Los casos de bullying y la violencia entre escolares ha venido en aumento durante este 2023. Según un reciente informe del Instituto Guestalt de Lima (IGL), en lo que va del presente año se han registrado un total de 10,347 casos de violencia entre alumnos a nivel nacional.
En palabras de Manuel Saravia Oliver, psicólogo y psicoterapeuta del IGL, estos actos agresivos afectan la salud mental de los menores, trayendo consigo consecuencias graves como ataques de ansiedad, depresión, problemas de aprendizaje y hasta pensamientos suicidas.
El bullying, principal problema
El experto agregó que estos casos de violencia se presentan en su mayoría en adolescentes de secundaria y se manifiesta a través de agresiones físicas. “La lucha contra el bullying debería ser una prioridad en los colegios, ya que este problema sigue en aumento año a año. Desde el 2013 a la fecha, el portal del SiseVe del Ministerio de Educación ha recibido 39,103 casos de violencia entre escolares”, dijo.
Los casos de acoso escolar se presentan como comportamientos agresivos, en su mayoría intencionales, que buscan dañar la integridad física y emocional de sus víctimas, mediante lesiones, insultos o malos tratos en general. Estos se pueden presentan en inmediaciones de la escuela, en la calle o incluso a través de las redes sociales.
“Hay que tener en cuenta que los niños y adolescentes son seres sociales que dependen del juicio de los demás. Por eso cuando se sienten acosados o ridiculizados no son capaces de afrontarlo ni comunicarlo pudiendo generar en él un sentimiento que conduzca a la depresión y los pensamientos suicidas”, explicó Saravia a la agencia Andina.
Señales de alerta de niños violentados
Según el especialista, estas son algunas señales de alerta que los menores presentan cuando son sometidos a actos violencia o acoso escolar:
- Tristeza acumulada
- Frustración
- Enfado o irritabilidad
- Aislamiento
- Falta de higiene personal
- Cambios en los hábitos de sueño y en la alimentación
Por ello, Saravia Oliver aconsejó a los padres de familia a mantener constante comunicación con sus hijos, a fin de prevenir que sean víctimas de violencia física o psicológica. “Es importante decirle al niño que sufre de bullying qué acciones vamos a tomar para cuidarlo: ‘voy a hablar con tu profesor’, voy a hablar con tu director’, etc. En todo momento el niño tiene que sentir que vamos a hacer acciones concretas para ayudarlo”, señaló al mencionado medio.
Los menores agresores
De otro lado, el psicólogo también se refirió a los menores que cometen las agresiones, los famosos bullies. Sobre este grupo de estudiantes, Saravia recalcó que se debe tener cuidado con llamarlo “agresor” o “matón”. “Hay que hablar de conductas inadecuadas o comportamientos a corregir con mucha empatía y enseñar nuevas maneras de resolución de conflictos sin golpes, sin insultos y sin ofensas”.
En esa línea, sugirió a los padres a fomentar espacios de diálogo en sus casas, hacerlos parte de una comunicación asertiva para generar confianza, así como detectar a tiempo conductas que podrían resultar agresivas. “En todo momento el niño tiene que sentir que vamos a hacer acciones concretas para ayudarlo”, remarcó.
El psicólogo recomendó a buscar ayuda profesional siempre que considere que pueda resultar oportuno para la educación de su hijo o hija. “La mejor forma de prevenir comienza en el hogar”, finalizó.
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