Según INEI hay más de 12 millones de personas trabajando en la informalidad en el Perú. Una gran parte de ese universo es joven: 8 de cada 10 trabajadores entre 14 y 24 años lo hacen en la informalidad.
El desempleo juvenil no es un desafío exclusivo de Perú, es también una de las principales problemáticas para el desarrollo de América Latina. Una situación social compleja que requiere de políticas y programas coordinados.
Es necesario encontrar un punto de encuentro entre jóvenes y quienes están buscando talento para sus empresas.
¿Cuál es la percepción de la juventud sobre el mercado laboral?
La juventud mira el mercado laboral con preocupación. Así lo comprueba el estudio La mirada de los y las jóvenes sobre el mercado laboral, realizado por Fundación Forge y el Centro de Estudios Espacio Público. Este trabajo se efectuó con más de 2.200 jóvenes de 18 a 25 años de Perú, México, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Ecuador. La juventud considera que es difícil entrar al mercado, que no hay muchas oportunidades y que su esfuerzo no es valorado.
Casi un tercio de las personas jóvenes cree que la única forma de conseguir un trabajo es tener contactos o conocer a alguien dentro de una empresa. Por otro lado, un número significativo tienen la percepción de que la apariencia física, el nombre o apellido, el lugar donde viven o si tienen hijos son factores que afectan su inserción laboral.
El mercado les exige una experiencia laboral de la que carecen, como es lógico para su edad y eso, en muchos casos, los lleva a iniciar trayectorias en la informalidad. Iniciar en un empleo de este tipo agrava significativamente el problema ya que se ha comprobado que primeras malas experiencias laborales suelen perpetuar las situaciones de pobreza y convertirse en un obstáculo difícil de remontar a lo largo de la vida.
¿Cómo es la mirada sobre los postulantes jóvenes de quienes emplean?
Mientras miles de jóvenes enfrentan grandes obstáculos para conseguir un primer empleo, el último reporte sobre Escasez Mundial de Talento (Manpower, 2023) señala que el 70% de los empleadores peruanos tiene dificultades para encontrar profesionales que cumplan los requerimientos necesarios para los puestos vacantes.
Según este mismo reporte las principales habilidades que buscan las empresas son blandas, o socioemocionales: confianza y autodisciplina, creatividad y originalidad, pensamiento crítico y análisis, razonamiento y resolución de problemas, resiliencia y adaptabilidad.
Frente a esta realidad, los sistemas educativos están viviendo una profunda reflexión sobre su rol y el tipo de aprendizajes necesarios para el futuro inmediato. Hoy, solo 6 de cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria terminan y menos del 40% acceden a estudios superiores (ENAHO 2021).
Comprender la perspectiva de la juventud y las necesidades que tienen las empresas al momento de incorporar talento joven es un punto de partida clave para generar propuestas efectivas de acompañamiento a la inserción laboral, que respondan a necesidades concretas y que permitan transformar las profundas desigualdades sociales que atraviesan la región.