Leandro Franco: los recuerdos en Sporting Cristal, el regreso por la despedida de Carlos Lobatón y la mirada a la gestión de Tiago Nunes

Leandro Franco (Minas Gerais, 1981) fue un delantero brasileño con experiencia en el fútbol peruano. Halló el éxito con Sporting Cristal en el 2012, año en el que consiguió su primer campeonato como profesional. Precisamente la institución celeste caló hondo en su vida y responderá a su llamado por última vez a través de una invitación de Carlos Lobatón para disputar su partido de despedida. “Ese momento fue el más grande de mi carrera”, dijo a Infobae Perú.

- Eres uno de los invitados al partido de despedida de Carlos Lobatón. Qué noticia...

Sí, la verdad que Carlitos fue una de las alegrías que tuve. Compartí cancha con él y también hicimos la amistad de la familia. Nosotros pasábamos bastante tiempo juntos y además de que para mí Carlos Lobatón fue de esos grandes jugadores que Perú ha tenido. Va a ser un orgullo para mí participar en la despedida de ‘Loba’.

- Entonces usted veía venir esa invitación por parte del ídolo de Cristal.

Exacto. Y lo otro, además de la amistad que tengo con ‘Loba’, es la falta que me hace el Perú: la comida, los hinchas y todo lo vivido entre el 2011 y 2014. Fueron los mejores años de mi vida.

- ¿Desde el 2014 hasta la fecha no ha regresado?

Regresé una vez, pero fue por un trámite de documentación. Nunca tuve el contacto con el pueblo como ahora. Quiero disfrutar del partido y de los amigos.

- Mire que va a compartir espacio con Roberto Palacios, Carlos Valderrama y Antonio Valencia.

Exacto. Fueron unos grandes, unos ídolos de cuando nosotros teníamos el sueño de ser jugadores. Admiraba a esos grandes. Luego pasó el tema que nosotros fuimos referencia para algunos niños como fue mi caso. Tuve una experiencia muy bonita en Sport Boys cuando los chicos veían mi juego. Para mí eso fue lo más lindo. A veces no nos damos cuenta la importancia que tenemos en la vida de un niño que nos admira. Tuve el placer, por decir, de conocer a Valderrama al jugar por Unión Magdalena, mi último equipo, que es de la misma ciudad del ‘Pibe’.

- También se dejó entrever que Falcao, mítico goleador brasileño de futsal, se unirá a la fiesta por intermedio suyo. ¿Es correcto?

Lo que pasa es que yo trabajo con Falcao. Nosotros tenemos una gira que hacemos por todo el país y muchas veces vamos al extranjero. Hacemos demostración de ‘jogo bonito’. Lo que pasa es que él tenía la fecha -el 26 tenía libre-, pero entre el 25 y 27 se cruzaba con su agenda de compromiso. Lima quedaba entremedio y no fue posible que llegara a la despedida de Lobatón. Hicimos todo lo posible.

- ¿Cómo fueron esos días jugando al lado de Lobatón?

Es una historia linda. Cuando llego al Perú, por intermedio del ‘Chochera’ Castillo, me da la fortuna, por así decir, de ver a algunos jugadores. Yo llego en un momento de para, un momento de Copa América donde Perú quedó tercero. Llegué a hacer la pretemporada con Sport Boys y el primer partido después del regreso nos tocaba con Cristal en su cancha. Y por ser el equipo subcampeón de la Libertadores ante Cruzeiro -vi todo el partido por la televisión- quedó marcado en mi cabeza. Cuando miraba y pensaba en un equipo de Perú, sonaba en mi cabeza Sporting Cristal. Y el ‘profe’ ‘Chochera’, que también fue mediocampista, me hablaba bastante de Carlitos Lobatón. Quiso el destino que en este debut, Lobatón fuera la figura de Cristal y yo la del Boys. Quedó 1-1. Gol de Lobatón y gol mío. De ahí empezó a nacer una pequeña amistad y los periodistas nos invitaban en la semana a hacer notas. Es más, el hermano de Lobatón jugó acá en Brasil. Estoy seguro de lo que voy a decir ahora: es de los más bravos que han nacido en el fútbol peruano. La pegada con pelota, el pensamiento distinto y la forma de leer el partido, es un genio. Está en el mismo nivel de los grandes de la época que fueron Uribe y Palacios. De genialidad tiene las mismas condiciones.

- Aquella experiencia también vino de la mano con la consecución del título nacional 2012.

Sí. Luego, como te conté, lo admiraba siendo rival y me tocó jugar a su lado en Cristal. Compartí todos los días los entrenamientos, veía las cosas que sólo un compañero puede ver como su comportamiento, su forma en cómo manejaba el camerino, su forma de comportarse como un grande. Ahí empecé a admirarlo más.

- ¿Jugar en Sporting Cristal fue la cúspide de su trayectoria?

Sí, estoy seguro que sí. Pasé por una lesión difícil, perdí media temporada y agarro un Cristal con Rengifo, Ávila, Ross, Mariño, Sheput, Lobatón y Cazulo. Era un plantel en el que nacía Advíncula, que antes era un delantero y Mosquera lo puso de lateral derecho, y Yotún, que recién arrancaba. Éramos un equipo completo. En ese año rompimos la marca de 100 goles en la temporada. Ganamos de punta a punta. Ese momento fue el más grande de mi carrera, porque era un sueño campeonar con un equipo como Cristal, un equipo grande en una primera división de un país. Acá en Brasil es muy difícil.

- ¿Qué decir ahora de Luis Advíncula y Yoshimar Yotún que son futbolistas consagrados?

