Un nuevo hallazgo arqueológico se cosecha en Cajamarca, en donde un grupo de expertos espera encontrar restos del Imperio Incaico cerca de las inmediaciones del Cuarto del Rescate, que se encuentra a media cuadra de la plaza de Armas de la referida ciudad.
Hasta esta región del Perú se dieron cita, el pasado martes 21 de noviembre, unos 60 trabajadores, entre arqueólogos, arquitectos, ingenieros, profesores, artistas, especialistas en turismo y estudiantes, para dar inicio al plan de trabajo “Proyecto de intervención patrimonial y turístico en el entorno del Cuarto del Rescate”.
Este equipo de expertos está liderado por Solsiré Cusicanqui Marsano, de la Universidad de Harvard. Trascendió que, en la primera etapa del proyecto, planificada para que dure un año, se estima una inversión de 300.000 dólares.
Cabe destacar que el proyecto es promovido por la Municipalidad Provincial de Cajamarca, la Universidad de Harvard, Asociación Los Andes de Cajamarca (ALAC), organismo corporativo de la minera Newmont-Yanacocha; y la Universidad de Ingeniería y Tecnología (Utec).
¿Qué esperan hallar cerca al Cuarto del Rescate?
Cusicanqui Marsano informó a la ciudadanía que, en este primer año de trabajos, se enfocarán en la arqueología, investigación y conservación del sitio histórico. Asimismo, harán énfasis en la socialización con los cajamarquinos, ya que “podrán conocer lo que estamos haciendo porque es su patrimonio, su pasado”.
En declaraciones para la Agencia Andina, la experta formada en Harvard confirmó que todos los esfuerzos que hagan por hallar nuevos restos arqueológicos podrán ser apreciados por las personas en general.
Según explicó, habrá ingreso de público para ver las excavaciones, puesto que es una manera para que aprendan a valorar y conservar el patrimonio. “Invitamos a la población para que observen los trabajos, estaremos siempre abiertos a responder sus preguntas”, afirmó la directora del proyecto.
“La arqueología siempre da sorpresas. Esperamos encontrar restos de la ciudadela inca que pueda dar información. Estamos empezando en tiempo de lluvia porque queremos que en tiempo de sequía podamos hacer la conservación de muros que podríamos encontrar, pero esto siempre es una tómbola, va a depender de lo que encontremos”, acotó.
Hallazgos para todos
Otra de las motivaciones de este proyecto es que, tanto cajamarquinos como turistas, podrán apreciar los restos que se esperan hallar en las inmediaciones del monumento. Todo lo encontrado, tras conservarlo y restaurarlo, será puesto en valor para que sea apreciado por todos los interesados.
Al ser la primera intervención en la urbe cajamarquina, se espera que adquiera, con el pasar del tiempo, la relevancia que se merecen nuevos vestigios del Imperio Incaico. La propuesta del equipo de trabajo es que el inmueble se convierta en un espacio cultural y turístico.
“Pero eso dependerá de los resultados. Tenemos permiso para trabajar en la casa hogar Belén. Si encontramos vestigios que podrían ampliarse a otros predios colindantes, invocaríamos a los propietarios y autoridades que nos cedan los permisos”, dijo Cusicanqui.
En otro momento de la entrevista, hizo hincapié en que nada de esto sería posible sin el apoyo que le están brindando desde la Universidad de Harvard. “Acaba de donar nuevos microscopios, materiales tecnológicos. La ALAC también está donando materiales para el proyecto, y la Utec hará un análisis y luego brindará talleres de conservación en piedra no solo arqueológico también para las iglesias”, subrayó.
Marca un antes y un después en Cajamarca
El alcalde provincial de Cajamarca, Joaquín Ramírez Gamarra, fue quien anunció las investigaciones desde la plaza de Armas de la ciudad. Dijo que este proyecto era anhelado por décadas.
“Es un proyecto importante para Cajamarca porque marca un antes y un después, un proceso que permitirá tener evidencias de lo que ha sido nuestra historia”, expresó el burgomaestre al agradecer la participación del sector privado.
“Este esfuerzo no solo se traduce en una revitalización histórica, sino también busca impulsar el turismo en Cajamarca. En este sentido, aspiramos a convertir el Cuarto del Rescate en un punto de atracción turística de gran impacto, captando la atención de un mayor número de visitantes”.
Por último, reveló que ya se está trabajando para que este lugar histórico sea declarado Patrimonio de la Humanidad. “Seguro nos tomará unos años, pero lo importante es iniciar ahora este trabajo y el Cuarto del Rescate es parte de la gestión”, puntualizó.
¿Qué es el Cuarto del Rescate?
La historia cuenta que, tras ser capturado por los conquistadores españoles, en 1532, el Inca Atahualpa fue conducido a un palacio de Cajamarca como prisionero. En busca de su libertad, Atahualpa ofreció llenar, “hasta donde alcanzara su mano”, una habitación de oro y otras dos de plata.
Dicha habitación, cuyas dimensiones son 11,80 m de largo, 7,30 m de ancho y 3,1 m de alto, es la que ahora se conoce como el Cuarto del Rescate. Tras mucho esfuerzo, el Inca cumplió con su palabra, sin embargo, fue sentenciado a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de ocultar un tesoro. Fue ejecutado el 26 de julio de 1533.
Unos meses después de su muerte, el conquistador Francisco Pizarro mandó a fundir todo el oro y la plata conseguida para repartirlo entre los involucrados. Se considera que el rescate pagado por Atahualpa es el más caro de toda la historia de la humanidad. Según los valores económicos que se manejaban para el 2015, se gastó en promedio 232 millones de dólares (o 216 millones de euros) en oro y 6 millones de dólares (o 6 millones de euros) en plata.
“Luego de pagar los derechos del fundidor, el quinto real para la Corona española fue de 262.259 pesos de oro de alta pureza; el fundidor al que se le pagó fue un orfebre español. Pero toda la fundición la hicieron metalistas indígenas, de acuerdo con su método. Comúnmente se fundían cada día cincuenta o sesenta mil pesos. Esta fundición fue hecha por los indios, que hay entre ellos plateros y fundidores, que fundían con nuevas forjas”, se lee en el libro “El Perú en los tiempos modernos”.