La música es una de las expresiones más sublimes que ha acompañado al ser humano desde su aparición en la tierra. Y a través de los diversos lugares del mundo, el hombre ha encontrado la manera de hacerla suya y expresarse de esa manera tan particular y reconocible.
Un ejemplo es el Día de la Canción Criolla, celebrada hace poco, pero hoy, seis de noviembre, el noble pueblo de Ayacucho también celebra sus raíces musicales y recuerda a todos aquellos que la han hecho conocida
Historia
El Día de la Canción Ayacuchana es una festividad instaurada en 1981 para rendir homenaje, principalmente, a Nery García Zárate, mejor conocido como “El Pajarillo”.
Y muchos se preguntarán de quién se trata, pues fue un destacado artista que dedicó gran parte de su vida a promover y difundir la música de la emblemática región del sur peruano y su legado perdura en los corazones de quienes aman su música..
El motivo para escoger este día, 6 de noviembre, fue que un año antes, en 1980, fue su muerte. Pero su influencia perdura a través de las melodías que nos dejó.
Y en el afán de mantener viva la llama de la música ayacuchana, el Gobierno Regional de Ayacucho señaló que la música de García Zárate es “poesía hecha música” y “alimento del alma”.
Las letras de estas canciones reflejan vivencias, sentimientos y momentos que marcan nuestras vidas: el amor, el desamor, el profundo vínculo con la madre tierra y el legado de Ayacucho, la cuna del Perú. Esta celebración es un tributo a la riqueza cultural y musical de esta región, que ha contribuido significativamente a la identidad del país.
Héroes musicales
Para profundizar en la celebración de este día y en la música ayacuchana en general, es importante recordar a algunos de los exponentes más destacados de esta forma de arte. Son figuras que han contribuido significativamente al enriquecimiento de la cultura musical de Ayacucho y, por extensión, de todo el Perú.
El primero, y principal, es Nery García Zárate, también conocido como “El Pajarillo”. Nació en Huamanga el 26 de mayo de 1926 y nos dejó el 6 de noviembre de 1980.
No solo fue un talentoso músico, sino también un maestro en la enseñanza. Además de su trabajo docente, se destacó por su incansable labor de recopilación y difusión de la música ayacuchana.
Junto a su hermano Raúl, formó el Dúo Hermanos García Zárate, con el cual grabó diez discos de larga duración a partir de 1966. También dejó un disco en colaboración con la Estudiantina Municipal. Algunas de sus interpretaciones más memorables incluyen “El Pajarillo” y “Wawqichallay”. Estas canciones siguen resonando en los corazones de quienes aprecian la música ayacuchana.
Por su parte, Raúl García Zárate, su hermano, fue un guitarrista autodidacta y uno de los embajadores más destacados de la música ayacuchana en todo el mundo. Nacido un 12 de diciembre de 1931, en Huamanga, este artista partió del plano terrenal el 29 de octubre del 2017.
A pesar de ser abogado de profesión, la música fue su verdadera pasión. Aprendió a tocar la guitarra a los ocho años y, a los doce, ofreció su primer concierto en su ciudad natal.
Además de ser parte del Dúo Hermanos García Zárate, que era un éxito a nivel nacional, Raúl llevó su música a festivales de guitarra en todo el mundo, incluyendo países como Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Colombia, Chile, Cuba y muchos otros del resto de América y del mundo entero.
Su virtuosismo en la guitarra lo convirtió en un embajador musical y cultural de su tierra natal. El Ministerio de Cultura lo reconoció como “Patrimonio Cultural Vivo del Perú” y recibió condecoraciones de la Presidencia de la República y el Ministerio de Educación del Perú.
El maestro del charango
Jaime Guardia, conocido como “el maestro del charango”, también es una figura importante en la música ayacuchana. Nació en Huamanga el 10 de febrero de 1933 y murió el 16 de julio del 2018..
Aunque dominaba el charango, también era hábil con otros instrumentos musicales andinos, como la quena. Jaime migró a Lima en 1940 para dedicarse por completo a la música ayacuchana.
Durante la década de 1950, formó la agrupación “La Lira Paucina” junto a Jacinto Pebe Pueyrredón y Luis Nakayama Acuña. Esta agrupación grabó seis discos que contribuyeron significativamente a la difusión de la música ayacuchana.
Además, Jaime Guardia compartió una amistad cercana con el renombrado escritor y antropólogo José María Arguedas, quien le dedicó su famosa novela “Todas las sangres”. La música de Jaime Guardia se ha convertido en un símbolo de la identidad ayacuchana y ha tocado los corazones de muchas personas en todo el mundo.
El inmortal Manuelcha
Manuelcha Prado, cuyo nombre de pila es Manuel Prado Alarcón, es otro talentoso guitarrista ayacuchano. Nació en Puquio el 16 de junio de 1957 y su amor por la guitarra surgió a temprana edad. A los doce años, se convirtió en guitarrista y se enamoró de la rica tradición musical de su ciudad natal.
Su gran maestro fue el eximio Arturo Prado, quien también fue su gran amigo. Su pasión lo llevó a estudiar Antropología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, pero nunca dejó la guitarra.
Después de completar sus estudios, regresó a Puquio y se dedicó a la recopilación de la música indígena en quechua ayacuchano y castellano. Sus contribuciones a la música ayacuchana son invaluables, y su música ha sido grabada en numerosos álbumes a lo largo de los años.
La música de Manuelcha Prado es un testimonio vivo de la riqueza de la cultura ayacuchana. A lo largo de su carrera, ha lanzado varios álbumes, como “Guitarra indígena”, “Testimonio ayacuchano”, “Guitarra y canto del Ande” y muchos otros. Su música es un regalo para aquellos que aprecian la belleza y la profundidad de la música ayacuchana.