El empresario Hernando Graña Acuña aseguró que el exsuperintendente de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, mantenía una “buena comunicación” y una relación de estrecha confianza con el expresidente Alejandro Toledo durante su mandato. Así lo aseguró el expresidente de Graña y Montero ante el fiscal José Domingo Pérez, del Equipo Especial Lava Jato, en el juicio oral por el caso Interoceánica Sur.
Graña Acuña fue interrogado por la Fiscalía como testigo, en calidad de colaborador eficaz con sentencia homologada por el Poder Judicial.
“Él (Jorge Barata) tenía buena comunicación con el presidente. Yo recuerdo que en una oportunidad —voy a retroceder un poco a IIRSA Norte— se subió al avión con un documento para obtener una aprobación del señor Toledo. Antes de subir dijo: ‘Esta vez sí espero que me diga que sí, Alejandro’. Unos términos bastantes familiares, como que tenía mucha confianza con él. Al final nos dijo que no lo habría aprobado, no lo había firmado. Después sucedió de que el embajador brasilero fue pedirle al MEF que le apruebe a los brasileros lo que no le había aprobado el presidente Toledo en ese momento. Sí demostró en todo momento una familiaridad entre ellos”, declaró el exdirectivo de GyM.
Asimismo, en su testimonial, Hernando Graña ratificó lo que reveló su primo, José Graña Miró-Quesada, en la audiencia de hace unas semanas, respecto a que Jorge Barata habló sobre “costos asumidos en Brasil” y que Alejandro Toledo conversó en privado con su pariente tras un viaje a Madre de Dios.
“José Graña fue a esa reunión (con Jorge Barata, Fernando Castillo Dibós y Fernando Camet) y cuando regresó me comentó que se había enojado porque le habían dicho que ‘había unos costos en Brasil’. Estaba muy muy molesto por eso. Entonces, ya me quedó a mí claro que había un problema de ‘costos en Brasil’. Justo eso había pasado cuando se estaba negociando el fideliderazgo. Por lo tanto, cuando Odebrecht negociaba y hablaba de costos, más o menos yo ya tenía una idea de qué hablaba de ‘costos’. José también me comentó, a su regreso del viaje a Madre de Dios, que tuvo esta conversación en un restaurante o en un carro (con Alejandro Toledo), que también había la posibilidad de que esos costos no hayan sido solamente en Brasil, sino también pudiesen ser aquí. Ya ahí mi presunción fue más alta de que era posible que ‘otros costos’ no solo eran costos brasileros, sino también algo de Perú”, apuntó.
En la audiencia del último lunes 20 de noviembre, Graña Acuña precisó que fue Alejandro Toledo quien dio la “buena noticia” a los miembros de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) de que empresas peruanas tendrían una participación de 40% en el proyecto de la Carretera Interoceánica.
De acuerdo a las bases iniciales, las únicas empresas que cumplían con los requisitos para concursan eran las constructoras brasileñas, por lo que las empresas peruanas, a través de Capeco, enviaron una carta al Gobierno para que se reconsideren las bases.
Junto a la obligatoriedad de participación peruana, Proinversión modificó el plazo de concesión de 20 a 25 años. Este cambio habría sido la “condición” de Odebrecht para aceptar que constructoras locales intervengan en la obra.
Además, Hernando Graña señaló que el exmandatario tenía especial interés en acelerar la construcción e inaugurar una parte del proyecto antes de que acabe su mandato, por lo que se le habría encargado a Guillermo Vega Alvear la tarea de coordinar con las empresas del consorcio para agilizar la obra.
Este martes 21 de noviembre, la defensa del expresidente Alejandro Toledo, acusado de lavado de activos y colusión por presuntamente haber recibido una coima de más de 30 millones de Odebrecht a cambio de la licitación de los tramos 2 y 3 de la Carretera Interoceánica, interrogará al expresidente de Graña y Montero.