El jefe del Gabinete Ministerial, Alberto Otárola, indicó este lunes que la dimisión de la canciller Ana Gervasi es el “fin de un proceso” que ha devenido, entre otras razones, por la fallida reunión entre la presidenta Dina Boluarte y el mandatario de Estados Unidos, Joe Biden.
En una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el premier definió a Gervasi como “una profesional a la altura de las circunstancias” que ahora pasará “a otra etapa profesional”, después de que la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso rechazara su pedido para presentar un informe sobre el frustrado encuentro bilateral con Biden, que finalmente se convirtió en un diálogo en los pasillos de la Casa Blanca.
“Es el cumplimiento de un ciclo al frente de una institución tan importante para el Perú. Ella desempeñó un rol muy importante en etapas tan complejas para el país. Evidentemente, su renuncia se debe a los acontecimientos por todos conocidos y significa el fin de un proceso y un liderazgo en Cancillería. [...] Con la renuncia iniciamos un nuevo proceso y estamos seguros de que el Parlamento así lo entenderá”, señaló.
Con esa declaración, el premier solicitó al Congreso que “pondere” sus decisiones “para sentar las bases de un diálogo alturado” y dar inicio a un “nuevo proceso” de acercamiento. En su carta de renuncia, Gervasi había trasladado “su profundo agradecimiento” a la gobernante y aseguró que ejerció su cargo “con la mayor dedicación y profesionalismo y con la satisfacción de servir” al país.
Al igual que el primer ministro, la exministra agregó que el Ejecutivo ha transitado “momentos complejos” luego del golpe de Estado orquestado por el exmandatario Pedro Castillo (2021-2022), de quien Boluarte fue vicepresidenta.
“A nombre del Gobierno, [quiero] expresar [el] agradecimiento por [la] conducción eficiente del sector. Creemos que en las próximas horas estará tomando juramentación la nueva, o nuevo, ministra de Relaciones Exteriores”, refirió Otárola antes de pasar a declarar sobre las reuniones en la sombra que mantuvo el hermano de la presidenta con beneficiarios de contratos estatales y al menos una autoridad edil también favorecida.
El caso, difundido en la víspera por Cuarto Poder, trajo a colación el destape de la vivienda de Sarratea (Breña), donde Castillo mantuvo citas con empresarios y allegados tras su elección para decidir, presuntamente, las adjudicaciones de obras y designaciones de funcionarios.
“Conozco a Nicanor [Boluarte] y considero que es una persona decente. A mí no me ha solicitado absolutamente nada y creo que, en su momento, estos temas se debe aclarar en respeto a la verdad de los hechos y la verosimilitud de las hipótesis de los periodistas”, indicó.
“Lo que quiero dejar bien zanjado y trazar una raya divisoria [es que] nosotros no somos el régimen corrupto de Castillo. Venimos a gobernar delas manos limpias. Tenemos el deseo de trabajar por el perú con responsabilidad y rendición de cuentas. Vamos a dar las explicaciones, hasta la más mínima [...] Las investigaciones que puedan venir deben respetar a la familia y dignidad de las personas”, remarcó.
Según el dominical, el último 18 de octubre, cuando cumplió 64 años, Nicanor Boluarte fue visitado por Nixon Hoyos, alcalde del distrito cajamarquino de Nanchoc. Nueve días después, la comuna de esta jurisdicción recibió cerca de 20 millones de soles provenientes de las arcas estatales, mediante cinco proyectos de inversión.
Ante difusión del reportaje, el diputado Héctor Ventura (Fuerza Popular) pidió a la Comisión de Fiscalización citar a los implicados para que respondan por las “sospechas razonables de presuntos actos de corrupción”.
“Es el mismo modus operandi de la casa de Sarratea: funcionarios, alcaldes y ministros acudían a la casa”, mencionó en diálogo con RPP. Posteriormente, el vicepresidente de este grupo parlamentario, Eduardo Salhuana (Alianza para el Progreso), envió un documento al titular de la comisión fiscalizadora, Wilson Quispe (Perú Libre), para que inicie la pesquisa.
“Lo sucedido en años anteriores no debe repetirse ni con la señora Boluarte ni con los siguientes presidentes. La familia tiene que estar apartada del poder”, deslizó. Por su parte, desde Palacio de Gobierno, la mandataria replicó al informe periodístico en medio de una actividad oficial y señaló que su hermano puede recibir en su vivienda “a quien se le pegue la gana”.
“Es su cumpleaños. Lo raro sería que en ese cumpleaños se pactaran cosas ilícitas, situación que no ha sucedido [...] Ese medio de comunicación se atrevió a comparar este Gobierno con el anterior. Es demasiado atrevimiento, desde mi punto de vista, esa comparación”, continuó en referencia a su predecesor, recluido por cargos de rebelión y conspiración.