En Arequipa —la tercera región del Perú con mayor población de alpacas, con 468 mil ejemplares, según el Ministerio de Agricultura y Riego— el frío y la sequía se ha vuelto una amenaza constante para dicha especie.
A 4.400 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.), los pueblos de agricultores, ganaderos de altura, cultivadores y criadores de especies de las zonas más altas de la región surandina denuncian que han sido olvidados por el Gobierno y exigen se establezcan medidas urgentes para reducir la alta mortalidad de alpacas.
Pues, actualmente, se registran al día hasta seis muertes de estos animales por el frío, la sequía y la caída de rayos. “Por cada vivienda, estamos pidiendo un pararrayo”, demandó un ciudadano a través de Latina.
Comunidades de Caylloma son las más afectadas
En diálogo sostenido con el medio televisivo, se informó que el distrito de San Antonio de Chuca, uno de los veinte distritos que conforman la provincia de Caylloma, donde se concentra la mayor cantidad de ganado bovino, con 82 mil 230 mil y 53 mil 443 cabezas de ganado respectivamente, cuyos principales usos están dirigidos para la producción de leche y derivados lácteos, la producción de carne y la lidia.
“Esta temporada están muriendo las alpacas por falta de pasto, de agua. Esta temporada nos deben apoyar con henos y forrajes, porque verdaderamente necesitamos aquí. La mayoría aquí, en San Antonio de Chuca, todos son alpaqueros”, manifestó otra ciudadana.
En esa línea, según el Ministerio de Agricultura, la adecuada alimentación representa un punto importante de resolver para las familias ganaderas. Esto debido a que tiene una influencia del 30% en los indicadores de producción y fertilidad.
Por ello, se recomienda al productor de ganado vacuno realizar innovaciones tecnológicas en su unidad productiva, con el objetivo de garantizar el abastecimiento de alimentos a sus animales en la época de sequía.
De esta manera, al disponer de un aporte de forraje conservado, se asegura una producción lechera sostenida —incluso en períodos de escasez—, así como la producción constante de leche, carne, entre otros productos, durante todo el año.
Ganaderos se ven obligados a rematar sus animales
La crisis hídrica y la falta de forraje —la hierba verde o seca que se da al ganado para alimentarlo—, como posible consecuencia de la crisis climática y el Fenómeno El Niño, también ha obligado a los ganaderos a rematar a sus animales, disminuyendo la producción regional en un 40 %.
Sin embargo, lo cierto es que el impacto sería mucho más alto, pues, luego que la sequía golpeara la campaña agrícola 2022 y 2023, aún se prevé que esta situación continúe hasta el 2026, de acuerdo a una nota de Agro Perú Informa. En esa línea, se precisa que el verdadero problema de los ganaderos no es conseguir los forrajes para sus animales, sino que los precios de aquel insumo se han duplicado. Por lo tanto, están impedidos de acceder al recurso estos días.
Además, no cuentan con otros medios necesarios para proteger y abrigar a los animales de los cambios de temperatura, sobre todo, del frío, lluvia y granizo.