No pagaron rescate: Joven secuestrada en Comas huyó luego que sus captores abandonaron la casa

Se encontraba amordazada, atada de manos y todos los días pedía auxilio. Salieron a la luz más detalles en torno al caso de Lucero Trujillo Vargas, secuestrada el pasado 7 de noviembre en el distrito de Comas. Según información policial, la joven escapó de la casa donde la tenían cautiva en Carabayllo, luego que sus captores escucharan sirenas de la PNP.

Un equipo especial de la División de Investigación de Secuestros y Peritos de la Unidad Básica Desconcentrada de la Policía Nacional del Perú (Depincri) llegó este viernes hasta la Primera Etapa del AA.HH. San Diego, en Carabayllo, y ubicaron la vivienda donde permaneció captada por más de 72 horas la víctima; hija de una empresaria de frigoríficos y por la que sus secuestradores pedían más de un millón de dólares.

En sus primeras declaraciones, tras llegar a la sede de la Depincri, la joven señaló que logró huir de la vivienda, aprovechando la ausencia de sus captores, quienes salieron del lugar al enterarse que la PNP estaba rondando por la zona. Su desesperación en busca de libertad la llevó a pedir auxilio por una de las rejas que la mantenían encarcelada. Sacó las manos atadas por uno de estos espacios y gritó hasta que los vecinos la escucharon.

Al verla encerrada, desorientada y gritando con desesperación, los pobladores del asentamiento humano la ayudaron a salir. Luego de desatarla, Lucero Trujillo huyó sin saber dónde estaba, hasta que logró llegar a la sede de la dependencia policial; donde las autoridades le brindaron los primeros auxilios.

Tras encontrarse a buen recaudo, los agentes ubicaron a sus familiares y la mantuvieron en el lugar a la espera de su llegada. Hasta el cierre de este informe, la joven víctima permanece en la Depincri, donde deberá brindar detalles acerca de su secuestro.

“En esa oportunidad no se ha pagado un rescate. Hay una profunda investigación criminalística también, porque el lugar donde estuvo la joven ya se ha reconocido, también se notó que hubo presencia de los secuestradores. Tenemos un manantial de información”, agregó el jefe policial.

Según información de los vecinos que recogió Canal N, en esta vivienda de Carabayllo vivía una pareja conformada por un ciudadano peruano, natural de Cajamarca, y una mujer de nacionalidad venezolana. Sin embargo, detallaron que estos no habrían llegado al domicilio durante los últimos dos días.

Los residentes de la zona aprovecharon para señalar que esta pareja siempre llevaba gente extraña al domicilio y realizaba fiestas hasta altas horas de la noche, generando disturbios y bullas que no podían controlar, ya que, según detallaron, son personas problemáticas, por lo que tenían temor a enfrentarlos.

Las autoridades aún no determinan si esta pareja tiene vinculación con los tres sujetos que secuestraron a la víctima; sin embargo, detallaron que los equipos de investigación se encuentran al interior de la vivienda para recabar toda la información posible.

El pasado martes 7 de noviembre, tres individuos, a bordo de una camioneta Toyota de color rojo metálico, llegaron hasta el local ‘Carlita’, ubicado en la Av. Julio C. Tello, en el distrito de Comas, y se llevaron a la fuerza a Lucero Trujillo Vargas. Provistos de armas de fuego, los delincuentes redujeron a todo aquel que se interpuso en su camino.

Lucero Trujillo, de 27 años, recibía una mercadería en el mencionado depósito, propiedad de su madre, una empresaria dedicada al rubro de los frigoríficos. Según las cámaras de seguridad de algunos establecimientos cercanos que lograron captar imágenes sobre este lamentable hecho, los delincuentes estuvieron realizando un reglaje a la joven por algunos minutos. Aprovecharon un descuido y se la llevaron.

El vehículo en el que fue captada la joven fue reportado como robado el 5 de noviembre y hallado el miércoles 8, un día después del secuestro, en el distrito de Ventanilla. La central de cámaras de videovigilancia de la mencionada comuna dieron cuenta de los precisos instantes en los que un sujeto abandona el vehículo, mientras que otro auto, de color negro, lo espera para salir del lugar.