Invertir bajo incertidumbre

No tenemos que olvidar que la inversión es simplemente una decisión sobre nuestro patrimonio con el objetivo de traernos un flujo positivo de retorno.

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Un escenario retador no nos tiene que paralizar. (Andina)
Un escenario retador no nos tiene que paralizar. (Andina)

Si de algo tenemos certeza respecto a los próximos dos años, es que serán años de alta incertidumbre. Así que este mensaje es para aquellos que están pensando en emprender en un nuevo negocio, o ampliar lo que ya tienen. Lo que corresponde es trabajar su plan de inversión, pero poniendo un esfuerzo adicional en identificar cuáles podrían ser los flancos más vulnerables de su plan.

Está claro que la inacción no necesariamente es la mejor alternativa para cualquier negocio. Tenemos los fondos a la mano, tenemos la ambición o la ilusión de invertir y seguramente la capacidad de hacerlo.

Un escenario retador no nos tiene que paralizar. Simplemente nos obliga a tomar nuestras precauciones. Pasa exactamente igual como cuando nos vamos de excursión y llevamos equipo extra si el terreno es más exigente. Lo mismo ocurre en este tipo de escenarios. Y como siempre prevenir traerá beneficios.

Así que prepare papel y lápiz y responda estas preguntas:

¿Cuáles pueden ser nuestros flancos más vulnerables?

(a) ¿Tenemos una cartera de clientes diversificada, inclusive territorialmente?

(b) ¿Tenemos proveedores alternativos identificados para los puntos críticos de nuestra operación para evitar interrupciones en nuestro funcionamiento?

(c) ¿Nuestro manejo de liquidez tiene en su diseño una mirada prudencial o nos podemos quedar súbitamente sin liquidez? ¿Tenemos preparadas ventanas alternativas de liquidez en caso se requieran?

(d) En recesión es más fácil retener al mejor talento de nuestro equipo, pero ¿tenemos algún plan para reemplazarlo o -mejor aún- para retener a los elementos más críticos de nuestro equipo?

(e) Siempre hay temas que se escapan de nuestra gestión como interrupciones a nuestra operación por conflictos sociales o desastres naturales. Si nuestro funcionamiento puede verse afectado de manera significativa por estos temas el mejor consejo es tomar un seguro que nos cubra este flanco.

Finalmente, no tenemos que olvidar que la inversión es simplemente una decisión sobre nuestro patrimonio con el objetivo de traernos un flujo positivo de retorno. La nueva decisión debe evaluarse respecto no solo a sí misma, sino respecto a lo que ya tenemos. A veces tiene todo el sentido de consolidar una ventaja que ya tenemos en un rubro en el que ya tenemos mucha experiencia. Pero otras veces será mucho mejor diversificar nuestro patrimonio y probar nuevos aires.

Suerte en estos años locos que tenemos por delante. Pero como dice el dicho: la suerte sólo le sonríe al que se ha preparado.

Eduardo Morón, presidente de Apeseg
Eduardo Morón, presidente de Apeseg
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