Gianella Neyra inició su carrea en los años 90, con la conducción del programa musical T-lemusi-K.4. Esto le sirvió de palestra para que su rostro se expusiera y los productores pusieran sus ojos en ella, llegando a participar en exitosas telenovelas como Malicia, Obsesión, Escándalo, Torbellino, entre otros.
Pese a que ha vuelto a conducir, confiesa que su pasión es la actuación e interpretar diversos personajes que le hacen vivir distintas vidas. No obstante, desde hace unos años decidió explorar mucho más de este arte, probando así la producción, una actividad que casi se frustra a causa de la pandemia.
En abril del 2023, logró estrenar ‘Soltera, Casada, Viuda, Divorciada’, llegando a estar 23 semanas en cartelera. Sin embargo, el éxito no quedó ahí, el viernes 27 de octubre se estrenó en Netflix, repitiendo el plato y logrando estar en la lista de películas más vistas en la plataforma.
En conversación con Infobae Perú, la actriz resaltó que estaba feliz y sorprendida por este logro, además de dar algunos detalles del proceso de esta película. También hace un repaso en su carrera, responde por qué dejó Argentina pese a su exitosa carrera y cómo se lleva actualmente con Segundo Cernadas, expareja y padre de su primer hijo.
Gianella, ¿sorprendida por todo lo que está logrando “Soltera, Casada, Viuda, Divorciada”?
Sí, sorprendidos, emocionados, felices, orgullosos. Es como una mezcla de sensaciones, todas bonitas. Sorpresa tras sorpresa nos ha dado esta película. Que la cantidad de espectadores supere el millón, que tenga más de cinco meses en cartelera, que haya superado ese ranking histórico y que ahora esté en Netflix y que se mantenga dentro de los top 10 de Latinoamérica, la verdad que es una cosa increíble. Ha trascendido un montón, eso es alucinatnte.
Es la primera vez que te encargas de la producción, tú sola...
Sí, fue la segunda película que coproduje. Antes de eso ya había hecho ‘Medias Hermanas’, que la coproduje con Madyel Ugaz y con Tondero. Pero sí, de hecho, es la primera película con este impacto tan grande. La verdad que lo tomo con tremenda responsabilidad, con muchísima tranquilidad. Y siento que es parte de un camino, un nuevo camino que recién estoy empezando, en el que quiero seguir con muchísimo respeto y con mucha admiración a gente enorme que viene haciendo cine hace muchos años.
¿Continuarás explorando en la producción?
Me gusta contar historias, por eso soy actriz, porque me gusta contar historias. Y el hecho de poder producir, estar desde el otro lugar, te da como un 360 de esta posibilidad de contar historias. Es algo que hoy me llena y me genera mucha emoción, mucha adrenalina, mucha curiosidad y que sí quisiera poder seguir explorando.
¿Te llegaron a cuestionar por no haber llamado a Rebeca Escribens y Almedra Gomelsky en esta película? Tú has hecho un grupo muy compacto con ellas y Katia Condos.
(Risas) En realidad, sí, nosotros somos súper unidas y me bromean mucho con el tema, pero no hay ningún tipo de molestia en absoluto. Más allá de que sean mis amigas y que las amo y quisiera estar en todos los proyectos con ella, es un trabajo y es una historia que se tiene que contar. La historia es lo que prima y se trata de elegir siempre a las personas idóneas para el personaje y para la historia. Y finalmente, yo soy la productora o la coproductora, pero hay una directora (Ani Alva Helfer) que va por encima de todas las decisiones y es su película.
¿Y qué tal complicado fue elegir a tus personajes?
Mira, fue darle vueltas durante mucho rato con Ani (Alva Helfer). Ella es muy de imágenes, muy de sensaciones y hacíamos como estos collages con muchas opciones de actrices según las edades, según las energías, según la mezcla de las energías también. Ha ido cambiando muchísimo desde el día uno hasta cuando finalmente se logra hacer la película. Algunas de esas actrices no estaban pensadas en un principio, de repente se fue dando, fue evolucionando. No fue fácil, pero fue muy lindo ver cómo todo encajó y cómo finalmente nos fusionamos, pudimos lograr ensamblar muy bien.
