El pasado 9 de noviembre, el Gobierno de Dina Boluarte, por medio del primer ministro, Alberto Otárola, y el titular del Ministerio de Economía y Finanzas, Alex Contreras, anunciaron 25 medidas para hacer frente a la crisis económica en Perú, luego de que el 20 de octubre este último aceptara, finalmente, que Perú se encuentra en recesión. Así, este paquete de medidas, llamado Plan Unidos, fue calificado como la “bala de plata” para la recuperación de la economía.
Pero, si bien esta locución o término hace referencia, comúnmente, a una solución “simple y efectiva”, esta llega cuatro meses después que se discutiera sobre la recesión, en Perú, en julio, y luego de dos planes con el fin de lograr la reactivación económica de diversos sectores —Con Punche I y II—.
Por eso, Infobae Perú conversó con el economista peruano Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y Finanzas, durante el gobierno de Ollanta Humala. Castilla, que ha trabajado en el Banco Mundial tanto como el Banco Interamericano de Desarrollo, opinó sobre estas 25 medidas anunciadas por el Gobierno, así como la falta de liderazgo político en el Ejecutivo, y la impresión de que este paquete llega tarde, en un contexto en que ya deberían mostrarse resultados.
¿Cómo ve el paquete que ha anunciado el MEF para hacer frente a la recesión?
Creo que ponerle acento en la importancia que tiene la inversión privada me parece lo correcto, así como apuntar a ciertos sectores que son claves como minería, agroindustria, turismo, construcción me parece que es lo que lo que hace tiempo debió haber hecho.
Cree que algunas de estas medidas han llegado un poco tarde, entonces.
La cuestión es que, como esto se trata básicamente de reanimar las expectativas empresariales y generar pues un shock de confianza esto ocurre de luego de todo un año de haber intentado distintos tipos de medidas y no haber tenido mucha efectividad. Incluso si uno ve la propia presentación del ministro de Economía, uno ve que se han intentado dos versiones de Con Punche, dos pedidos de facultades administrativas, dos créditos suplementarios... O sea, ha sido muy intenso el año en medidas. No todas han funcionado. Muchas están todavía a medio ejecutar. Y ahora se presenta este plan como si recién estuviéramos en una situación de recesión, cuando esto se ha venido dando a lo largo de los últimos meses.
Son más anuncios de medidas...
Ahí el tema es cómo se asegura que esta medida no sea anuncios que no se llegan a implementar y que efectivamente generen resultados. Porque creo que ahorita lo más importante es, lo que movería, lo que nos sacaría del pesimismo en el cual estamos, ver más que anuncios sería saber de resultados concretos. Entonces, creo que hay un déficit de credibilidad que todavía no está haciendo del todo resuelto con esto.
Medidas en minería, pero no en hidrocarburos
¿Cómo ve las medidas en enfocadas en el sector minero?
Está bien motivar y fomentar la inversión en exploración minera, porque si no hay exploración, pues no va a haber una cartera de proyectos que puedan ser explotados. Y exigirles, por ejemplo, consulta previa a un proyecto de exploración, dado que uno de cada diez, efectivamente, logra conseguir algo no tiene sentido.
Tiene que ver una proporcionalidad de las medidas, entonces yo creo que eso es lo positivo. Me parece correcto también reconocer que hay espacio para una mayor colaboración con el sector privado a través de una modalidad, por ejemplo, de servicios por impuestos.
Como un complemento de las obras por impuestos...
Se está pensando, justamente, que ese activo, esa infraestructura que se construye, pues tenga el equipamiento, tenga la forma de dar un servicio a la población. Y yo creo que eso es clave. Es que es cierto. Un hospital que se hace por Obras por impuestos no está equipado, ni hay personal calificado que que vea los servicios de salud. Aunque eso está bien para actividades más puntuales, porque tampoco queremos que el canon financie actividad de manera indirecta permanente, porque el canon, qué es lo que financia Obras por impuestos, básicamente, es volátil.
Volviendo a la lado del paquete de medidas, ¿en qué puntos cree que adolece?
Lo negativo es que hay mucho supuesto de que solamente con anunciar esto se materializa en actividad económica. Hay algunas medidas que yo creo que no son del todo afectivas. Por ejemplo, suena muy atractivo decir que están triplicando las garantías para movilizar el crédito aquellos sectores o empresas que tienen dificultades por la recesión. Pero, vamos, hasta la fecha los S/5.000 millones en garantía han logrado solamente llegar a 70 mil empresas y en el Perú hay 2 o 3 millones de empresas, especialmente pequeñas. Entonces la escala no guarda congruencia necesariamente con el alcance que debían tener por definición. Entonces yo creo esa medida que puede sonar muy efectista, al final tiene un alcance limitado.
