La campaña navideña es la temporada más importante para los emprendedores y comerciantes. Según un estudio elaborado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el periodo de tiempo que abarca esta festividad constituye el 40 % de las ganancias anuales para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), especialmente en sectores como servicios y comercio. Tamaña importancia ha generado cierta dependencia: la crisis económica y su negativo impacto en el nivel de ventas de los diversos sectores del mercado han hecho que los negocios vean en la campaña navideña la última oportunidad de recuperar o por lo menos reducir su bajo desempeño en el año.
“Esta campaña navideña no pinta bien. Está siendo afectada por la recesión técnica, el fenómeno El Niño, la inflación, la desconfianza política que existe en el país, entre otros factores. Algunos sectores han retrasado el inicio de la campaña, no hay mucha expectativa y eso es rarísimo. Además, las micro, medianas y pequeñas empresas están muy preocupadas, pues esta época del año representa para ellas el 40 % de sus ventas y están a la espera de ‘salvar’ el año”, indicó Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa de la CCL, en entrevista para RPP.
La importancia de la Navidad como factor esperanzador
Pese al desalentador panorama, el presidente del Gremio de la Pequeña Empresa reconoció que existe una razón para pensar que la Navidad no será negativa: la relevancia que el peruano le da a las festividades familiares. Para Ojeda, los peruanos, incluso en una economía de flojo momento, suelen hacer “gastos necesarios” para que su familia pase unas bonitas fiestas.
Por tal razón, precisó que el 40 % de las pymes ha solicitado préstamos a alguna entidad bancaria, lo que representa una solicitud de créditos acumulada de aproximadamente 11 mil millones de soles. “Algunas empresas se van a endeudar hasta por seis años”, aseveró Ojeda.
Amenaza en el norte
Incluso en la incertidumbre, no son los negocios capitalinos quienes expresan mayor preocupación. Las intensas lluvias que han sufrido las regiones norteñas en el año y el fenómeno El Niño asomando amenazante para la campaña 2024 ha desestabilizado a sus negocios.
2024 y la ilusión de un rebote económico
La campaña navideña, la campaña de verano y la campaña escolar se verán afectadas; sin embargo, una vez pasado el primer trimestre del próximo año, Ojeda no pierde la esperanza en que los megaproyectos logren dinamizar la economía.
“El 2023 no tendrá un margen de ganancia para las pymes. No obstante, la esperanza está en el 2024. Inicialmente tendremos el fenómeno El Niño, pero una vez superado esperamos comenzar con “el inicio de la recuperación”. Hay que pensar que tenemos proyectos como el megapuerto de Chancay y otros que van a aportar a la economía”, finalizó Ojeda.
Economía nacional
El Perú mantiene la proyección más baja de los últimos 25 años (exceptuando pandemia): algunas consultoras estiman un crecimiento del 0.3 %, expectativa que ha ido reduciendo el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cada tanto tiempo. Además, el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) no deja duda alguna: el país afronta una recesión técnica, habiendo llegado en septiembre a los tres trimestres consecutivos con el PBI (producto bruto interno) en rojo, cinco meses consecutivos en negativo y la desconfianza del sector empresarial en su peor momento del año. Por si fuera poco, los factores climáticos (el ciclón Yaku, las lluvias intensas en la costa norte, las sequías en la sierra sur, entre otros) que afectaron a la patria, además de los conflictos sociales y la inestabilidad política, están lejos de desaparecer: un estudio del Banco de Crédito del Perú (BCP) informó que el PBI está en peligro de crecer menos del 2 % el próximo año si la magnitud del fenómeno El Niño resulta por encima de lo esperado.