La crisis climática es un tema que se vuelve cada vez más usual en las conversaciones de la vida diaria, sobre todo, por la ocurrencia de temperaturas nunca antes registradas en la historia, que impactan no solo en la salud humana, sino también en el ámbito ambiental, económico y hasta productivo.
Según el último reporte del Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), —iniciativa de la Unión Europea en alianza con el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF)— el 17 de noviembre fue el día en que la temperatura mundial superó los 2 °C por encima de los niveles preindustriales.
Una prueba que demuestra que los impactos del calentamiento global causado por el hombre son reales y capaces de agudizarse en cuestión de horas, pues, al día siguiente, el 18 de noviembre, el récord volvió a romperse, alcanzando los 2.6 °C sobre lo habitual.
Las olas de calor: un peligro inminente para la salud
En medio de este panorama —inusualmente altas— y las olas de calor son eventos que se espera se vuelvan más frecuentes en diferentes partes del mundo. Dentro de este conjunto, está Latinoamérica, donde ya se ha visto que las altas temperaturas pueden ocasionar perdidas humanas y en los momentos más inesperados.
Un ejemplo de ello son las olas de calor que vienen generando cada vez más preocupación en la seguridad pública de Brasil, donde el 18 de noviembre una fan de 23 años de la cantante estadounidense Taylor Swift perdió la vida, y otras personas se desmayaron, durante su primer concierto programado en Río de Janeiro, ciudad que registró aquel día una sensación térmica de casi de 60 grados °C.
En esa línea, Perú tampoco está libre de vivir las mismas consecuencias, sobre todo, en la parte amazónica, donde regiones como Madre de Dios han reportado la muerte de hasta de cinco personas por altas temperaturas, las cuales se prevé continúen hasta diciembre debido a los estragos que está causando El Niño Global.
Sobre ello, Yuri Escajadillo, ingeniero del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), explicó en una nota publicada La República que: “la zona de la selva, en Madre de Dios y San Martín, se superó los 40 grados, siendo la principal causa la falta de humedad porque no había lluvias. Si no hay lluvias por 3 o 4 días en la selva, se podrían dar olas de calor tal como ha sucedido”.
Se debe tomar atención a ausencia de lluvias, alerta especialista
De otra parte, en el mismo informe publicado por el referido diario, Ana Sabogal, especialista en Desarrollo Ambiental de la Escuela de Posgrado de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), resaltó que, además de reforzar los trabajos para mitigar los efectos ante la activación de las quebradas y ríos, es necesario que se establezcan acciones concretas para hacer frente al déficit hídrico.
“Se deben tener ya planes sobre qué se va a hacer cuando se vea este evento que afectaría a miles en el sur. Abocarse ahora a las precipitaciones, pero también al tema de ausencia de lluvias”, mencionó.
Por otro lado, el especialista de Senamhi recordó que, en el marco de la posible ocurrencia del Niño Costero y Global, la zona norte tendrá una temperatura superior a los 30 °C, sobre todo al mediodía y en regiones como Puno comenzarán a presentarse con mayor frecuencia los llamados “veranillos” o días sin lluvias.
Por ello, se esperan que las temperaturas en las zonas altoandinas suban, pero sin superar los 30 °C. Mientras que en el caso de Lima, incluyendo los departamentos que conforman el norte del territorio nacional, las condiciones cálidas se mantendrían por encima de lo habitual.