En un contexto de estancamiento económico, incertidumbre política y una confianza empresarial cada vez más deteriorada, vuelve el CADE Ejecutivos 2023, el evento empresarial más importante del sector que, en aras de la ansiada reactivación económica, buscará fomentar el diálogo entre el sector privado y el público en una de las regiones del sur con mayor descontento y en donde se gestaron las masivas protestas sociales a inicios de año: Cusco.
En entrevista con Infobae Perú, Juan Fernando Correa, presidente de CADE para esta edición N° 61, cuenta sobre las expectativas del foro, el reto que representa, las meas culpas relacionadas a la lejanía que siente el ciudadano de a pie con el sector privado, y la importancia de implementar medidas que reduzcan la abultada informalidad laboral.
- El lema de la edición CADE 2023 es “Volver a creer, volver a crecer” ¿qué acciones del empresariado reflejan esa esperanza y cuál es actualmente el pulso del sector privado?
El indicador más claro de que el sector privado está en un momento de incertidumbre es la caída y deterioro de la inversión privada. Esa caída significa menos crecimiento económico, menos empleo y más pobreza, y por lo tanto más inestabilidad e inseguridad. Así caemos un círculo vicioso que deteriora nuestra presencia. La incertidumbre producto de la inestabilidad que hemos vivido en los últimos cuatro años desde la pandemia hace que haya una pérdida de foco.
El país necesita volver a crecer, pero sin una convicción del sector privado de creer en el país, no vamos a recuperar la inversión. Volver a creer es volver a tomar la convicción de que nosotros podemos influir para recuperar la inversión. Para ello, es necesario colaborar con el sector público y acercarnos a la población, donde la mayoría de los peruanos se siente en una posición de abandono. Volver a creer es tomar la convicción de que sí podemos actuar para cambiar las cosas.
- Comparado a otras ediciones, ¿cuál es el reto que representa particularmente CADE 2023 en un contexto de recesión económica?
Es importante que el sector privado establezca una colaboración con el Estado para sacar las cosas adelante como impulsar las Asociaciones Público Privada y proyectos por mecanismos de obras públicas por impuestos que lleguen a las personas. Así podemos reactivar la economía e impactar positivamente en las personas. Por otro lado, necesitamos liberar algunos sectores económicos para recuperar el empleo y la inversión como la minería, agricultura, construcción y turismo. Son cuatro sectores que desde el sector privado vamos a plantear acciones específicas para que el Estado actúe.
- ¿Cuáles son los ejes que van a aterrizar en CADE 2023?
En primer lugar viene una una discusión de la situación económica y de la necesidad de algunos impulsos desde el Estado para recuperar la economía. Ahí vamos a tener la participación de varios economistas destacados como Diego Macera del Instituto Peruano de Economía (IPE) y el exministro de Economía Waldo Mendoza. Por otro lado, recuperación de la confianza con asuntos de integridad, temas sociales sobre cómo impactar desde el sector privado en el cierre de brechas, la mejora de la educación, y una iniciativa muy interesante para reducir la informalidad.
- ¿Resulta suficiente para usted?
La propuesta de reducción de la informalidad que se presentará está hecha desde el 2019 y es un trabajo que hizo Macroconsult a pedido de la Cámara de Comercio de Lima. Es una propuesta potente. Hoy tenemos al 75% de personas en la informalidad, es decir tenemos un régimen laboral discriminatorio porque solamente incluye al 25% de la población. Las condiciones están hechas para la gran empresa y las micro y pequeñas empresas no las pueden cumplir.
La propuesta hace ajustes desde el punto de vista tributario como laboral para que las micro y pequeñas empresa puedan operar un poco más formal. El otro enemigo de la formalidad es el exceso de regulación, es terrible, y lo tenemos que decir de manera abierta y directa. El 98% de las empresas son micro pequeñas empresas y casi todas son informales. La mayoría de los peruanos paga impuestos, el IGV que es el 18% del valor de lo que compra, es un montón y ¿qué recibe del Estado? Nada.
- Con las proyecciones negativas al cierre del 2023, ¿un evento como el CADE Ejecutivos influye en dinamizar la economía?
El mundo privado representa el 80% de la inversión privada y la pública, el 20%. Activar al sector privado es importante. Yo no puedo asegurar que en esa fecha el mundo vaya a cambiar, pero sí sembrar ideas que puedan permitir una reactivación. Hay dos elementos que para mí son importantes: la presencia de varios ministros. Con ello, se va a producir un diálogo para recuperar la comunicación y la confianza para sacar al país adelante. La recuperación del diálogo ya es un avance.
En segundo lugar, la cooperación. Mientras recuperamos confianza, vamos avanzando en cooperación a través de la Asociación Público Privada y obras por impuestos para movilizar al sector privado hacia la resolución de problemas de la población y el cierre de brechas.
- ¿Cómo visualiza al Perú?
Yo visualizo al Perú como un auto de rally que venía ganando la competencia del Dakar sudamericano en los primeros 15 años. El auto se nos (descompone) y ahora se nos está hundiendo. No nos podemos quedar sentados en un auto. Tenemos que bajar, empujar y sacar a este auto. No vamos a hacerlo ganador de un día para otro, pero por lo menos hacer que se movilice.
