La ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, consideró este domingo que las críticas contra la presidenta Dina Boluarte después de la fallida reunión bilateral con su homólogo estadounidense, Joe Biden, se deben a “la dictadura de la suspicacia” instalada en la sociedad.
De esa manera, la funcionaria deslizó su respaldo a la mandataria, quien no mantuvo la cita protocolar que había anunciado, sino una conversación de camino al auditorio de la Casa Blanca, donde se celebró la primera Cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP).
“Creo que, como sociedad, estamos siendo víctimas de la dictadura de la suspicacia. Estamos viéndole el afán de mentir, de engañar, de robar, a todo. Y mientras sigamos así, no vamos a lograr surgir como país. He conversado con colegas. Todos nos ven como un país lleno de oportunidades y nosotros nos vemos como un fracaso. Tenemos la sensación de que el otro nos está engañando, de que nos quiere robar”, dijo en una entrevista difundida en RPP.
El fallido encuentro desató una ola de críticas, mientras que congresistas de diversas bancadas solicitaban explicaciones al Gobierno y el Ministerio de Relaciones Exteriores aludía a una falta de tiempo en la agenda. La propia canciller Ana Gervasi envió un oficio al Legislativo para pedir que se le permita presentarse este lunes ante la Comisión de Relaciones Exteriores.
“Eso será materia de explicación a detalle por parte de la Cancillería, pero lo que quiero destacar es no detenernos en este tema coyuntural, sino ir a lo medular ¿Qué nos ha traído de utilidad [este viaje]? Primero, que esta es una iniciativa propia del presidente Biden. Si para él no hubiera sido importante, no la hubiera generado [en medio de] dos eventos internacionales: la guerra en Ucrania e Israel”, señaló.
La mandataria fue autorizada para viajar del 1 al 4 de noviembre por el pleno del Congreso, pese a que la oposición señalaba que debió quedarse a atender urgencias como las tareas de prevención para afrontar el fenómeno climático de El Niño, la recesión de la economía nacional y la lucha contra el crimen organizado, una de las principales exigencias ciudadanas.
Se trata del cuarto viaje al extranjero desde que asumió la jefatura del Estado el pasado 7 de diciembre, luego de que Pedro Castillo, de quien era vicepresidenta, fuera destituido tras intentar dar un autogolpe de Estado. Las mismas voces opositoras han deslizado que estas salidas no han atraído ningún beneficio para el país, aunque el Gobierno insiste en que fortalecen la política exterior y la imagen a nivel internacional.
“Debemos reflexionar como Ejecutivo, pero también como sociedad. Hemos salido de un golpe de Estado y eso se debe al esfuerzo de las instituciones, pero también porque la presidenta asumió el desafío [...] Se está manteniendo [la democracia], a pesar de la coyuntura de recesión, la estabilidad económica. [...] Estamos recuperando el espacio que perdimos en el Gobierno anterior, es un proceso”, remarcó.
“Si cada vez vamos a cuestionar que si la presidenta salió, que si los ministros viajan o no viajan, no estamos abonando a que pueda haber estabilidad y prosperidad [...] No es porque esté en el Ejecutivo, sino porque, comparado con otros gobiernos, se están tomando medidas que no se han tomado antes”, siguió.
Previamente, el exministro de Relaciones Exteriores, Miguel Rodríguez Mackay, se declaró arrepentido por haber incluido en el portafolio a Gervasi, quien se desempeñaba como embajadora cuando, en agosto del 2022, fue presentada como viceministra de la cartera durante la administración de Pedro Castillo (2021-2022).
“Creí que podría dar la talla, pero ha tenido errores sustantivos durante los 11 meses de canciller. No ha tenido ningún liderazgo, no es capaz de sostener un discurso sin papel ni siquiera por un minuto. O sea, [es un] cero a la izquierda”, dijo el internacionalista en diálogo con Exitosa después de sumarse al pedido de dimisión de la canciller.
“Esto que hemos visto no es diplomacia, no es política exterior. El servicio diplomático de la República es una de las mejores y más tradicionales instituciones [...] Todos los días hablo con mucha gente vinculada al servicio y la mortificación es casi unánime. Hay un sector muy pequeño destrozando la imagen construida en tantas décadas”, zanjó.