La crisis de inseguridad que se vive en el Perú comenzó a afectar al fútbol, así quedó demostrado en la madrugada del martes 7 de noviembre, cuando unos delincuentes detonaron un explosivo en el local oficial del club Sport Boys, ubicado en la primera cuadra de la calle Teatro en el Callao y frente de la sede de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad del distrito.
Según los informes policiales y testigos, el hecho ocurrió a las 00:37 horas, cuando dos sujetos llegaron a la sede del club en una motocicleta, lanzaron, lo que presuntamente fue una granada de guerra y huyeron rápidamente. Sus identidades no han sido develadas, debido a que se encontraban con el rostro cubierto.
La onda expansiva produjo severos daños en el recinto, destrozando ventanas, mamparas y parte de la fachada del local. Afortunadamente no se registraron heridos.
Hasta el momento se desconoce el motivo del atentado. No obstante, se debe señalar que, en los últimos meses, este tipo de ataques vienen siendo un modus operandi común entre los delincuentes que operan en distintas zonas del Perú.
Esta no es la primera vez que el cuadro ‘chalaco’ es víctima de la delincuencia. Recordemos que, a inicios de año, el plantel sufrió el robo de sus pertenencias mientras entrenaba en el Club Cultural Lima de Chorrillos. El hecho fue denunciado a la Policía Nacional del Perú (PNP).
Sport Boys condenó atentado mediante comunicado
Tras lo ocurrido, Sport Boys elaboró un comunicado oficial, en el que lamentó lo ocurrido, y afirmó que colaborarán con las autoridades en todo lo que se requiera, y recordaron que, actualmente la responsabilidad del recinto está en manos de la Municipalidad del Callao.
“El Club Sport Boys comunica a sus hinchas, medios de comunicación y a la opinión pública en general que, durante la madrugada de hoy, nuestro local histórico sufrió un atentado que destrozó su frontis, producto de un explosivo. La Administración pondrá a disposición de las autoridades pertinentes toda la información necesaria para llegar al fondo de este hecho. Asimismo, recordar que el local está a cargo de la Municipalidad del Callao, debido al convenio firmado entre ambas instituciones en octubre pasado”, citó el club en un comunicado difundido a través de sus redes sociales.
La ‘Misilera’ también recalcó el valor histórico y sentimental que tiene dicho recinto para su institución. ”Lamentamos profundamente que personas sin escrúpulos hayan dañado un lugar histórico del Callao y de mucho valor sentimental para el hincha rosado. Seguiremos trabajando siempre en beneficio del Sport Boys, sus hinchas y sus bienes”, finalizó el escrito.
Un trágico antecedente
Uno de los atentados más sonados contra un club de fútbol peruano, sucedió el 9 de mayo de 1991, en un contexto de conflicto armado interno, en el que los ataques de los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA eran habituales en todo el Perú.
La víctima fue el Club Deportivo Municipal, un grupo de delincuentes, que nunca fueron identificados, colocaron una bomba casera, camuflada como un desodorante en los vestuarios del Estadio Municipal de San Isidro. Los futbolistas no se percataron del explosivo y comenzaron a manipularlo, hasta que detonó.
El hecho dejó como única víctima mortal al futbolista Héctor Eduardo Mathey Madrona, de solo 19 años. Este llegó con vida al Hospital de la Policía, pero falleció al poco tiempo por un paro cardiorrespiratorio. Asimismo, Franklin Allemant, hijo del entonces presidente ‘edil’, José Marcelo Allemant, tuvo que ser amputado del brazo. Otros jugadores presentes en la explosión fueron Alfonso Reyna y Juan Mármol.