El Colegio Militar Leoncio Prado, que se encuentra ubicado en La Perla, no solo ha sido cuna de militares distinguidos, sino también de ilustres figuras en campos como la literatura y la política. Esta institución, conocida por su rigurosa formación castrense, albergó a adolescentes que tomaron rumbos distintos tras culminar sus estudios secundarios.
Estos exalumnos han contribuido de manera significativa al enriquecimiento cultural y al avance progresista de la sociedad peruana, dejando una huella imborrable tanto a nivel nacional como internacional. Su legado demuestra la versatilidad y el amplio espectro de caminos que pueden surgir de una educación disciplinada.
De las aulas del Leoncio Prado a la gloria: El camino de Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa, distinguido literato peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, estudió en el Colegio Militar Leoncio Prado. A pesar de la rigurosa formación que recibió durante su adolescencia, no despertó en él la curiosidad por seguir una carrera militar. Por el contrario, se acercó más a la literatura.
La obra que marcó su irrupción en el ámbito literario fue “La ciudad y los perros”, publicada en 1963. Uno de los escenarios principales de esta obra es el Colegio Militar Leoncio Prado, situado en el Callao. La novela, que se erige como un debut prominente de Vargas Llosa, es una exploración minuciosa de la institución militar, revelando la aspereza de las interacciones y las luchas internas entre los estudiantes. La creación literaria aborda temas espinosos y habitualmente ocultados del ojo público, como lo son un caso de homicidio y los intentos de las autoridades por ocultarlo.
Además de catapultar a Vargas Llosa al estrellato literario, “La ciudad y los perros” ha enaltecido al Colegio Militar Leoncio Prado, instaurándolo como ícono literario y cultural dentro del ámbito educativo de Perú.
Tras su paso por Leoncio Prado, Vargas Llosa se trasladó al norte del país, para culminar su educación secundaria en el colegio San Miguel de Piura. Años después, su fervor por la escritura se vio reflejado en su pieza teatral “La huida del inca”.
Luego, retornó a Lima para emprender estudios superiores en Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, consolidando su camino como escritor. La consagración de su trayectoria llegó en 2010, cuando fue honrado con el Nobel de Literatura. Con este galardón, la Academia Sueca, reconoció obras como “Conversación en la Catedral”, “La ciudad y los perros” o “La casa verde”.
Manuel Scorza: de cadete a ícono literario y político del Perú
Manuel Scorza, reconocido escritor y poeta peruano, destacó por su activismo político y su dedicación a las causas indígenas y campesinas en América Latina. En 1942 ingresa al Colegio Militar Leoncio Prado.
A diferencia de su contemporáneo Mario Vargas Llosa, cuyo ingreso al colegio buscaba una formación masculina tradicional según lo deseado por su padre, Scorza accedió gracias a una beca, con el objetivo de forjarse un futuro próspero, superando las limitaciones de su infancia.
En “La ciudad y los perros. Biografía de una novela”, Carlos Aguirre narra cómo Scorza, a diferencia de Vargas Llosa, valoraba positivamente su paso por el colegio, una experiencia que recordaría con gratitud y orgullo, especialmente por su desempeño académico.
Además, durante una entrevista con la escritora mexicana Cristina Pacheco, Scorza enfatizó la particularidad de su experiencia en el Colegio Militar Leoncio Prado, en contraste con la de Vargas Llosa. Scorza recordaba su paso por la institución no solo con afecto sino también con orgullo por su rendimiento académico, reflejando así una perspectiva personal y distintiva sobre su formación en esta notable institución educativa.
Años más tarde, Scorza se matriculó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde continuó su formación intelectual. Paralelamente, se sumergió en la vida política uniéndose al partido APRA, que en esa época había alcanzado una posición legal y ejercía influencia en la dirección política del Perú. Su activismo político fue un complemento a su desarrollo literario, perfilándose como una figura central en la narrativa social y política de su tiempo.
César Hildebrandt, un peruano formado en las aulas del Leoncio Prado
El periodista y escritor peruano de gran renombre, es conocido por su trabajo crítico y su participación en diversos medios de comunicación en el Perú. A diferencia de otros ilustres exalumnos del Colegio Militar Leoncio Prado, como Mario Vargas Llosa y Manuel Scorza, su experiencia en esta institución no ha sido ampliamente documentada en la literatura o biografías. No obstante, en una entrevista con Maribel Toledo, Hildebrandt compartió anécdotas significativas de su tiempo en el colegio.
En conversación con “Cuarto Poder”, Hildebrandt reveló con humor su “incapacidad para ser un gran atleta” y cómo su “flojera genética” se convirtió en un ritual que lo situaba regularmente al final de todas las competencias atléticas.
La carrera de Hildebrandt ha estado enfocada predominantemente en el periodismo y la crítica social y política, más que en la literatura. Su educación en el Leoncio Prado posiblemente moldeó su perspectiva y su característico estilo de escritura directo y confrontativo. Su influencia en el periodismo peruano es extensa, incluyendo roles como director de periódicos, presentador de programas televisivos y columnista, donde ha dejado una marca indeleble en el discurso público del Perú.
Sergio Galliani: De las aulas de Leoncio Prado a la consagración en la actuación
El reconocido actor peruano, que ha desarrollado una larga trayectoria en el teatro, la televisión y el cine en Perú, también fue parte de la institución Leoncio Prado.
Durante una entrevista con el programa “Cuarto Poder”, Sergio Galliani compartió con afecto las memorias de su etapa escolar en el Colegio Militar Leoncio Prado. Narró cómo, en sus inicios, se enfrentó a un entorno completamente desconocido, admitiendo que no tenía la menor idea de la ubicación de la institución educativa ni de lo que le esperaba.
Su llegada al colegio fue marcada por una acogida ruidosa y abrumadora, una experiencia que, sin embargo, recuerda con un sentido de nostalgia y aprecio. Estas vivencias iniciales allanaron el camino para su adaptación y eventual arraigo en la comunidad educativa del Leoncio Prado.
“La primera noche tuve el famoso bautizo. Los de quinto año, conocidos como ‘Las vacas’, iban a apadrinar a los de tercer año (’Los perros’); eso duró toda una noche. Luego de esa noche yo dije que podía pasar cualquier adversidad. Era como escalar el Everest”, comentó el actor.
En los corredores del Colegio Militar Leoncio Prado, Sergio Galliani descubrió su pasión por la actuación. Fue sobre las tablas del teatro de este emblemático colegio donde interpretó, por primera vez, el rol de un héroe de la Guerra del Pacífico. Aquella experiencia se convirtió en el momento decisivo en el que Sergio reconoció que su verdadera vocación era el arte dramático. Este papel inicial no solo fue un acto de representación histórica sino también el catalizador que encendió su carrera en el mundo de la actuación.