Perú alberga numerosos lugares de valor incalculable, protegidos por su riqueza geológica, ecológica, arqueológica y sociocultural. Uno de estos tesoros es la meseta de Macahuasi, situada en el distrito de San Pedro de Casta, provincia de Huarochirí, en Lima. Este espacio, destacado por su patrimonio natural, combina características geológicas, paisajísticas y científicas que resaltan la necesidad de su protección oficial como área natural.
Los majestuosos paisajes y la diversidad biológica lo convierten en un territorio excepcional, no solo por sus formaciones geológicas únicas, sino también por la fauna y flora diversa, que demuestran la importancia de preservar este sitio para las generaciones futuras.
Sin embargo, a pesar de su valor, la meseta de Macahuasi no cuenta con reconocimiento oficial como espacio protegido. Esta falta de reconocimiento representa un riesgo para su conservación, amenazando su integridad geológica y biodiversidad.
¿Por qué Marcahuasi es “mágico”?
Marcahuasi es un lugar perdido entre las montañas de los Andes, que ganó renombre gracias al arqueólogo Daniel Ruso y su obra “Marcahuasi: La historia de un descubrimiento fantástico”. Se dice que este sitio alberga ruinas que guardan en su esencia al menos 22 vórtices, cada uno con su supuesta energía curativa.
Ubicado a unos 90 kilómetros de Lima y a una altitud de 4 mil 200 metros sobre el nivel del mar, Marcahuasi se despliega en una superficie de tres kilómetros cuadrados. En las cercanías se encuentra el pueblo de San Pedro de Casta, hogar de unas 300 familias, cuyas calles estrechas y empedradas, mayormente construidas con adobe y piedra, dan la bienvenida a los visitantes.
Los lugareños, que son considerados los guardianes de las ruinas de Marcahuasi, solicitan una tarifa a los exploradores que buscan descubrir este sitio. Tras el pago, los aventureros se embarcan en una caminata de siete kilómetros, ascendiendo montañas que se desvanecen entre las nubes, hasta llegar al atractivo turístico.
El sitio exhibe formaciones rocosas de alrededor de 10 mil años que asombran con sus figuras, algunas que semejan seres humanos, animales y símbolos religiosos. Uno de ellos es el “Monumento a la Humanidad”, una gigantesca piedra de unos 40 metros de altura que muestra distintos rostros o perfiles dependiendo del ángulo y la hora del día. Estos restos arqueológicos suscitan debates sobre si fueron esculpidos por manos humanas o moldeados por la erosión natural.
El lugar está adornado con figuras zoomorfas y antropomorfas, entre las que destacan el león, la tortuga, el chino, la mujer con niño en brazos, entre otras. Además, aspectos culturales como ruinas en la parte norte (Huacracocha), cementerios prehispánicos y chullpas funerarias se suman al enigma histórico de Marcahuasi.
Una leyenda sobre los vórtices de energía curativa añaden un aire de misterio. Según algunos lugareños, un hombre que perdió la movilidad de sus piernas tras sufrir un accidente automovilístico, fue curado por una energía misteriosa encontrada en el lugar. Sin embargo, los detalles sobre cómo llegó el individuo a las ruinas siguen siendo un enigma.
¿Qué significa Marcahuasi?
Marcahuasi, una palabra quechua que se traduce como “casa de dos pisos” o “el altillo”, representa más que un nombre. Desde el punto de vista geomorfológico, se configura como una meseta volcánica que fue revelada al mundo por Julio C. Tello en 1923, a través de sus estudios publicados en la revista “Inca”. Sin embargo, fue Daniel Ruso quien en 1942 inmortalizó su misterio con el libro “Marcahuasi: La historia de un descubrimiento fantástico”, sustentando la antigüedad del lugar en más de 85 siglos, bajo una perspectiva proto-histórica.
¿Cómo llegar a Marcahuasi?
Si planeas visitar Marcahuasi, tu viaje comenzará en el centro de Lima. Dirígete a Paseo Colón, donde encontrarás autobuses o camionetas con destino a Chosica. Después de aproximadamente dos horas de trayecto, desembarcarás en el Parque Echenique. Aquí, es importante preguntar por el desfile de autobuses que van hacia San Pedro de Casta. Ten en cuenta que hay dos salidas diarias hacia este destino: una a las 7 a.m., y otra al mediodía, con una duración de tres horas.
Al llegar a San Pedro de Casta, te encontrarás frente a la plaza San Pedro de Casta. Busca la Oficina de Turismo para registrarte en el libro de visitantes y pagar la entrada, que es de S/ 5 para niños y S/ 10 para adultos.
Una vez completado el pago, te espera una caminata cuesta arriba hacia el Anfiteatro. Aquí tienes dos opciones: puedes caminar con tu equipo de camping por unas tres horas y media, o pagar un extra para que un burro transporte tu equipo, permitiéndote una caminata más ligera.
En un punto específico del camino, tendrás la posibilidad de tomar una miniván para acortar la ruta hacia el Anfiteatro, aunque también puedes optar por realizar todo el trayecto a pie.
¿Qué debo llevar?
La mejor época para acampar en Marcahuasi es entre abril y octubre, ya que durante el resto del año, las fuertes lluvias pueden hacer que la experiencia de acampar sea menos agradable.
Para garantizar un campamento cómodo y seguro, es recomendable utilizar carpas de expedición con diseño de cúpula. Este tipo de carpa es ideal debido a su capacidad para resistir lluvias intensas y mantener el interior cálido, protegiendo además contra las fuertes ráfagas de viento nocturnas.
Un saco de dormir es esencial, ya que ayudará a conservar el calor corporal durante la noche, cuando las temperaturas en Marcahuasi pueden descender hasta los -10° C. Además, es crucial llevar equipamiento adecuado para el frío, como guantes, calentadores, colchonetas. , sábanas, colchas y ropa de invierno en general.
Durante el día, se aconseja vestir una casaca cortaviento o una chompa, ya que, a pesar de la presencia del sol, el viento puede ser frío. También es fundamental aplicar bloqueador solar para prevenir quemaduras leves en el rostro y el cuerpo debido a la exposición solar.