El boxeo es parte de la cultura popular de nuestro país desde hace más de un siglo. A lo largo de los años, este deporte ha brindando innumerables alegrías a los peruanos, quienes han sido testigos de las victorias de los pugilistas. Uno de ellos es el peruano Alejandro Reyes Talledo, más conocido como Alex Rely.
Alejandro Reyes, nuestro compatriota que nació en la ciudad de Pisco el 18 de julio de 1898, comenzó su trayectoria a los quince años como marino, embarcándose en el vapor Manuel Calvo y, posteriormente, en el Iquitos, que realizaba travesías desde Panamá hasta el puerto de Valparaíso en Chile. Fue en esta tierra chilena donde se forjaría su leyenda, ya que, representando a Iquique, se convirtió en campeón de Chile en la categoría de los medios pesados. Curiosamente, la prensa de Santiago lo etiquetó como panameño en lugar de peruano.
El boxeador no solo marcó un hecho importante en el país sureño; también se convirtió en el primer boxeador peruano en enfrentarse en el Madison Square Garden de Nueva York, en Estados Unidos. En su extensa y exitosa carrera en las primeras décadas del siglo XX, aunque poco conocida por las nuevas generaciones, destacó no solo por su destreza técnica y poder físico, sino también por un gesto de hermandad entre nuestro país y Chile. En un momento en que las disputas por la soberanía de Arica y Tacna seguían siendo una herida abierta debido a la Guerra del Pacífico.
Desembarca un futuro boxeador: Alex Rely
En el libro “Las historias que nos unen”, escrito por Daniel Parodi Revoredo y Sergio González Miranda, se destaca la llegada de un robusto boxeador peruano a Iquique en el año 1918. Su nombre era Alejandro Reyes Talledo, pero adoptó el nombre de Alex Rely en su búsqueda de oportunidades en el mundo del boxeo y la integración en una nueva tierra.
En ese contexto, Santiago Mosca, un entrenador, identificó el potencial del peruano y lo transformó en un boxeador técnico. La revista Zig Zag mencionaba en 1921: “Alex Rely tiene 24 años y pesa 80 kilos. Nació en San Miguel, ciudad de Panamá, de padre americano”. Sin embargo, su origen real era un misterio en medio de la confusión sobre si era peruano o panameño. El boxeador mismo contribuyó a la ambigüedad al declarar: “Soy panameño o mejor dicho, colombiano, pues cuando nací Balboa pertenecía aún a esa nación”. Esta identidad ambigua le sirvió para protegerse de la hostilidad que prevalecía en Chile contra los peruanos.
A pesar de este doble sentido, se destacó en los rings chilenos y fue considerado un boxeador extranjero que había sido moldeado por la escena local. A pesar de ser de otro país, obtuvo el título de campeón de Chile, demostrando su destreza y valentía en el cuadrilátero.
Con el tiempo, Rely aclaró su nacionalidad, afirmando: “Soy peruano. Nací en Pisco, el 18 de julio de 1898, apenas tengo 26 años, y soy peruano neto, porque mis antepasados también los fueron hasta tres generaciones que yo recuerde. Mis tatarabuelos fueron africanos. Llegaron al Callao con 70 u 80 familias en un barco de vela español llamado «El Argonauta», asegura el libro “Las historias que nos unen”.
Sus peleas y su éxito
Su debut en el mundo profesional del boxeo fue todo un éxito, ganando por puntos contra un debutante jamaiquino llamado Jim Johnson. Estos primeros triunfos lo mantuvieron invicto, pero su enfrentamiento con el campeón regional de Tarapacá, Benjamín Zárate, marcó un punto de inflexión. En una pelea en la que el peruano estaba en clara desventaja, tanto en peso como en apoyo público, sufrió su primera derrota por nocaut.