Las grabaciones tuvieron dos momentos que dejaron huella, la primera fue la pandemia y la segunda, la partida de Diego Bertie...
Fue complicado, muy desafiante. Por momentos no sabíamos si íbamos a poder completar la película, porque en una película tienes ciertas semanas ya estructuradas y ya planificadas y cuando algo como esto que nos sucedió pasa, es algo que no puedes superar en un día. Realmente te corta una grabación durante semanas. Entonces, sí creo que hay que agradecer muchísimo a todo el equipo, porque dijo ‘no, vamos a sacar esto adelante y lo vamos a lograr y lo vamos a hacer’. Y ahí sí, realmente todos nos armamos juntos y logramos sacar esto juntos.
El proyecto terminó con una dedicatoria de Diego Bertie...
Desde el momento en que estuvimos ya en postproducción, editando los cortes finales de la película, sí sabíamos que la película necesitaba esa mención, necesitaba ese final. Creo que más allá de lo doloroso que fue, no solamente para las personas que estábamos haciendo la película, sino para todas las personas que en algún momento lo conocieron, es que también teníamos un personaje entrañable, un personaje hermoso y luminoso. Creo que a la par también sentíamos que era muy importante dedicarle esta película a él y que la gente que viera esta última película de Diego lo viera haciendo lo que más amaba hacer, que era actuar, que lo viera brillando de esa manera como siempre ha brillado cuando ha encarado un personaje.
Ahora, tús inicios fueron en ‘Malicia’, poco a poco ganaste un nombre hasta llegar a Argentina. ¿Por qué decidiste regresar?
En un momento, ya habiendo trabajado aquí en Perú hace varios años, quería seguir aprendiendo, quería seguir conociendo un poco más, me interesaba mucho entender cómo encaraban la actuación en otros lugares, cómo se trabajaba en otros lugares. La actuación es algo como muy humano, muy personal. Tú eres tu propia herramienta de trabajo, entonces afecta mucho tu idiosincrasia, tu crianza, tu cultura para encarar ciertos personajes. Siento que además necesitaba un poco más de bagaje, uno siempre necesita más bagaje para poder seguir construyendo historias. Viajar siempre nos abre la cabeza y nos permite mirar la vida desde diferentes lugares, muy distintos a los tuyos.
Trabajaste 10, 11 años ahí. Ya tenías una vida hecha en Argentina...
Fue uno de los aprendizajes más hermosos, pero me di cuenta que quería volver, que quería hacer cosas en mi país. Abrir caminos en un lugar que no fuera el mío, que no sean mis raíces, no tenía el mismo significado ni el mismo peso para mí. Entonces ahí fue un poco que decidí volver. En ese momento se estaba empezando a hacer muchísimo teatro y cine otra vez, y me parecía importante que yo fuera parte de ello. Por eso decido volver, amo mi país, amo mi lugar, amo mi cultura, amo mi gente, mi comida, mis lugares. No lo digo de pura sobonería, realmente amo vivir en Perú.
Pese a los años de ausencia, en Argentina aún se escucha tu nombre. Cuando entrevistaron a Milett Figueroa, le preguntaron por ti, ¿llegaste a verlo?
Sí, me han dicho, bueno ahora con las redes uno escucha todo y lee todo. Cada vez que voy de visita, de viaje, de vacaciones, me sorprende que me reconozcan todavía porque hace mucho que no trabajo en Argentina, y de verdad lo agradezco enormemente. Han sido momentos de aprendizaje enormes, actoralmente yo he cambiado muchísimo a partir de mi experiencia. Me encantaría en algún momento poder hacer algo allá otra vez, pero claro tendría que ser de una manera distinta, de repente ir y volver. A mí me encanta que mis hijos se críen aquí en Perú, estar establecida en un solo lugar. De repente era más mochilera, pero hoy no tanto.
