El analfabetismo femenino en las regiones de Perú representa un desafío significativo en el camino hacia la igualdad de género y el desarrollo social. A pesar de los avances en educación, muchas mujeres peruanas en áreas rurales y regiones apartadas aún se enfrentan a barreras que limitan su acceso a la alfabetización básica. Datos del INEI revelan que, en 2021, el 7.6% de las mujeres peruanas mayores de 15 años no sabía leer ni escribir, una tasa que se triplica en zonas rurales.
Frente a este panorama, iniciativas como el Programa de Alfabetización para Adultos de la Fundación Dispurse utiliza el aplicativo FOCUS con el objetivo de brindar oportunidades de aprendizaje a mujeres jóvenes y adultas que, por diversas razones, no tuvieron la posibilidad de acceder a la educación básica. Con ese propósito, la fundación lanzó recientemente la campaña “Dona una tablet, cambia una vida”, donde se espera recolectar al menos 500 dispositivos de segundo uso para que más personas puedan aprender desde cualquier zona del país.
Para el desarrollo de la siguiente nota, Infobae Perú se comunicó con Ruth Anastasio Valenzuela, gerente de operaciones de la fundación Dispurse en Perú, quién explicará cuáles son las causas profundas y las consecuencias del analfabetismo entre las mujeres en diversas regiones del Perú, destacando la necesidad urgente de políticas inclusivas y programas educativos que aborden esta problemática.
“La alfabetización es un paso fundamental para empoderar a las mujeres, permitiéndoles participar plenamente en la sociedad y contribuir al desarrollo sostenible de sus comunidades”, manifestó.
¿Cuáles son las barreras que enfrentan las mujeres en zonas rurales?
El elevado analfabetismo en mujeres de zonas rurales en Perú es el resultado de múltiples desafíos. Datos del INEI revelan que el 24,7% de las mujeres en zonas rurales de 15 y más años de edad son analfabetas, es decir que no saben leer y escribir; en tanto que en el área urbana este problema afecta solo al 5,3%, pero, ¿cuáles son los factores que influyen esta problemática?
Primero, el acceso limitado a la educación es un problema significativo, ya que estas áreas a menudo carecen de escuelas y recursos, sumado a la dificultad de transporte y las largas distancias. Para la especialista Ruth Anastasio el tema de la dificultad en relación al acceso a la educación sucede en muchas ocasiones.
“Muchas veces los chicos deben caminar por horas para llegar al colegio y esta situación implica que los niños y niñas se pongan en riesgo, por lo que muchos padres toman la decisión de salvaguardar a sus hijos para evitar que estén en situaciones de peligro” , comentó Ruth a Infobae Perú.
Además, en muchas comunidades, especialmente en zonas rurales y tradicionales, persisten normas de género que favorecen la educación de los varones sobre la de las niñas. Este enfoque establece que las mujeres asuman principalmente roles domésticos y de cuidado, lo cual limita su acceso a la educación.
“Desde temprana edad, se espera que las niñas ayuden en el hogar, cuiden de hermanos menores o se involucren en el trabajo agrícola familiar, lo que reduce el tiempo disponible para su educación y a menudo resulta en la interrupción de su trayectoria escolar”, aseguró Ruth.
Este patrón no solo afecta la alfabetización y el desarrollo académico de las niñas, sino que también tiene un impacto duradero en sus oportunidades de vida, su autonomía y su capacidad para contribuir y participar plenamente en la sociedad. Y por último, la pobreza también juega un rol crucial, forzando a muchas niñas a dejar la escuela para contribuir económicamente a sus hogares.
“Saber leer me hizo independiente”
La alfabetización de las mujeres en las zonas rurales de Perú marca un avance significativo hacia su independencia y empoderamiento. Gracias a la tecnología y a su determinación, han superado obstáculos tradicionales y limitaciones socioeconómicas.
“Antes me consideraban analfabeta e ignorante, pensaban que no podía hacerlo. Solía vender con solo 50 soles y a veces recibía billetes falsos. Ahora que sé leer, puedo contar el cambio y tengo educación”, relatan mujeres involucradas en el proceso de alfabetización.
La educación, facilitada por herramientas tecnológicas, no solo les ha otorgado habilidades de lectura y escritura, sino que también ha abierto puertas a nuevas oportunidades, permitiéndoles una participación más activa en sus comunidades y tomando decisiones más informadas en sus vidas. Este cambio destaca el papel crucial de la educación y la tecnología como motores de cambio y desarrollo personal.
“Dona una tablet, cambia tu vida”
Con el fin de combatir el analfabetismo en el Perú, que afecta aproximadamente a 6 millones de jóvenes y adultos — el 30% de la Población Económicamente Activa (PEA) — que no han accedido o concluido la educación primaria, la fundación ha puesto en marcha la campaña “Dona una tablet, cambia una vida”, iniciativa en Perú, tiene como meta reunir 500 dispositivos en buen estado para su utilización en comunidades rurales.
Su propósito es alfabetizar a jóvenes y adultos usando la aplicación FOCUS, que brinda alfabetización básica y digital sin requerir conexión a internet. Ruth Anastacio, gerente de operaciones de la Fundación Dispurse, subraya que la tecnología es un aliado esencial en el aprendizaje, más aún en un país con la geografía desafiante de Perú. Incrementar el número de tablets disponibles ampliará el alcance de la herramienta educativa FOCUS y otros recursos didácticos.
“Queremos llegar a las comunidades más recónditas, lugares donde haya un alto índice de personas en condiciones de analfabetismo. Muchas veces no somos conscientes del impacto que tiene en nuestra vida, pero en el Perú existen 1.3 millones de personas que no han accedido a la educación y eso tiene un impacto muy fuerte en el capital humano de nuestro país. No seamos indiferentes, todo sirve para contribuir a otro peruano y que pueda acceder a la educación y logre tener la oportunidad de cambiar su vida”, concluyó Ruth Anastacio.
La campaña, dirigida a la población en general, también invita a empresas tecnológicas a colaborar a través del reciclaje solidario de tablets, con el fin de proporcionar educación flexible y práctica a jóvenes y adultos en zonas donde el acceso educativo es limitado, contribuyendo significativamente a la formación de quienes más lo necesitan.