- Las inversiones mineras están caídas y no hay un proyecto de gran envergadura como Quellaveco. ¿El doble discurso del Ejecutivo perjudica la confianza del empresariado?
No ayuda para nada. Eso es un problema y es algo que el empresariado debe dejar claro al Ejecutivo y a toda la población, porque la industria minera tiene que operar dentro de cánones adecuados para evitar contaminación ambiental u otros problemas, pero no podemos vivir en pobreza cuando tenemos una riqueza enterrada, la cual podemos recuperar para distribuirla a todos los peruanos.
Entonces cuando las personas quedan bloqueadas mentalmente por el riesgo político que significa expresar “sí, voy a apoyar un proyecto minero”, estamos paralizando al país. Todos los peruanos no podemos permitir que millones de personas vivan en la pobreza cuando podríamos sacarlos de ahí, si es que utilizamos los recursos que tenemos.
- CADE este año retornará a Urubamba en Cusco, una región donde se desataron fuerte las manifestaciones sociales a inicios de año, ¿realizar el evento allá es un mensaje para aminorar el clima adverso y la resistencia de la población?
En general, la población en Cusco— puede haber excepciones— ha manifestado una muy buena bienvenida al CADE, y el mensaje de nuestra decisión de venir a Cusco en gran medida fue precisamente eso. La decisión la tomamos en abril cuando la inestabilidad y los problemas habían sido muy recientemente. Igual dijimos vamos a Cusco porque queremos mostrar que el sector privado si está dispuesto a acercarse y sentarse a dialogar con autoridades y con las personas.
- En el escenario actual, ¿siente que el sector privado tiene una cercanía con el ciudadano de a pie?
No, no existe. El ciudadano de a pie en general vive en un estado de abandono por parte de un Estado que le cobra impuestos, que no le da nada y es abusivo, corrupto, violento, etc. Además tienes a un sector privado que es percibido como egoísta, abusivo en cierta medida, y que no se sensibiliza con las personas. Esa es la percepción que no necesariamente significa realidad.
Efectivamente, pueden haber empresas abusivas pero el sector privado sí se preocupa por las personas, solo que lo hace de una manera muy difusa a través de una fragmentación. Deben haber unas 10 mil acciones de responsabilidad social y sostenibilidad en el Perú a lo largo de un año de parte de las empresas, y sin embargo no cambia la opinión de las personas. Eso es porque está fragmentado ese trabajo.
Uno de los mensajes fundamentales que queremos transmitir en el CADE es movilizar al sector privado para unir esfuerzo, juntar huella de nuestros esfuerzos de una manera visible. Por ejemplo, vamos a anunciar la creación de una plataforma entre varias asociaciones civiles en donde se va a respetar todas las iniciativas de sostenibilidad que existen en el país y la vamos a construir en el tiempo. Hay una percepción de lejanía, pero hay una decisión del sector privado de acercarse a las personas.
- Eso parece sonar a largo plazo
No hay un cambio que se pueda lograr de la noche a la mañana. Para cambiar algo radicalmente tiene que ser algo parecido a una pandemia. Pero el tema es que a través de mecanismos de obras por impuestos podemos llegar a cerrar brechas sociales como por ejemplo trabajar el tema de la anemia infantil, la recuperación de daños de colegios y postas médicas o seguridad ciudadana. Esas son iniciativas que queremos presentar para que la mayor cantidad de empresas se sumen. Si lográramos hacer eso, sí podríamos hacer la diferencia.
-Hay dos tópicos que menciona la calificadora Fitch en su reporte donde mantiene la perspectiva negativa al Perú: inestabilidad política y el deterioro de la gobernanza. ¿Las acciones del Congreso y del Ejecutivo merman las intenciones que puede haber en el sector privado?
El sector privado no hace política, pero sí puede hacer propuestas para mejorar la situación. Estamos en un contexto donde el Ejecutivo y Congreso tienen una aprobación muy baja. Eso nos pone en un equilibro inestable y cualquier cosa nos hace caer. Muchas veces vemos en el Congreso propuestas muy populistas que ya no hacen bien al país. En el Ejecutivo necesitamos que se tomen decisiones más sólidas para impulsar el capitulo económico que estamos viviendo.
Desde el sector privado, debemos buscar espacios de dialogo para que se tomen decisiones necesarias. Por eso insisto en buscar un espacio de colaboración en obras por impuestos.
- ¿Cuál es la visión de CADE? ¿De qué temas se podría hablar de aquí a 10 años?
CADE tiene 60 años y el origen viene del primer evento que se produjo en Paracas que resalta el espíritu del diálogo entre el sector privado para ver de qué manera puede ayudar al país. Entonces, independientemente de las distintos momentos que se, siempre el objetivo de CADE es buscar un diálogo para identificar formas en que el sector privado pueda ayudar. Eso será ahora y será en 10, 15 o 20 años.
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CADE Ejecutivos es uno de los más emblemáticos foros empresariales del país que, para este año, se desarrollará en Urubamba (Cusco), del 14 al 16 de noviembre de 2023.