Al posible retorno de la bicameralidad y la reelección congresal a espaldas del pueblo, ya que el Congreso las aprobó en primera votación pese a que en referéndum obtuvieron un amplio rechazo, se le sumaría un nuevo retroceso. Durante la Comisión de Constitución, el parlamentario Alejandro Muñante (Renovación Popular) planteó eliminar la paridad y alternancia.
Según justificó, porque la cuota de género obligatoria resta oportunidad a aquellas personas que realmente quieren participar en la política.
“La práctica nos ha demostrado que no es que se esté incentivando la participación de las mujeres, sino que los partidos políticos tengan que llenar sus listas con personas que no tienen ningún interés en participar en política y dejan de lado a aquellos que realmente quieren hacerlo con un verdadero compromiso”, declaró.
¿Por qué la eliminación de la paridad y alternancia representa un retroceso?
La ley que el congresista celeste plantea eliminar tiene muy poco tiempo de aprobada, por lo que es imposible hablar de resultados. De hecho, la primera vez que se aplicó fue en las Elecciones Generales 2021, donde se eligieron a 49 congresistas mujeres. Pese a que ello solo representa el 38 % del total, este es el mayor porcentaje en comparación con comicios anteriores.
Si hablamos de gobiernos regionales, en el 2022 solo el 28,5% de los candidatos fueron mujeres. Incluso, pese a que en algunos departamentos no hubo presencia femenina, el número de postulantes representó un alza en la proporción de mujeres elegidas.
De acuerdo al Jurado Nacional de Elecciones (JNE), de los 25 departamentos, solo en dos gobernaciones se eligió a una mujer para los periodos 2023-2026.
En el caso de las 196 provincias, únicamente seis mujeres han ganado alcaldías, mientras que en los 1.694 distritos, menos de 100 son liderados por virtuales alcaldesas.
Si bien, la aplicación de la Ley Nº 31030 para las últimas elecciones implicó un incremento notable de candidaturas femeninas en comparación a otros procesos, en los resultados la brecha de género continúo alta, por lo que aún hay mucho por hacer para que las mujeres ganen terreno.
Dichas cifras reflejan que, si bien las reformas políticas aplicadas en ese ámbito son necesarias, sin duda no son suficientes, así que eliminar la paridad y alternancia, tal como propone Muñante, sería un grave retroceso.
Según lo explica la Defensoría del Pueblo, la paridad tiene como objetivo garantizar la participación del 50 % de mujeres y de hombres; mientras que la alternancia, como su nombre lo indica, obliga a los partidos políticos a alternar en sus listas a hombres y mujeres para que ellas no sean ubicadas en los últimos lugares.
Para Idea International, la falta de representación política de las mujeres pone en riesgo la creación y aplicación de normas y programas que no tengan en cuenta sus derechos y necesidades. “Este no es un tema que deba importarle solo a las mujeres, pues la paridad aporta sustancialmente al desarrollo del país y al bienestar de toda su población, por lo que se requiere reforzar las estrategias de sensibilización hacia la ciudadanía”, mencionó Rodolfo Benites, especialista en políticas públicas del PNUD, a RPP.
Además, de acuerdo a Enith Pinedo Bravo, Abogada con doctorado en Derecho por la Universidad de Salamanca, ex coordinadora del Programa para la Igualdad Política del JNE, la inclusión de un porcentaje de mujeres en las listas también disminuye el acoso político, ya que muchas veces son excluidas en la toma de decisiones, relegándolas a cumplir actividades domésticas, con el argumento que la política no es un espacio que les corresponde.