La ministra del Ambiente, Albina Ruiz, señaló en entrevista con TV Perú, que van a un incrementar en un 20% los incentivos económicos para comunidades nativas y campesinas. Esta medida, anunciada el 18 de noviembre, busca beneficiar a más de 9,877 familias pertenecientes a 128 comunidades nativas, con el objetivo de que fortalezcan capacidades para conservar sus bosques, y así mejorar la calidad de vida en nueve regiones del país.
El impulso económico se ejecutará, a través del Programa de Bosques, a partir del 2024 y se espera que estimule a aproximadamente 150 comunidades que actualmente mantienen convenios de conservación. Los recursos otorgados permitirán desarrollar emprendimientos productivos sostenibles y fortalecer la vigilancia de sus territorios, con el objetivo de prevenir la deforestación.
Desde su inicio en 2010, el Programa Bosques del Ministerio del Ambiente (Minam) ha colaborado con comunidades nativas para preservar 3,305,507 hectáreas de bosques comunales, beneficiando a 25,311 familias, indicó la ministra.
Durante su visita a la comunidad nativa de Boca Pariamanu, en Madre de Dios, Albina Ruiz resaltó la labor de cinco comunidades en particular: Boca Pariamanu, Monte Salvado, Puerto Arturo, San Jacinto y El Pilar. Estas han contribuido activamente con proyectos que resguardan el medio ambiente y mejoran la calidad de vida de sus pobladores. En Madre de Dios, se han firmado convenios con 14 comunidades para salvaguardar 206,169 hectáreas de bosques, en pro de 714 familias, sostuvo.
La intervención estratégica en la Amazonía también contempla la creación de una comisión multisectorial promovida desde la Presidencia del Consejo de Ministros, destinada a cerrar brechas en servicios básicos y combatir la minería ilegal. Estas acciones son parte del esfuerzo del gobierno peruano por adoptar medidas ecológicas y socioeconómicas que aseguren un desarrollo armónico con la preservación del patrimonio natural del país, mencionó la ministra de Ambiente.
Altos niveles de deforestación pese a convenios de conservación forestal
Durante el 2020, periodo crítico de la pandemia de Covid-19, comunidades nativas peruanas que mantenían acuerdos de conservación con el gobierno experimentaron los niveles más altos de deforestación, según un análisis realizado por la plataforma de periodismo Convoca en alianza con Rainforest Investigations Network. El equipo investigativo descubrió que, a pesar de recibir incentivos económicos del Ministerio del Ambiente para la protección de bosques, la vigilancia reducida y la ausencia de controles durante la emergencia sanitaria dieron lugar a un notable incremento en la tala y quema de áreas boscosas en selva central del Perú. La comunidad asháninka Cutivireni, en Junín, encabeza la lista de zonas más afectadas por esta problemática
Cutivireni, junto a otras comunidades como Puerto Esperanza (Ucayali), Otica (Junín), El Naranjal (Huánuco) y Kusu Pagata (Amazonas), están entre las 126 beneficiarias del mecanismo de Transferencias Directas Condicionadas (TDC), que otorga a cada comunidad S/10 anuales por hectárea comprometida a conservar.
A pesar de los convenios vigentes, que se establecen por cinco años y buscan reducciones progresivas en las cifras de deforestación, el medio Convoca identificó más de 1.595 hectáreas deforestadas en 17 comunidades afiliadas desde 2018. Más del 50% de esta pérdida de cobertura boscosa corresponde a Cutivireni. Rudy Valdivia, responsable de la coordinación del programa, señaló al medio que las restricciones pandémicas impidieron el adecuado seguimiento de los compromisos durante 2020 y 2021, dando como resultado un aumento en la deforestación durante esos años