En el competitivo mundo financiero, la adquisición efectiva de usuarios y el fortalecimiento de las relaciones con los clientes son esenciales para el éxito. En este contexto, el ‘growth hacking’ emerge como una herramienta capaz de optimizar estos procesos y ser más eficiente en nuestro día a día.
Hoy sabemos que el impacto del ‘growth hacking’ en el sector financiero es palpable y cuantificable. De acuerdo con un estudio de “Harvard Business Review” del 2021, las estrategias de ‘growth hacking’ pueden reducir el costo de la adquisición de clientes (CAC) en un 50%; así las cosas, con él, las instituciones financieras pueden incrementar su número de clientes a un costo significativamente menor si es que se hace la comparación con métodos tradicionales. Por otro lado, según estudio de “HubSpot” del 2022, las estrategias pueden aumentar las tasas de conversión de ‘leads’ en un 115% en promedio.
¿Y qué rol juega la data? Esta proporciona la base para las estrategias del ‘growth hacking’ y alimenta el ciclo de mejora continua, lo que permite una toma de decisiones informada y personalizada. En la medida que seamos capaces de recopilar datos sobre el comportamiento y las preferencias de nuestros clientes, se puede aprovechar estos ‘insights’ para optimizar estrategias y proporcionar experiencias más ajustadas a las necesidades y exigencias de nuestros clientes.
En mi experiencia, el ‘growth hacking’ no es simplemente una tendencia. Es una filosofía que puede transformar la forma en la que las personas realizan su trabajo y atienden a los clientes. En un mundo en constante cambio y marcado por la digitalización, este impulsa el crecimiento y el éxito sostenible, y su impacto se puede medir en términos cuantitativos. La pregunta es: ¿Estamos listos para abrazar esta oportunidad y liderar el cambio en el sector?