La viveza y creatividad del peruano brillan nuevamente en la escena de los emprendimientos. Esta vez, en un rincón de Lima, un vendedor ambulante de pescado frito se ha vuelto viral gracias a su ingeniosa estrategia para atraer clientes.
Este peculiar suceso, registrado en un video compartido por la cuenta @roadfilmsperu en TikTok, ha generado un sinfín de reacciones y comentarios que resaltan la peculiaridad y el ingenio del pueblo peruano.
Esta es la historia
Según se puede ver en las imágenes, la escena se desarrolla en una carretilla de venta, donde un cartel de dimensiones considerables llama la atención de quienes pasan por el lugar. En letras grandes se lee: “Pescado frito, por las h... no estoy friendo”. Como complemento, un megáfono repite incansablemente este mensaje singular.
Esta original forma de promocionar los productos captó la atención de un espectador que decidió inmortalizar el momento y compartirlo en redes sociales, desencadenando una oleada de interacciones y compartidos.
El video, hasta el momento, ha acumulado más de 1.2 millones de reproducciones, cerca de 10 mil ‘me gusta’ y cientos de compartidos. Pero más allá de los números que miden la popularidad en redes, lo más notable es la diversidad de reacciones y opiniones que ha generado este enfoque tan particular de marketing.
Todos tienen voz
Los comentarios en TikTok revelan una gama de respuestas que abarcan desde el humor hasta la nostalgia y el aprecio por la creatividad del vendedor ambulante. La mayoría de los usuarios recibieron la ocurrencia con una sonrisa y dejaron mensajes ingeniosos en la plataforma.
Frases como “En Perú siempre hay diversión”, “Esto solo ocurre en Perú”, y “Mi querido Perú es lo máximo” reflejan la manera en que la comunidad virtual ha conectado con la esencia juguetona y astuta del peruano de la calle.
Sin embargo, lo que llama aún más la atención son los mensajes de aquellos que, desde fuera de Perú, expresan su añoranza por la tierra que los vio crecer. Comentarios como “Cómo extraño mi país, qué creativo ese hombre con su carretilla”, “Perú, te extraño, pronto volveré para disfrutar de las delicias de las carretillas”, y “Vivo fuera de Perú y lo extraño mucho” revelan una conexión profunda y emotiva con la cultura de su país.
Este fenómeno viral no solo resalta el ingenio del peruano para destacar en el competitivo mundo de los negocios, sino que también pone de manifiesto la capacidad de la gente para encontrar alegría y humor en situaciones cotidianas.
La creatividad del vendedor ambulante no solo ha atraído clientes potenciales, sino que ha generado una ola de nostalgia y aprecio por la idiosincrasia peruana entre aquellos que están lejos de su tierra natal.
Este episodio no es solo una anécdota aislada; es un recordatorio de la riqueza cultural y la viveza del pueblo peruano. La diversidad de reacciones ante este singular enfoque de marketing demuestra que, más allá de las fronteras geográficas, la conexión con la cultura peruana sigue viva y resonando en el corazón de quienes alguna vez llamaron a Perú su hogar.
La creatividad, el ingenio y la capacidad de encontrar alegría en lo simple son aspectos que definen la identidad peruana y que, gracias a situaciones como esta, se transmiten y celebran en todo el mundo a través de las redes sociales.
En ese sentido, este vendedor ambulante no solo ha vendido pescado frito; ha vendido una porción de la autenticidad y la alegría que caracterizan a la cultura peruana y que se puede ver no solo en nuestro país sino en cualquier parte del mundo en donde se encuentre un peruano.