Además de la ciudadela de Machu Picchu y sus otros atractivos turísticos, el Cusco se luce presentando a sus visitantes las constelaciones que pueden ser vistas desde lugares privilegiados. Este segmento busca posicionar aún más a esta región con la llamada cosmovisión inca andina de la cual te contaremos de qué trata.
Este acercamiento al espacio, por el que ahora apuestan con mayor énfasis los operadores en turismo, se enfoca en difundir y fortalecer una nueva forma de hacer turismo en Cusco, según indicó Yadira Zela Vera, miembro del consejo directivo del Colegio Profesional de Licenciados en Turismo (Colitur).
Existe un sector de agencias turísticas de Cusco que ofrece el turismo vivencial comunitario o turismo vivencial, que gusta especialmente a europeos, asiáticos y norteamericanos.
Zela Vera explicó para la Agencia Andina que este tipo de turismo les permite disfrutar de las zonas rurales y participar en las actividades cotidianas de las comunidades, sumergiéndose en la auténtica cultura andina. Es en este contexto donde se promueve el astroturismo.
¿De qué trata el astroturismo en Cusco?
En el turismo vivencial, los visitantes se integran plenamente en la vida cotidiana de las comunidades, compartiendo alimentos, habitaciones y sumergiéndose en las costumbres locales.
Durante las noches, especialmente entre abril y setiembre, de 10 de la noche a 1 de la madrugada, los visitantes salen para admirar el espectáculo estelar en su máximo esplendor.
Estudian el cielo, observando las constelaciones, planetas, estrellas y cometas. Esta experiencia astronómica se convierte en una parte significativa de su vivencia, y al día siguiente, continúan con las actividades programadas, fusionando así el turismo vivencial con el astroturismo.
¿En qué lugares privilegiados de Cusco se ofrece el turismo astronómico ?
Según la información recopilada por el mencionado medio, esta actividad se realiza en Maras, en las comunidades arqueológicas de Misminay, Salapunku y Huilloq en Ollantaytambo Urubamba, Lares en Calca; Ausangate en Ocongate Quispicanchi; Maranganí en Canchis y Waqrapucara en Acomayo.
Precisamente, en octubre pasado, Maras recibió la certificación “Starlight” al contar con un paraje en Misminay, donde la población promovió el segmento desde el 2020 y les permitió obtener este reconocimiento.
“En Maras se dan cuenta que es un turismo muy responsable con la sociedad y la naturaleza, y son satisfactorios, su economía se ha incrementado. En el lado de Ausangate también pasa lo mismo, se ofrece la cosmovisión andina. Cuando hablamos del Intiwatana y el templo de las Tres Ventanas, el Qoricancha y Qenqo desde donde se aprecia los solsticios de junio, también hablamos de cosmovisión andina”, resalta.
En Misminay y Marangani, se han logrado avances con la introducción de un gnomo, telescopios y linternas exclusivas para la observación de constelaciones. Marangani tiene un convenio con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Sin embargo, Colitur, en colaboración con el sector privado y el Estado, impulsa la futura instalación de observatorios equipados con tecnología avanzada.
Dato
Este segmento turístico busca mejorar el sector económico de la región. Según la especialista, Chile ha tenido un éxito notable en esta actividad, atrayendo a más de 300 mil visitantes al año. Se destaca también que los nuevos emprendimientos han el doble de usuarios después de la pandemia. “estamos hablando de un cliente especial, estudioso y responsable económicamente hablando”, destaca.
Chile y España se manejan con rutas o planes de desarrollo, con técnicas y al pie de la letra, lo que ha demostrado resultados y se han posicionado con el astroturismo”, señaló Yadira Zela.