¿Cómo ve las obras en minería que se está impulsando?
Me llama la atención que en el listado de proyectos mineros, nuevamente se excluya el proyecto de Tía María, de acá al 2025. Es un proyecto que es complejo, pero que cumplió todas las todas, los requisitos legales, ambientales y sociales. E incluso la empresa se ha comprometido a construir la solución hídrica para que no haya reclamos a la población. Y aún así el Gobierno regional no lo pone en su lista priorizar en tres años. Entonces, yo creo que eso atenta contra eso de comprarse ciertos pleitos que cambien las expectativas.
¿Qué sector considera que también debería haber sido abarcado en las medidas del MEF?
Sí, yo creo que una tiene que ver con el sector de hidrocarburos. Porque creo que ha habido mucho mucha preocupación de darle más responsabilidades a una empresa pública que está quebrada y que tiene problemas de solvencia. Y le estás dando la administración de lotes petroleros por dos años, cuando fácilmente se ha podido o bien extender la concesión de los operadores actuales, o convocar nueva licitación, habiendo interés de parte de postores privados. Entonces darle esa responsabilidad a Petroperú es añadirle más riesgo a una empresa que está con serios problemas. Y también hay problemas de manejo con crisis ambientales. Entonces, ahí creo que hay una omisión notoria.
Un gobierno débil con un modelo económico en pie
Con lo que señalaba de Tía María, esto de Petroperú, y lo de comprarse pleitos. ¿Cree que es principalmente porque es un tema político o por falta de liderazgo?
Ambas cosas. Yo creo que este Gobierno sufre de problemas severos de liderazgo, es un gobierno que es permisivo y que no quieres abrirse ningún flanco de debilidad, o en regiones o por un congreso que lo sostiene, digamos con mucha precariedad. Este deseo de de no generar contingencias políticas, de estar bien con bien con la oposición, con los sindicatos, las regiones. Al final no acaba satisfaciendo a nadie. Y todo eso también afecta el el humor empresarial. Y el hecho de que tengamos una crisis de inseguridad desbocada y la minería ilegal avanzando...
Y que no haya una respuesta contundente. Hay mucho tema efectista. La delegación de facultades en materia de seguridad no ha tenido nada de fondo. Y el plan Boluarte ha brillado por su ausencia, fue un conjunto vacío.
Debe haber prioridad además en esos temas...
Creo que hay temas adicionales a la política económica, que son importantes abordarlos para que en su conjunto se vea que el gobierno tiene un rumbo y avance. Sino son anuncios de programas sucesivos que se van cambiando... No por lanzarlos o relanzarlos dos o tres veces se va a tener mejores resultados. Y de hecho estamos a portas de que ya comienza el fenómeno climatológico [El Niño] y que puede fácilmente duplicar las pérdidas que hasta la fecha se han registrado.
¿Pero aún no es tan tarde para que estas medidas del MEF puedan cambiar el rumbo?
Creo que todavía estamos a tiempo, quizás. Pero yo creo que el espacio de margen error ya se redujo a cero. Entonces, coincido en que es la última oportunidad de plantear un paquete. Porque no concibo uno nuevo de acá a tres meses ya carece de sentido. Ya más bien que se aboquen a implementar lo aprobado en vez de seguir anunciando cosas.
Pero si las medidas prueban efectivas, ¿entonces saldríamos de la recesión en 2024?
Sí, creo que tenemos factores estructurales y voy a mencionar tres que yo creo que nos debe hacer ver mirar el vaso más lleno que vacío. Pese a todos, nuestro manejo macroeconómico es superior a todos los países vecinos, parecido al de Chile o mejor en muchos aspectos. Otro: la apertura que tenemos no se ha cerrado, seguimos avanzando con acuerdos comerciales y eso también ha disciplinado los acuerdos, que tenemos candados institucionales para evitar exceso.
Y nuestro modelo económico, consagrado en la Constitución, sigue incólume a las tentaciones de bajárselo. Yo creo que eso da una basa para una recuperación. Vemos que los bancos son sólidos, las empresas han mostrado gran resiliencia, desde las pequeñas hasta las grandes. Y no hay problemas severos en los fundamentos económicos del país. Lo que se requiere es que el Estado funcione y que se resuelvan los problemas políticos institucionales que seguirán siendo el gran talón de Aquiles que tiene nuestra economía.