Luego de confirmarse que no hubo una reunión bilateral entre la presidenta de la República, Dina Boluarte, y su homólogo estadounidense, Joe Biden, el embajador de Perú en Estados Unidos, Gustavo Meza Cuadra, presentó su renuncia, responsabilizándose de los cuestionamientos en el país.
A través de un oficio enviado a la entonces titular de la cartera de Relaciones Exteriores, Ana Gervasi, lamentó “la situación que se ha generado en el Perú” en torno a la reunión anunciada en el marco de la I Cumbre de Líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP).
“Considerando que la Embajada a mi cargo ha tenido la responsabilidad de la preparación de la visita de la señora Presidenta a los Estados Unidos, le hago llegar por este medio mi renuncia al cargo de Embajador del Perú en los Estados Unidos”, se lee en la misiva.
Dicha salida se suma a la de la ahora excanciller Gervasi, quien, renunció luego de que la Comisión de Relaciones Exteriores rechazara recibirla para dar explicaciones por el frustrado encuentro entre la jefa de Estado y el presidente de Estados Unidos.
Como se recuerda, luego de que el Ejecutivo anunciara que la representante del país salió para sostener su primer encuentro con Biden en la Casa Blanca, un documento enviado desde Washington D.C. a la Cancillería demostró que Boluarte solo había sido invitada a la cumbre de la APEP y que no existía la confirmación de una cita con su homólogo.
Para remediar las críticas y acusaciones de mentiras, el gobierno emprendió una campaña que consistió en difundir fotografías de ambas autoridades recorriendo los pasillos de la Casa Blanca de la mano; sin embargo, el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian A. Nichols, confirmó que no hubo una “reunión bilateral” y que se trató de una conversación que duró “unos minutos”.
“En el salón esperando el inicio de la reunión plenaria y hablaron los dos líderes allí varios minutos. […] El presidente Biden y la presidenta Boluarte estaban solos ahí con mis colegas del Consejo Nacional de Seguridad y después caminaron mano a mano al East Room, conversando. Después de la reunión plenaria se quedaron conversando los dos líderes uno a uno. […] Tuvieron varias oportunidades de conversar durante el evento. Fue una oportunidad de intercambio de ideas sustantivas e importantes entre los líderes”, declaró el también exembajador de Estados Unidos en Perú.
“Es importante recordar que Perú es el país anfitrión de APEP el año que viene, entonces el anfitrión de este año (Estados Unidos) y el anfitrión del año próximo (Perú) va a haber una conversación sobre ese proceso de transferencia. Va a haber más oportunidades de conversar entre los líderes. Se llevaban muy bien, se veía eso”, agregó.
Cabe mencionar que, pese a toda la polémica desatada, Gervasi no hizo ninguna autocrítica ni se refirió a la crisis desatada por la supuesta reunión. “Luego del golpe de Estado perpetrado el 7 de diciembre de 2022, los retos fueron enormes y concentraron gran parte de los esfuerzos de la Cancillería para resguardar la imagen del Perú en el exterior. […] Habiendo cerrado este ciclo, presento a usted, mi renuncia al cargo”, escribió.
Posteriormente, luego de la sesión del Consejo de Ministros, el premier Alberto Otárola anunció que aceptaron la renuncia de la canciller y le agradeció por su gestión. Asimismo, confirmó que se trató, “entre otras cosas, por los acontecimientos conocidos”, y que la persona que la sucederá al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores, “seguramente, jurará al cargo el día de mañana, martes 7 de noviembre”.