El progreso de la radiodifusión en Lima comenzó a configurarse en las primeras décadas del siglo XX. Este proceso no solo representó el avance tecnológico y estructural de la radio en la ciudad, sino que también sentó un modelo ejemplar en la forma de difundir información y entretener a la audiencia.
Los inicios de la radio en Lima datan de la década de 1920, con las transmisiones que liderarían el camino en la era de la comunicación radial en Perú. En los años subsecuentes, la radio emergió como el medio masivo predilecto. Entre las décadas de los 30 y 40, emisoras insignia como Radio Nacional del Perú y Radio Callao forjaron una identidad, albergando programas informativos, musicales y de entretenimiento.
El apogeo radial se extendió a las décadas de 1950 y 1960, con emisoras como Radio Reloj, la cual se distinguió por su oferta de programas culturales, radionovelas y música criolla, acompañando a los limeños en su día a día. A pesar de su popularidad en aquel entonces, hoy Radio Reloj se ha desvanecido en la memoria colectiva, un hecho que se refleja en el estado olvidado de su publicidad exterior.
En tiempos recientes, la radio de Lima ha enfrentado el desafío de los medios digitales y el internet. No obstante, ha sabido adaptarse, integrando plataformas de transmisión en línea y podcasts, combinando lo tradicional con lo digital para continuar a la vanguardia informativa y de entretenimiento.
Radio Reloj: un vistazo a su historia
Radio Reloj se caracterizaba por su singular formato de transmisión: proporcionar la hora exacta minuto a minuto, intercalada con noticias y espacios comerciales.
En el ámbito de su trayectoria operacional, es de destacar que, en 1987, Radio Reloj de Lima emitía en la frecuencia de 1520 AM. La precisión en la marcación del tiempo, segundo a segundo, era una característica distintiva de la estación, especialmente relevante en una era previa a la digitalización, cuando la sincronización de relojes era un desafío común.
La radio se convirtió en una herramienta esencial para los ciudadanos, quienes se enteraban de los hechos que ocurrían en el Perú y el extranjero con solo encender sus receptores. Más allá de dar la hora cada minuto, la emisora brindaba también información de utilidad pública, incluyendo resúmenes de noticias, ubicación de farmacias, códigos postales, tasas de cambio actualizadas y un segmento dedicado al “pasajero urbano”, aparte de cobertura de emergencias.
Después de varios años en funcionamiento, Radio Reloj enfrentó un descenso en su número de oyentes. En un esfuerzo por reivindicarse, en 1987 estableció una alianza con Radio Programas del Perú. Sin embargo, la emisora no pudo sobreponerse a la crisis económica del momento y a la falta de recursos financieros, lo que llevó al cese de sus transmisiones el 31 de marzo de 1989.
El cartel que alguna vez marcó la ubicación de Radio Reloj en la avenida Tacna, permanece en estado de abandono. Este vestigio se erige como un testigo silencioso de tiempos pasados, con sus fierros oxidados y letreros cubiertos de polvo.
El declive de las radios con la llegada de la era digital
La incursión de la era digital en las emisoras radiales de Perú marcó un cambio sustancial en la producción y el consumo de contenido auditivo. Esta modificación no se produjo de manera abrupta, sino que ha sido una transición gradual.
Durante la década de 1990 y a principios del 2000, las estaciones radiales en Perú empezaron a incursionar en el uso de internet. Inicialmente, lanzaron sitios web con información sobre su programación y más adelante comenzaron a emitir su señal en directo a través del streaming.
La interacción con los oyentes también se ha intensificado, impulsada por el auge de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, facilitando un diálogo bidireccional entre las estaciones radiales y su audiencia.
En la actualidad, el impacto de los podcasts es notable. Las emisoras tradicionales han iniciado la producción de sus propios contenidos en este formato, lo que les permite una mayor flexibilidad para abordar temas con mayor profundidad.