Este martes 7 de noviembre, en un evento en Palacio de Gobierno, el politólogo e internacionalista Javier González-Olaechea juró como ministro de Relaciones Exteriores, en reemplazo a Ana Gervasi, quien renunció luego de una fallida reunión bilateral entre la presidenta Dina Boluarte y su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca.
Apenas se confirmó que González-Olaechea sería el próximo canciller, eliminó sus cuentas en redes sociales, en un acto desesperado por desaparecer cualquier prueba de los desacuerdos con el gobierno que hoy le daría la oportunidad de ostentar un cargo ministerial.
Entre los registros que aún quedan en Internet se encuentran sus columnas de opinión en El Comercio, entre las cuales existe una llamada “El blindaje”, donde fue un férreo crítico de la actual titular del Poder Ejecutivo.
“En la vida hay hechos que no pueden estar sujetos a interpretación alguna por cuanto sobre ellos prima la evidencia. La evidencia de algo resulta de la observación libre de previos y de subjetivos recorridos, pareceres y condicionamientos”, reza el primer párrafo del texto.
Dicho preámbulo, irónicamente, es para referirse a la permanencia de quien este 7 de noviembre lo designó como nuevo canciller y por quien opinaba que debía caer “una suspensión, inhabilitación para el ejercicio de la función pública hasta por diez años, o una destitución”.
Ello, ante las evidencias referidas a “delitos tales como omisión, rehusamiento o demora de actos funcionales, negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo”, los cuales, “juntos o separados configuran una infracción constitucional”.
Tal fue su indignación ante el encubrimiento a la vicepresidenta de Pedro Castillo, que consideró que “los ciudadanos debemos estigmatizar al blindaje como un acto de alta traición política infligido al electorado repudiando a quien blinda con nombre y apellido”.
Incluso, propuso que “al inicio de una acusación por infracción constitucional se debe contar con la opinión consultiva de una sala especializada de la Corte Suprema que tipifique lo que corresponda”.
“Cuando lo resuelto por alguna instancia competente del Congreso es contrario a la evidencia, a la verdad objetiva, a la normativa y al correcto ejercicio del mandato imperativo, se agudiza nuestra creciente crisis. En tal virtud, la consiguiente degradación política prostituye aún más el valor sustantivo de la representación política”, agregó en el texto.
Cabe mencionar que, pese a las duras críticas contra el Poder Legislativo y su accionar, en su primera declaración como ministro de Relaciones Exteriores, extendió “con toda la cordialidad su saludo más respetuoso” a los 130 congresistas y se puso a disposición de ellos ante cualquier consulta relacionada con su labor en el cargo.
¿Quién es Javier González Olaechea?
El flamante canciller cuenta con más de 44 años de experiencia en el sector público y privado. Estudió Ciencias Políticas en la Universidad Católica Argentina, según su perfil de LinkedIn. Asimismo, cuenta con un postgrado en Administración de Gobierno en la ENA de Francia.
No es la primera vez que ocupa un cargo cercano al Ejecutivo, pues fue asesor en las carteras de Trabajo, Interior, PCM, Cancillería, Energía y Minas e Interior; y se desempeñó como exnegociador de la deuda externa.
Asimismo, el funcionario ha sido profesor de las facultades de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad de Lima y de la Academia Diplomática.
También ocupó altos cargos por América Latina en el Comité de Desarrollo de la organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), el Grupo de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Colombia, Nicaragua, Panamá y Guatemala; Corporación Financiera de Desarrollo; Organización Internacional del Trabajo (OIT) en México, Cuba Haití y Argentina.