere cambiar / nos culpamos entre todos / nadie da un paso atrás / un país tan dividido / a ningún lado va a llegar.
La letra propone un nuevo comienzo, respetando las opiniones distintas. Poniéndolo en contexto de la crisis, se podría referir a país fragmentado, lo que decantó en protestas que terminaron con decenas de peruanos muertos por la violencia de las fuerzas del Estado, y que a la fecha no han obtenido justicia. A puertas de nuevas marchas a nivel nacional, el tema es, por decir lo menos, inoportuno. Fue retirado de YouTube pocos días después.
Otro hecho diametralmente opuesto sucedió el miércoles por la noche en el estadio Nacional durante el concierto de Roger Waters en Lima. Como es usual en los conciertos del artista británico, el show tiene una alta carga de conciencia política. Allí, se mostraron en las pantallas gigantes los nombres de algunas de las víctimas por las protestas de hace un año contra el gobierno de Dina Boluarte. Un hecho que fue aplaudido por los presentes. El ex Pink Floyd es conocido por sus expresiones políticas incómodas, las mismas que también han despertado rechazo.
Ambos hechos ponen sobre el tapete un debate, ¿debe ser la música un medio para pronunciarse políticamente? Fernando Pinzás, músico, periodista y docente de la Universidad de Lima, sostiene que la música debe verse como un instrumento para mostrar la libertad y la creatividad del artista, y eso implica las opiniones políticas.
“El problema es que en nuestro país, la política está muy mal vista hace décadas, y con mucha razón, quizás. En muchos aspectos la gente prefiere evitar la política. Por ejemplo, cuando hay estudiantes que salen a protestar, hay gente que tiene esta frase de que la universidad es para estudiar, no para hacer política. Está deslegitimada y es por eso que a muchos artistas, quizás por temor de perder a su público, evitan opinar de política y no se dan cuenta de que al final todo es político, incluso el silencio ante situaciones de corrupción, de crímenes, de autoritarismo, el silencio puede ser cómplice de este tipo de posiciones”, apunta a Infobae Perú.
Haciendo un repaso por la escena musical peruana, son pocos los artistas mainstream que han sentado posición política. En las últimas protestas, Wendy Sulca, Renata Flores y Yarita Lizeth fueron algunos de los músicos que levantaron su voz por los abusos. Esta última tuvo participación activa, incluso poniendo a disposición de los manifestantes un bus de su propiedad. Luego sufrió sospechosas cancelaciones cuando quiso tocar en Lima, pero ese es otro cantar.
Para Pinzás, quien también es coautor del libro 10 historias caletas de la música juvenil peruana, en el caso de Roger Waters, es un artista que está más allá del bien y el mal, es un hombre de 80 años que ha hecho una carrera impecable musicalmente y que le da totalmente igual las críticas.
Comparación inevitable
En breve comunicación con este medio, el músico peruano Daniel F reconoció que es un buen paralelo revisar lo ocurrido con el tema Peruanos de verdad y los mensajes del concierto de Roger Waters en Lima. “En ese caso, ambos son temas políticos. Uno defendiendo a las víctimas, y el otro defendiendo a los responsables de las matanzas”, dijo.
Volviendo a Pinzás, refirió que “es una pena que mientras Waters muestra abiertamente lo que está ocurriendo en Perú, e hizo un homenaje a algunas de las víctimas de este gobierno autoritario de Boluarte, acá más bien, los artistas están en voz baja”.
Indicó que hay muchos músicos que de repente no son conscientes de la importancia de sentar una posición política y hay mucho temor. “En parte se debe a que somos una sociedad conservadora en la cual pocos se atreven a decir las cosas como son y el que lo hace son muchas veces vilipendiados o censurados”, precisó.
“Hay que diferenciar también qué artistas tienen una posición política por una convicción real que se representa en su trayectoria, siendo consecuentes como músicos, como es el caso Roger Waters, entre otros. Pero hay otros que, de repente, por quedar bien o por subirse al coche, se suman a ciertas causas, hay que tener eso en cuenta. Eso es delicado”, puntualiza.