Sin embargo, nuestro compatriota no se rindió y buscó una revancha con Zárate, en la que salió victorioso. A medida que avanzaba en su carrera, se enfrentó a desafíos más significativos. En 1921, se trasladó a Santiago y se enfrentó al campeón chileno de los pesos completos, Quintín Romero Rojas, a quien derrotó en un emocionante combate. Esto lo llevó a una eliminatoria para determinar al nuevo campeón de los pesos completos de Chile, donde se encontró nuevamente con Romero, y la pelea terminó en empate.
Debido a la falta de un resultado claro en la eliminatoria, las autoridades chilenas le otorgaron el título de Campeón de los Medio Pesados a Rely y el título de Campeón de los Pesos Completos a Romero. El peruano defendió su título en varias ocasiones.
En 1923, decidió regresar a Perú y se enfrentó a boxeadores extranjeros en Lima. A pesar de las preguntas sobre cómo lo habían tratado en Chile por ser peruano, el boxeador expresó su agradecimiento hacia el pueblo chileno y nunca se quejó de su experiencia. Continuó su carrera con victorias en el Perú, pero en 1924 sufrió su segunda derrota a manos de King Solomón, un boxeador panameño.
Luego, viajó a Argentina, donde obtuvo una victoria antes de disputar el título Sudamericano de los Medio Pesados contra Alejandro Trias de Uruguay, ganando por nocaut y convirtiéndose en el campeón sudamericano.
El punto culminante de su carrera fue en 1925, cuando se enfrentó al famoso cubano Kid Charol, un pugilista reconocido a nivel internacional. A pesar de sus esfuerzos, Alex Rely fue derrotado por el cubado. Después de esta pelea, nuestro compatriota tuvo la oportunidad de viajar a los Estados Unidos, debutando en el Madison Square Garden de Nueva York.
A pesar de no lograr la victoria en su debut, el peruano se convirtió en el primer boxeador peruano en pelear en este escenario. Continuó luchando en Estados Unidos antes de su última pelea en el famoso recinto, donde fue derrotado por James Delaney.
Su regreso a Lima y el declive de su carrera
El regreso de Alex Rely a Lima después de su derrota en los Estados Unidos no fue precisamente triunfal. Las visitas a las cantinas se volvieron una constante, y la prensa de la época no dejó de comentar sobre su despilfarro de dinero: “Alex Rely, que con la misma facilidad con la que liquidaba a sus rivales en el ring, hacía volar billetes de sus arcas en las cantinas”.
Sin embargo, el boxeador tenía un objetivo claro en mente: retener su título sudamericano frente a un prometedor rival, Alberto ‘Burro’ Icochea, un boxeador chalaco que estaba ascendiendo rápidamente en el mundo del boxeo. Icohea había comenzado su carrera en 1922, un año antes de que Alex viajara a los Estados Unidos. Además, ya había peleado en tierras norteamericanas, incluso empatando en un emocionante combate contra Kid Charol un año después de que el cubano noqueara a Rely.
La pelea por el título sudamericano entre estos dos peruanos tuvo lugar el 25 de diciembre de 1926. En un emocionante enfrentamiento, El ‘Burro’ se consagró como el nuevo campeón sudamericano. Sin embargo, dos años después, Rely lograría recuperar la corona al vencer a Icochea por puntos.
Sus ganancias se habían evaporado, y en 1928 aceptó pelear en Argentina contra el italiano Michelle Bonaglia. La pelea no parecía suponer un riesgo para el peruano, pero en el octavo round sufrió un violento uppercut (un golpe bajo el mentón) que lo dejó en la lona y causó el desprendimiento de la retina en ambos ojos. Este fue el último combate de nuestro compatriota, en el que había caído trece veces.
Alex Rely fue atendido en una clínica de Buenos Aires, donde experimentó una breve mejoría. Sin embargo, la ceguera total llegó después, y se vio obligado a tener otros trabajos como vender artículos diversos. Su vida tomó un giro triste y desafortunado, y se le recuerda como un hombre que terminó en completa miseria, ciego y dependiente de la caridad pública. A pesar de haber sido una figura destacada en el pugilismo nacional, el boxeador peruano murió en la oscuridad y la pobreza en 1966.