Son dos casos muy distintos. Lo de Advíncula, por decir, es un tipo de tremenda fuerza, es impresionante, es algo que no veía en una persona normal; tenía algo abismal de velocidad. Nosotros tratamos de poner un poco de juego en él. Ese equipo era de mucho toque y el desahogo era con Advíncula por derecha. Ya lo de Yotún se veía una zurda de mucha calidad y tenía mucha velocidad. Eran dos chicos de características distintas, pero con sueños enfocados. Creo que tenían entre 21 y 22 años en ese momento. Escuchaban a los más viejos. Advíncula pasó por Ponte Preta en 2014, nos juntamos y de ahí se despuntó. Yotún vino por Vasco da Gama, pero tuvo un momento complicado. Él sí jugó bien, pero el equipo jugaba mal. Aunque yo esperaba más de Yotún, porque tenía muchas condiciones, un juego muy parecido a los brasileños. Pero los dos triunfaron y son grandes tipos.

- A inicios del 2023 usted resaltó la llegada de su compatriota Tiago Nunes a la zona técnica de Cristal, pero al cierre de temporada su balance no fue exitoso dando un paso al costado. ¿Qué cree que fue lo que sucedió?

A mí me molestaba mucho, no es que sea barrista o ‘argollero’, por qué llegaban tantos argentinos, uruguayos, colombianos y pocos brasileños a una liga como la peruana. En Brasil se domina la Copa Libertadores y se pagan grandes fortunas. Si eso está sucediendo porque Brasil tiene su mejor momento y nos potencializa a nosotros. Tiago Nunes es un entrenador joven, creo que hace cinco o seis años está dirigiendo equipos de primera. Tuvo un paso bueno por Paranaense. Su llegada a Cristal fue fundamental, pero se lleva un tiempo. Se nota que llevó un gran defensor como Ignácio, quien la hizo como el mejor defensor del año y Brenner, de quien esperaba que fuera no más goleador, yo lo conozco y jugué con él. Necesitaba de un equipo más ordenadito para meterlas todas y también tuvo un problema con lesión. En ese poco tiempo que tuvo Tiago pudo organizar algunas partes de Cristal que estaban atrasadas. Mira los resultados que va a tener Perú y vamos a preguntar por qué no se clasifica al Mundial, por qué ahora estamos últimos; lo mismo está pasando acá. Brasil está quinto en Eliminatorias, es una vergüenza. ¿Qué pasa? La CBF no tiene entrenador y ese es el mismo de Fluminense. Ese desorden se refleja en la cancha. A lo que voy, mientras la estructura de Perú -los equipos de Huánuco y provincias- no tenga una similar a la de Cristal, nunca vamos a pelear un título mundial. Porque la estructura de trabajo del día a día para sacar jóvenes, para hacer cinco o seis Guerreros por temporada y tener varios Claudios Pizarro que puedan triunfar en Europa. Yo quisiera que Advíncula metiera el gol del título. Eso se reflejaría en el futuro, grandes chicos en formación. Aseguro que el tema de Tiago Nunes en resultado no fue lo esperado, pero a un plazo un poco mayor seguramente estaríamos hablando de formar grandes jugadores en un espacio corto de tiempo.

- También sacó cara por Brenner Marlos, quien si bien fue el goleador del plantel, no terminó de ganarse el cariño de la afición. ¿Cree que son injustos?

No. No voy a poner la palabra injusto. Lo que pasa es que cuando uno sale campeón [...]. Yo tengo cuatro goles con la camiseta de Cristal, pero salí campeón. Y tengo un cariño enorme con los hinchas celestes, que hasta el día de hoy me escriben. Sé que también tenía de titulares a Ávila, Rengifo y Ross. Pero al momento que entraba a la cancha me esforzaba al máximo para presentar en los pocos minutos un fútbol diferente, ese que Julinho conquistó. Brenner como un ‘9′ muy técnico, le faltó algunos socios a su lado, cosa que yo tenía a Sheput, Mariño, Lobatón y Advíncula. Quizás fue un complemento total que hizo que Brenner no triunfara. El otro lado es que la defensa sufría mucho y ahí aparecía un gran defensor como Ignácio.

- Habla de Ignácio. ¿Puede trascender con el tiempo?

En lo personal quisiera que se quedara un poco más. Él no tuvo la oportunidad de jugar en la selección brasileña. Por ahí puede hacer lo mismo que Calcaterra, pasar algunos años ahí, tener la oportunidad de nacionalizarse y ser peruano para defender los colores.

- ¿Grimaldo está listo para partir al extranjero?

Sí. Creo que sí, porque acá se hacen algunas apuestas por los sudamericanos y muchas de esas apuestas se van muy bien de acá.

- ¿Hay Leandros Francos en Brasil que puedan destacar en Liga 1?

Sí. Ha tocado un tema que también me molesta bastante del fútbol peruano. Una vez se creó un sistema respecto a que sólo podían llegar jugadores de primera división de otro país. Ese fue el mayor error de la FPF. Explico: ¿cómo va a llegar un jugador del Brasileirao a un equipo de Perú? Acá se pagan 100 mil dólares u 80 mil dólares (al mes). Es un presupuesto altísimo. Hay un joven con hambre y que no tiene oportunidad, está a préstamo en un equipo de segunda o tercera. Yo llego a Perú desde un equipo de Serie C. Encontré a Sport Boys en la última posición de la tabla, pero tenía el sueño de crecer y jugar. De ahí debuté, jugué 11 partidos y marqué 9 de goles. De esos goles, 7 fueron de triunfo. Yo tenía una ambición muy grande, cosa que quizá el jugador de primera división no tenga. El jugador acá gana mucha plata, va de préstamo y llega sin ganas. Ahora si llega uno de segunda tendrá mucha voluntad y deseo de cambiar su vida.