Los niveles de agua del lago Titicaca —considerado un lugar sagrado por los incas— continúa disminuyendo a un ritmo alarmante. El último jueves, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) confirmó que, desde abril de este año hasta la fecha, el ecosistema ubicado en la región surandina registra una disminución de 0.74 metros.
Esto luego que la estación hidrológica Muelle Lago del Senamhi registrara el 2 de noviembre un nivel de 3,807.99 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.). Por ello, dicha crifra representa una diferencia de 0.74 metros con lo registrado el 1 de abril del 2023, cuando se reportó un nivel de 3,808.73 metros.
Los especialistas de la Dirección Zonal 13 del Senamhi —con base en el departamento de Puno— han explicado que el descenso se debería a los efectos producidos por La Niña, del 2020 al 2022 y El Niño costero, que, según la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), se viene presentando desde marzo de este año y continuaría hasta inicios de otoño de 2024.
Los otros efectos que preocupan a la población
Por otro lado, los voceros de la entidad experta en el estudio del clima han informado que el evento climático que afecta al lago de agua dulce más grande de América del Sur está generando, al mismo tiempo, escasez de precipitaciones pluviales y altas temperaturas diurnas desde octubre.
A ello, se suman los efectos por la alta evaporación de la superficie acuática del lago y la afluencia de agua por el río Desaguadero, entre otros.
Sin embargo, a pesar de ello, para los próximos días se espera que el nivel del lago —constituido, además, como el mayor y más importante del altiplano andino— presente un comportamiento entre estable y descendente.
Crecen las alarmas por inseguridad alimentaria en Puno
De otra parte, en el marco de esta situación, el mes pasado, el jefe de la oficina del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) en Puno, Sixto Flores Sancho, advirtió que seis productos alimenticios del altiplano puneño están en riesgo debido a la sequía. Estos son: quinua, haba, cebada, olluco, mashua y oca.
Según Germán Cutipa Flores, directo de Estadística e Informática de la Dirección Regional Agraria (DRA) de Puno, esto se debería a que el 99 % de la superficie de cultivo depende de las precipitaciones pluviales.
Asimismo, cabe recordar que, la sequía representa una amenaza directa para la campaña agrícola de 2023-2024, pues, de acuerdo a la unidad encargada de generar estadísticas de cultivos y crianzas de productores agrarios, previsiones de siembras y cosechas, impactará en la economía de 215 mil productores, de los cuales el 80% son productores agrícolas.
“Algunos productores en estos días han estado sembrando en terreno completamente seco gracias a la maquinaria agrícola, pero eso es un riesgo. Si no llueve, se va a perder totalmente este tipo de cultivos. A septiembre tenemos una disminución del menos 21% a nivel de todo el departamento. Solamente tenemos un avance del 11%”, declaró el mes pasado Cutipa Flores, para Red de Comunicación Regional (RCR).
A su vez, se sabe que la sequía también impacta a las comunidades locales que viven en la frontera con Bolivia, las cuales dependen también del lago Titicaca para su subsistencia.