Segundo Cernadas brindó una entrevista, donde habló de ti, pese a que tú eres muy cuidadosa con tu vida privada. Aquí dijo que la separación le dolió mucho y lo sintió como un fracaso. ¿Llegaste a ver esa entrevista?
Algo me pasaron algunos amigos. Yo creo que él tampoco nunca había hablado del tema, por lo mismo que defendemos nuestra vida privada, creo que también hemos decidido hablar muy poco. Creo que fue la primera vez que habló de esa manera, y por eso rebotó de la forma que rebotó. Pero sí somos muy conscientes, y desde el día uno decidimos hacer lo mejor para nuestro hijo. Por eso cuidamos mucho la privacidad, yo cuido mucho mi privacidad por mis hijos. Siempre he tratado de que mi carrera o mis noticias tengan que ver con mi vida profesional, además considero que eso debería ser lo más importante o interesante.
Me queda claro que existe una buena relación entre ustedes hoy en día...
Sí, totalmente. Y eso fue una decisión desde el primer día. Creo que más allá de que una relación no funcione o que uno decida tomar otro rumbo en la relación, uno tiene que cuidar aquello que construyó o aquello que tiene y sobre todo más si tienes un hijo de por medio. Creo que nuestro hijo es el regalo más grande que nos ha podido dar esa relación que tuvimos y es lo que amamos profundamente, lo que vamos a cuidar hasta el día que nos muramos. Y ahí está puesta nuestra atención, nuestra dedicación, nuestra energía, nuestro todo.
Vienes de una familia de artistas. ¿Qué tal si un día uno de tus hijos te dice que quiere pertenecer a esta familia? ¿Estás preparada para ello?
La verdad que estoy preparada para que me digan qué quieren ser, cuando me lo digan, ya veremos ahí. A partir de eso veremos cómo lidiamos y cómo los apoyamos. Para mí siempre ha sido importante tratar de inculcarles desde chiquitos que no tengan miedo, que sean responsables con sus decisiones, que sean libres de poder mostrarse como son. ¿Qué van a hacer después? No sé, lo que ellos quieran, y espero poder estar ahí para apuntalarlos y para ayudarlos de la mejor manera posible, así no sea lo que yo me hubiera imaginado para ellos.
Ahora, siempre te preguntan por cuándo te casas con Cristian Rivero. ¿Qué piensas cuando llega esa interrogante en redes?
(Risas) La verdad que lo tomo como viene, como una pregunta, como una curiosidad. No le doy mayor importancia porque finalmente, no sé. Si me caso, me caso y si no me caso, pues, no me caso. Es una cuestión mía y de mi pareja, y lo decidiremos en su momento y ya. No es algo que honestamente nos quite el sueño. Creo que tenemos cosas enormes, profundas y de las cuales nos sentimos tremendamente orgullosos a nivel relación. Entonces, el resto lo tomamos hasta como una muestra de cariño y de atención.
¿En qué momento de tu vida regresa la conducción?
Hace millones y millones de años, cuando tenía 16, hice T-lemusi-K.4, que era un programa de música. Esa fue la fichita que hizo que todo se mueva y empiece a actuar. No pensé que iba a volver a conducir. En realidad lo que me atrapó es la actuación y es lo que amo, es mi vocación absoluta. Dentro de esto surgió la posibilidad de hacer Mujeres sin Filtro, que ahora es Mujeres de la PM. La conducción es algo que, dependiendo del proyecto, sí me genera disfrute, pues lo hago. No es algo que yo diga, esto es lo que quiero para siempre.
¿Y ves ‘Arriba Mi Gente’?
Cuando estoy en casa se ve Latina, se ve un montón porque Cristian (Rivero) también trabaja en Latina. Y por supuesto que he visto a mis compañeros (de Arriba Mi gente) y les escribo. Hemos trabajado más de un año, entre los previos y el tiempo que estuvimos al aire juntos. He hecho una amistad enorme con los conductores, con el equipo técnico, con los productores. Realmente un equipo hermoso, que quiero y que cada cierto tiempo nos juntamos. ‘Arriba Mi Gente’ fue una escuela muy interesante para mí, de mucho crecimiento.