La fuente de agua para consumo humano más importante de la Amazonía norte estaría en camino a convertirse en “la nueva Pampa”, en referencia a la situación crítica de contaminación, destrucción y crimen organizado a causa de la minería ilegal de oro que se vive en una de las áreas con más diversidad en el mundo: la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, en Madre de Dios.
De acuerdo a unas imágenes satelitales difundidas por la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), organización sin fines de lucro dedicada a la promoción de políticas ambientales, esta misma realidad sería la que se habría comenzado a vivir en el río Nanay, ubicada en la región Loreto. El registro fue captado el 7 de noviembre durante un sobrevuelo realizado con un avión de reconocimiento militar.
Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), si bien la cuenca de este río, que pertenece a la provincia de Maynas, es una fuente esencial de recursos naturales y económicos para la población amazónica, aún no se toman medidas suficientes para reducir los niveles de contaminación mineral y fecal, y tampoco se garantiza la prohibición de extraer minerales en el referido ecosistema.
“El río Nanay se vuelve tierra de nadie”
Hace dos años, el fiscal provincial de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Loreto-Maynas, Carlos Castro, advirtió a través de una entrevista para Actualidad Ambiental que vislumbraba un escenario alarmante en el río Nanay, sobre todo, por el incremento de grupos de mineros ilegales que utilizan pequedragas acondicionadas con antenas Starlink, entre otros equipos de alta tecnología.
“La cuenca del río Nanay se vuelve tierra de nadie, podría convertir a esta zona de Loreto en el nuevo Madre de Dios”, afirmaba en ese entonces.
Por otro lado, Andrea Tello, coordinadora de la oficina regional de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) en Loreto, ha informado que actualmente los medios de vida de más de 40 comunidades que habitan en toda la cuenca del río Nanay se encuentran bajo amenaza a raíz del avance de la economía ilegal.
Asimismo, esta supone un riesgo constante para los más de medio millón de habitantes de la ciudad de Iquitos que se abastecen de esta fuente de agua y, de la misma manera, para la flora y fauna, que sufre la degradación directa y derrames de contaminantes altamente tóxicos.
El incremento de la violencia con la minería ilegal
Como resultado de la expansión de los mineros ilegales, el incremento de violencia no se hizo esperar. Un hecho que lo comprueba es que el mes pasado, en la comunidad campesina de Puca Urco, situada en el distrito de Alto Nanay (Loreto), la Policía halló el cuerpo de un joven de apenas 18 años, quien habría sido presuntamente asesinado por mineros ilegales. Su nombre era Dilber Gonzales.
Además, siguiendo la línea de los actos delictivos en el río Nanay, el último jueves dos ciudadanos de nacionalidad colombiana, Diego Fernando Sarria Mora y Jessica Vela Riveiro, fueron detenidos por presuntamente integrar la banda criminal “Los Rebeldes del Nanay” dedicada a esta economía ilegal.
Hasta ahora, según un reciente informe del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (Maap), en esta cuenca se han detectado la presencia de más de 120 dragas de minería ilegal para la extracción del oro.