La sostenibilidad ya se discute en la producción café y cacao. Así, el parlamento de la Unión Europea (UE) ha anunciado que para el 1 de enero de 2025 todo el café debe venir de fuentes libres de deforestación. Con la Regulación en productos libres de deforestación (EUDR, European Union Regulation on Deforestation-free Products) el objetivo es tanto atacar el cambio climático como la pérdida de bosques y proteger la biodiversidad del planeta.
Sin embargo, esto plantea un reto para países como el Perú, donde se ha hablado que la exportación de café y cacao podría estar en riesgo a raíz de esta medida. Por eso, diferentes actores relacionados a este tema ya se encuentran en movimiento, abriendo diálogos, y tomando medidas para asegurar el desarrollo de estos granos peruanos.
Café peruano busca salida para asegurar exportación en Europa
El gobierno peruano ya se ha pronunciado sobre esta nueva regulación de la Unión Europea y cómo afectaría al café. Fue la ministra de Desarrollo Agrario y Riego, Jennifer Contreras, quien anunció que se implementará un plan que permita a pequeños productores exportar café sin restricción a mercados de Europa.
“Vamos a implementar un plan que se adecúe para que los hermanos caficultores puedan vender su café, sin ninguna restricción en la UE, porque no vamos a permitir que sus productos no ingresen a la UE. Y si tenemos que adecuar algún marco normativo, lo vamos a hacer, porque el Gobierno está trabajando para darles solución a sus problemas”, declaró.
También, el sector privado se encuentra dialogando para buscar una solución y ver cómo adaptarse a estas nuevas medidas para exportación de estos productos. Así, líderes de organizaciones empresariales de América Latina, expertos de la Unión Europea y especialistas locales se reunieron en Lima en programa AL-INVEST Verde de la UE para discutir sobre los retos que la EUDR plantea con esta nueva regulación.
Si bien hay una preocupación desde los productores de café y cacao peruanos, sí se discute como prioritario adaptarse a estas nuevas medidas del UE, y expertos señalan que esto tendría que darse por medio de una certificación de no deforestación; caso contrario, las exportaciones peruanas a países de UE podrían verse afectadas. Cabe recordar que en 2021, estas alcanzaron los US$3.261 millones.
“El reglamento [de la Unión Europea] se traduce como una herramienta ambiental fundamental para cumplir con los compromisos internacionales y promover una producción agrícola sostenible, un manejo sostenible de bosques y el desarrollo de cadenas de valor transparentes”, resaltó Ilias Tsilekas, Oficial de Comercio Exterior y Economía de la UE en el Perú.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) también estuvo presente en el diálogo, mediante Germán Zarama, analista de políticas públicas y punto focal para América Latina y el Caribe. Este experto destacó la entrada en vigor del EUDR, que fue el 29 de junio de 2023.
“Esta es la primera vez que un bloque comercial importante aborda de manera tan completa el problema de la deforestación. El EUDR prohíbe la importación de materias primas producidas en tierras deforestadas, degradadas o convertidas después del 31 de diciembre de 2020, incluyendo productos como aceite de palma, soja, madera, ganado bovino, cacao, café, caucho y sus derivados”, amplió.
La certificación será necesaria para la exportación
Frente a la EUDR es evidente que exista preocupación por un posible desincentivo en la compra a pequeños productores de zonas de alto riesgo si no cumplen con la certificación que se necesita. La titular del Midagri, Jennifer Contreras, ya se pronunció con un reconocimiento de esta situación, pero aún no se ha detallado cómo se procederá con la norma regulatoria de la UE.
Contreras ha señalado fuertemente que se implementará un plan para que los caficultores puedan vender “sin ninguna restricción”, y que si tienen que “adecuar algún marco normativo, lo vamos a hacer”. Es así que se entiende que se van a adecuar a las normas de la nueva regulación en deforestación.
En el intercambio del programa AL-INVEST Verde, se ha instado por un mapeo de las consecuencias en las cadenas de suministro y en el seguimiento de una agenda conjunta para abordarlas, para asegurar que los agricultores puedan acceder a oportunidades de crecimiento, mientras cuidan de los bosques.
“América Latina y el Caribe cuentan con procesos productivos mayoritariamente lineales. El desarrollo de la región se soporta en el uso sostenible de los recursos naturales de la región. Existe una necesidad crucial de transitar hacia modelos comerciales más circulares, representando esto una gran oportunidad para los negocios”, señaló María Merino, experta en asuntos regulatorios de NIRAS.